Doctora María Muñoz.

Doctora María Muñoz. Montaje.

Ciencia

Una médica desvela el secreto para eliminar el olor de tus manos después de cocinar: "Sin jabón y está en tu cocina"

La especialista compartió el secreto para deshacerte de ese intenso olor después de cocinar o pelar ajos o cebolla.

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Picar cebolla, pelar ajos o limpiar pescado son algunas de las tareas más habituales que podemos encontrar en cualquier cocina. Pero hay un pequeño detalle que resulta muy molesto: ese olor que se queda impregnado en las manos, incluso después de lavarlas con jabón una y otra vez.

Por más que frotemos, parece imposible deshacerse de ese aroma persistente que nos acompaña horas después de cocinar. Lo curioso es que la solución no está en un producto en especial, ni en un jabón o, incluso, en algún truco de las abuelas. 

De hecho, según la especialista en aparato digestivo, María Muñoz, "hay un truco que no implica jabón y que está en tu cocina". ¿La solución? Acero inoxidable.

"Después de cortar ciertos alimentos, el olor se queda impregnado en la piel y no se va fácilmente con agua y jabón. Solución curiosa: pasarte las manos por acero inoxidable", detalla la doctora. 

Y es que, estos compuestos se adhieren con facilidad a la piel porque reaccionan con las grasas naturales que se tienen en la superficie de las manos. El problema es que el jabón tradicional no siempre logra romper estos enlaces químicos de forma eficaz, por eso el olor persiste incluso tras lavarse varias veces.

El acero inoxidable, sin embargo, actúa como neutralizador natural. Su superficie reacciona con los compuestos sulfurosos, atrayéndolos y permitiendo que se adhieran al metal en lugar de permanecer en la piel.

Pero, ¿cómo se consigue que se vaya el olor de forma definitiva? "Frotar tus manos unos segundos contra un cucharón, el grifo o un bol de acero inoxidable bajo el chorro de agua fría hará que desaparezca el olor", asegura la especialista.

Tal y como ella misma aclara: "La razón es que los compuestos de azufre de la cebolla, el ajo o el pescado se enlazan a la superficie del acero, neutralizando el olor en nuestras manos. No es magia, es química", confiesa la especialista ante sus seguidores. 

Este fenómeno es tan efectivo que incluso existen objetos diseñados para ello: "De hecho, existen jabones de acero que solo son eso, una pieza de acero inoxidable en forma de pastilla de jabón", cuenta Muñoz. Son reutilizables, no generan residuos y pueden durar toda la vida.

Así que la próxima vez que se prepare un sofrito o unas sardinas al horno y se note que las manos se impregnan de ese intenso olor, no es necesario correr al baño para lavarlas con jabón o resignarse a llevar el aroma todo el día. 

"Solo debes guardar el jabón e ir directo al fregadero. Tu cuchara puede ser tu mejor aliado", concluye la doctora.