El médico psiquiatra Javier Quintero.
Javier Quintero (52), psiquiatra, sobre la felicidad: "Sólo el 8% de nuestras preocupaciones son reales, el 92% son innecesarias"
Dedicar nuestros pensamientos a preocupaciones menores provoca un desgaste emocional que nos aleja del bienestar, alerta el experto.
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Únicamente un 8% de nuestras preocupaciones tienen realmente la importancia que les atribuimos, mientras que el 92% restante es menos importante o ha sido amplificado por nuestra rumiación mental. Así lo explica Javier Quintero, psicólogo, médico psiquiatra y jefe del Servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Universitario Infanta Leonor, en una conferencia sobre el valor del autoconocimiento contra la depresión.
Este exceso de preocupaciones "genera un desgaste emocional improductivo", advierte el especialista, ya que no tienen fundamento real o no dependen de nosotros, por lo que obsesionarse con ellas solo contribuye a una carga emocional innecesaria. Centrarnos en ese 8% nos permite gestionar mejor nuestras emociones y enfocar la energía en aquello que realmente está a nuestro alcance.
"Un 40 por ciento de nuestras preocupaciones son por cosas que nunca van a ocurrir", escribe Quintero en su libro ¿Cómo estás? 21 días para crear el hábito de ser feliz. "Nos preocupan, nos generan emociones negativas, pero son cosas que jamás van a pasar". Como ejemplo, menciona que el 70% de las personas tienen un mayor temor a ser mordidos por un tiburón que por un perro, cuando estadísticamente es extremadamente raro.
Un 30% de las preocupaciones restantes, prosigue, "giran en torno a cuestiones que podrían ocurrir, pero, como el tiburón, es muy poco probable que ocurran". Otro 10% restante "gira en torno a problemas de salud, donde realmente tendremos que cuidarnos, pero la preocupación no nos va a aportar mucho más valor". Y un 12% restante giraría "en torno a interpretaciones erróneas o malentendidos".
Finalmente, solo un 8% de nuestras preocupaciones estarían "realmente justificadas", y son "aquellas que deberían ocupar nuestra mente". Según detalla el psiquiatra, estas son las cavilaciones que "tienen sentido" porque nos permiten "pensar, analizarlas y buscar alternativas y soluciones potenciales". Quintero es rotundo: "Créeme, no vale la pena preocuparse, es decir, emocionarse, por cosas que probablemente nunca ocurrirán".
El especialista cita a continuación un estudio de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), que establece que "a lo largo del día somos capaces de generar aproximadamente 60.000 pensamientos, de los cuales la inmensa mayoría, un 95%, surgen de manera automática, y de ellos, un 80% son negativos. ¿Necesitas alguna razón más para prestar atención a cómo piensas?", se pregunta.
"Para superar el miedo al cambio y gestionar nuestras preocupaciones, debemos aumentar nuestra autoconfianza", continúa Quintero. "Cuanto más crecemos en autoconfianza, más fácil nos resulta enfrentar nuestros miedos. La experiencia del día a día nos permite crecer y fortalecer nuestra capacidad para afrontar nuevas situaciones".
La fórmula de la felicidad
Quintero cita al profesor Tal Ben-Shahar, formado en Harvard y que pasó a ser director de la Happiness Studies Academy. Se trata de uno de los referentes de la psicología positiva, enfocada al cultivo de la capacidad de resiliencia y al manejo de las emociones, especialmente las negativas, para evitar caer en una espiral de malestar y depresión.
Esta fórmula incluye prácticas como el desarrollo de la gratitud, escribiendo diariamente cosas por las que uno está agradecido. También aboga por desconectar de la tecnología y fomentar el descanso y la recuperación para reducir el estrés y mejorar el bienestar.
Otros de los pasos de esta fórmula entraña el cultivar las relaciones personales y dedicar tiempo a quienes nos importan. Ben-Shahar insta a vivir alineado con los propios valores, manteniendo la atención plena y disfrutando tanto del camino como del destino. E insta finalmente a considerar la felicidad "como una habilidad que se puede practicar y entrenar cotidianamente".