Reconstrucción del Amniote.

Reconstrucción del Amniote. Marcin Ambrozik

Ciencia

Descubren las huellas más antiguas de un reptil: unas garras fosilizadas en una roca de hace 356 millones de años

El hallazgo, publicado en la revista científica 'Nature', sugiere que el origen de los amniotas podría ser anterior a lo que se pensaba.

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J.A. Gómez
Publicada

Un grupo de científicos ha encontrado huellas de garras fosilizadas que se cree que pertenecen a un amniota —un pariente temprano de los reptiles— en una losa de roca de Australia datada en aproximadamente 356 millones de años. Los hallazgos, publicados esta semana en Nature, sugieren que el origen de los amniotas es anterior a lo que se pensaba.

Un paso importante en la evolución de los animales terrestres fue la aparición de criaturas de cuatro extremidades (conocidas como tetrápodos) que salieron del mar hacia la tierra. Los amniotas (el grupo que hoy incluye a reptiles, aves y mamíferos) representan un punto clave en este proceso, ya que son el único grupo de tetrápodos que evolucionó para reproducirse en tierra, lo que los convierte en verdaderos animales terrestres.

El fósil corporal de amniota más antiguo conocido y las huellas asociadas estaban datados previamente en unos 320 millones de años, lo que sugería que los amniotas habrían tardado hasta 90 millones de años en evolucionar tras la salida inicial de los tetrápodos del agua. Esta visión es cuestionada por las huellas descritas por John Long, Per Ahlberg y sus colegas.

Imagen de la huella localizada en una losa de Australia.

Imagen de la huella localizada en una losa de Australia.

Las huellas fueron halladas en una losa de roca recuperada de la Formación Snowy Plains en Victoria, Australia, la cual está datada en alrededor de 356 millones de años. Se identificaron dos conjuntos de huellas, aparentemente del mismo animal, según sugieren los autores. Las huellas muestran marcas de garras que indican que fueron hechas por un amniota —unos 40 millones de años antes que las huellas y fósiles corporales de amniotas conocidos previamente.

Al extrapolar la distancia entre las huellas delanteras y traseras con respecto a la de un varano acuático moderno, que tiene patas de forma similar, los autores estiman que el antiguo amniota podría haber medido alrededor de 80 centímetros de largo, aunque destacan que se desconocen las proporciones exactas del animal.

Estos hallazgos implican que el ancestro común de los amniotas modernos podría haber existido ya en el límite entre el Devónico y el Carbonífero (hace unos 359 millones de años), y que el nodo del grupo corona de los tetrápodos (que une las líneas modernas de los anfibios y los amniotas) surgió a comienzos del Devónico superior (alrededor de 380 millones de años atrás).

De ser cierto, es probable que la evolución de los tetrápodos desde criaturas acuáticas hasta animales completamente terrestres ocurriera más rápidamente de lo que se pensaba, concluyen los autores.