Lucy Castle antes y después de su transformación.

Lucy Castle antes y después de su transformación.

Ciencia

Lucy (41 años), que adelgazó 27 kilos en sólo cuatro meses, alto y claro: "El queso destrozó mi vida"

Esta madre admite que durante años comió alimentos insanos, pero rápidos de preparar, debido a la sobrecarga de trabajo propia de la maternidad.

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J. Rodríguez
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Aunque se suele meditar durante mucho tiempo, la decisión de empezar un estilo de vida más saludable se puede tomar en un instante. Las dietas insanas y el sedentarismo pueden llevarnos a momentos en los que es ineludible pasar a la acción.

Para Lucy Castle, una mujer británica de 41 años, ese punto de inflexión fue el momento en que fue diagnosticada de diabetes tipo 2. La falta de hábitos saludables es uno de los grandes motivos de su aparición, pero también parte importante de su solución.

La situación a la que se enfrentó Castle es frecuente en España: la diabetes afecta a más del 10% de los adultos españoles. Hasta el 90% de esos casos de diabetes son del tipo 2, más relacionado con los hábitos, y el 50% de los casos pasa desapercibido.

Tener diabetes tipo 2 no sólo reduce la calidad de vida, sino que también la compromete. Esta dolencia es uno de los factores de riesgo que elevan la posibilidad de padecer una enfermedad cardiovascular. Por fortuna, los casos pueden ser reversibles.

Esta mujer británica utilizó esta llamada de atención de su cuerpo para ponerse las pilas con la pérdida de peso y consiguió perder, ni más ni menos, 27 kilogramos en tan sólo cuatro meses. Pero, ¿cómo lo hizo?

Castle se describe ante el diario Daily Mail como una madre muy atareada, con tres hijos de 2, 9 y 15 años. Por esta razón, confiesa que durante años dio prioridad a la comida que se preparaba en un pispás por encima de las opciones más saludables.

Su dieta más habitual estaba compuesta por productos como las barras de pan, el queso, las patatas fritas de bolsa y las chocolatinas. Sin embargo, Castle reconoce que su principal debilidad era el queso. "El queso destrozó mi vida y mi favorito era el brie", confiesa.

Comida rápida

Cuando esta madre de Reino Unido tenía tiempo para hacer una comida sentada como es debido admite que enterraba su plato en queso rallado. Si bien el queso no tiene por qué ser necesariamente dañino, el brie es una variedad con mucha grasa.

El momento en que Castle empezó a encontrarse mal tuvo lugar cuando nació su último hijo, hace unos dos años. "No me encontraba bien, me mareaba y tenía hormigueos", explica. Además, admite que su autoestima bajó mucho cuando se acercó a los 100 kilos.

"Solía evitar los eventos sociales, me escondía utilizando ropa muy holgada y no podía seguirles el ritmo a mis hijos", relata Castle. Ese fue el momento en que el médico le dio la noticia que le hizo ponerse en marcha: tenía diabetes tipo 2.

La diabetes tipo 2 "produce trastornos metabólicos caracterizados por una elevación inapropiada de la glucosa en sangre (hiperglucemia), que da lugar a complicaciones crónicas por afectación de grandes y pequeños vasos y nervios", explica la página de la Clínica Universidad de Navarra (CUN).

"Puede provocar síndrome metabólico, que eleva el riesgo cardiovascular y es causa de muerte. En este síndrome se asocian diabetes, hipertensión arterial, aumento de niveles de colesterol, triglicéridos y/o ácido úrico y sobrepeso", añade la CUN.

Para controlar esta enfermedad, Castle se propuso perder peso y la primera decisión que tomó fue cortar su consumo problemático de queso, pero también de aperitivos insanos. Los cambió por comida casera y fue apuntando cuánto peso iba perdiendo.

"Observar las estadísticas semanales me mantenía motivada porque iba viendo cómo se reducía mi peso corporal", recuerda. "Ahora me encanta ir a comprar ropa y me hace sentir genial". Pasar por esta experiencia le dio la idea de convertirse en coach de salud.