Ana Belén.

Ana Belén. José Oliva / Europa Press

Ciencia

Ana Belén, 74 años, alto y claro sobre cómo se mantiene en su peso: "Hay un alimento que sólo tomo de forma excepcional"

Hay ciertos alimentos, considerados como indispensables hasta hace poco, que se recomiendan limitar cada vez más en la dieta.

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Ana Belén, icono de la cultura española por himnos como 'La Puerta de Alcalá', también destaca como ejemplo de hábitos de vida saludable. Así quedó reflejado en el libro Antes de que sea tarde de su marido Víctor Manuel, que explicaba que la artista suele cenar tan solo un yogur y "algo dulce".

Otra de sus particularidades, más allá de su gusto por tomar fruta con el desayuno, es que Ana Belén, sin llegar a ser vegetariana, solo consume carne "excepcionalmente". Sus fuentes de proteína son sopas y guisos de pescado y casquería, una alimentación que no es perjudicial como veremos.

El patrón alimentario que sigue Ana Belén no es extraño. Estaríamos hablando de un patrón flexitariano e incluso pesco-vegetariano, como es nombrado en algunos estudios, dado que consume muy poca carne pero sí proteína animal a través del pescado.

Reducir significativamente el consumo de carne habría demostrado beneficios tanto a nivel de riesgo cardiovascular como de control de peso, como explica el propio Victor Manuel en su libro. Además, este patrón tiene una ventaja sobre las dietas vegetarianas y veganas: un riesgo menor de sufrir déficits nutricionales asociados.

Además, los estudios apuntan que este tipo de dieta favorece la adherencia a largo plazo, dado que no impone prohibiciones absolutas. De hecho, reducir dicha cuantía de carne se alinea con las recomendaciones sobre sostenibilidad, reduciendo la huella ambiental de la dieta.

Por su parte, la dieta vegetariana elimina tanto carne como pescado, manteniendo tan solo productos derivados como lácteos y huevos. Esta dieta demuestra claros beneficios a nivel de salud cardiovascular y metabólica, aunque si no se realiza o planifica adecuadamente, existe un riesgo moderado de sufrir déficits de hierro y vitamina B12.

Si bien es cierto que su práctica se asocia con una reducción del riesgo de infarto de corazón de hasta un 25% en comparación a una dieta omnívora, es importante recordar los nutrientes a vigilar para no caer en un déficit por mala planificación dietética.

Finalmente, la dieta vegana excluye totalmente los alimentos de origen animal, algo que se ha relacionado también con un mejor perfil lipídico y un menor índice de masa corporal. Sin embargo, el riesgo de sufrir déficits de vitamina B12 sería mayor si cabe. En este caso, las guías clínicas recomiendan la suplementación obligada de B12 externa, junto con otros suplementos como vitamina D, calcio, zinc y ácidos grasos omega-3.

Esta dieta se caracteriza por su alta densidad en fibra, antioxidantes, polifenoles y fitoquímicos en comparación a una dieta omnívora, y sus beneficios respecto al riesgo de obesidad y síndrome metabólico están claramente descritos.

En comparación a las dietas vegetariana y flexitariana, la dieta vegana sería la más sostenible y con menor huella de carbono. De nuevo, una buena planificación de la dieta sería clave, evitando siempre el consumo de ultraprocesados, que se han vuelto muy populares en los últimos años al añadir el "sello" de "apto para veganos".