Antonio Orozco.

Antonio Orozco. Gtres

Ciencia

Antonio Orozco, 52 años, sobre cómo perdió 23 kilos en un año: "Comía siempre esto de madrugada"

El cantante confiesa que para adelgazar con tanto éxito primero ha tenido que trabajar el origen de las emociones que lo empujaban a comer.

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J. Rodríguez
Publicada

El músico Antonio Orozco ha lidiado a lo largo de su vida con subidas y bajadas de peso y, recientemente, ha hablado sobre este proceso en su documental El método Orozco de Prime Video. En su peor momento, Orozco alcanzó los 127 kilogramos.

Precisamente, en este documental el músico explica que ese momento coincidió con un mal momento emocional. También que en su último proceso de pérdida de peso ha pedido la ayuda de un psicólogo, un perfil al que hasta ahora nunca había consultado.

Es decir, el artista ha visibilizado la conexión entre el aumento de peso insano y el hecho de atravesar un momento complejo a nivel emocional. Orozco ha conseguido adelgazar hasta 23 kilogramos en sólo un año combinando la dieta con psicoterapia.

Pero, ¿qué hacía? "En un tiempo pasado no muy remoto, un día como hoy hubiese cenado, me hubiese levantado a medianoche a comer. Porque hubiese tenido ganas de comer, me hubiese tomado cualquier cosa con azúcar. Pero en un día normal", dice en el documental.

El método con el que Orozco ha perdido tanto peso ha sido un estricto ayuno intermitente en el que sólo se permitía ingerir alimentos en una ventana de seis horas y media. Y, para conseguir respetarlo, el apoyo emocional se convirtió en algo fundamental.

"La conducta de comer o de no cuidarse es una manera de hacerse daño, a veces no voluntaria. Es una forma de evitar algunas dificultades", explica el psicólogo de Orozco también en el documental. Pero, ¿qué evitaba el cantante?

En los últimos años, Orozco ha pasado por momentos difíciles, como el fallecimiento de ciertos seres queridos, y el cantante ha admitido que solía refugiarse en esos momentos en el trabajo, evitando enfrentarse a las emociones más molestas.

El hambre emocional

Comer en estas situaciones es lo que se conoce como hambre emocional. "Ese estado en el que comes sin tener hambre real", explica la web de Sanitas. "Es un tipo de trastorno alimentario que se relaciona con los conflictos anímicos y las emociones".

Cuando esos conflictos y emociones quedan sin resolver es cuando podemos sentirnos alterados y experimentar necesidad de comer. El hambre emocional es impulsivo e incontrolado y puede, por tanto, desembocar en un problema de salud.

"Aunque realmente no tenga hambre, [la persona que lo padece] siente que necesita comer para poder satisfacer ese 'algo' que le está perturbando. Y ese 'algo' no es nada más que un conflicto emocional que no se está resolviendo de forma adecuada", añade Sanitas.

Detrás de este hambre emocional puede haber tristeza, aburrimiento, ansiedad y, entre otras, depresión. Orozco ha confesado en su documental, precisamente, que había atravesado una depresión, pero no había sido consciente de ello.

De hecho, fue atendiendo a su psicoterapia cuando cayó en la cuenta de ello. Por eso, si se padece este hambre emocional, lo más importante es tratar su raíz a la vez que se hace una dieta hipocalórica y ejercicio físico para poder asegurar que se mantiene en el tiempo.

La página de Sanitas advierte que las personas que comen por hambre emocional suelen sentir culpa después de haber comido, aunque la conducta busca, de alguna manera, aportar placer a la persona.