Un bebé toma leche de un biberón.

Un bebé toma leche de un biberón. Shutterstock

Ciencia

Así funcionan los bancos de leche humana en España: "Donar es una satisfacción enorme. Al final engancha"

España cuenta con 20 centros de este tipo, pero no son suficientes. Hay comunidades autónomas que no los tienen en ninguna provincia.

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Las donaciones son algo más que habitual: de sangre, médula o de órganos. Pequeños gestos que, en muchas ocasiones, pueden salvar vidas. En esta lista hay otro elemento que no es tan conocido, pero es igual de importante. La leche materna.

Aunque pueda pasar desapercibida, es un bien muy preciado para bebés prematuros que no pueden obtenerlo de sus madres. Por eso, algunos hospitales españoles cuentan con bancos que la almacenan para dar servicio a las unidades de neonatología que lo precisen.

Esto es posible gracias a las donantes, madres que han dado a luz recientemente y cuentan con una lactancia satisfactoria, cuenta Miguel Ángel Marín, neonatólogo.

Esto significa que pueden amamantar a su pequeño sin ningún tipo de problema, explica el también responsable del Banco de Leche del Hospital Universitario Puerta de Hierro (HUPH), en Madrid.

Gloria Rotella es una de esas donantes. Dio a luz a su hijo hace casi tres años en el HUPH y recibió la información en el propio hospital. Ella no conocía a nadie que lo hubiera hecho y confiesa que no sabía que se podía hacer algo así. “Todo el mundo conoce la donación de sangre, pero la de leche no”, apunta.

La Comunidad de Madrid cuenta con el Banco Regional de Leche Materna Aladina-MGU, ubicado en el Hospital 12 de Octubre. También, tiene cuatro centros satélites: HUPH, Hospital La Paz, Hospital Severo Ochoa (Leganés) y el Príncipe de Asturias (Alcalá de Henares).

Aparte de estos cinco, hay otros tres que también pueden usar las donaciones: el hospital de Getafe, el de Móstoles y el de Alcorcón, detalla el neonatólogo.

Los candidatos a receptores

El tiempo que estos bebés reciben la leche donada depende de la cantidad disponible, pero se intenta que lo haga, al menos, las primeras seis semanas de vida.

Marín cuenta que, en general, los candidatos a recibir esta leche donada son bebés prematuros entre las 32 y 34 semanas, con un peso que va desde los 1.500 gramos a los 1.800. También, hay otras condiciones que pueden darse, como haber sufrido una hipoxia en el nacimiento o crecimiento intrauterino retardado (el feto no crece durante el embarazo).

En el último caso, puede ser un bebé que nace a las 36 semanas de embarazo, pero solo pesa 1.200 gramos, ejemplifica el especialista. Todos tienen una característica común: la madre no puede producir leche o no consigue hacerlo al volumen necesario.

Lo más común es lo segundo, por lo que el equipo médico enseña a las madres algunas prácticas que pueden ayudar a solventar ese problema para que se necesiten las donaciones lo menos posible, expone Marín. Se trata de actividades que aseguren la producción precoz de leche, como la estimulación manual del pecho en la primera hora de vida del neonato.

Otra práctica que puede ayudar es el cuidado canguro, que implica el contacto piel con piel sobre el pecho de la madre. “Funciona fenomenal para incrementar la producción”, sostiene el neonatólogo.

Afortunadamente, hay muchos mecanismos para lograrlo y los casos en los que las madres tienen un problema importante para la lactancia son muy excepcionales, reconoce Marín.

Lo más frecuente es que, una vez que se llevan a cabo estas prácticas, entre el 80% y el 100% de las tomas de los pequeños son de su progenitora. “Muchas veces tenemos que devolver la leche al Banco porque no la hemos usado”.

Los requisitos para ser donante

Quienes quieran donar su leche materna pueden hacerlo a partir de las tres o cuatro primeras semanas tras el parto. “Es cuando ya se han adaptado un poco a todos los cambios que supone la llegada de un nuevo pequeño a la familia”, dice Marín.

Para poder hacerlo, deben estar completamente sanas: no fumar y no consumir alcohol ni drogas, expone el neonatólogo. “Es bastante sencillo pasar este filtro porque casi ninguna mujer hace estas cosas durante el embarazo y la lactancia”, desgrana el especialista. Incluso, se puede hacer con patologías como la diabetes, que no suponen ningún problema para amamantar.

Respecto a la cantidad que deben donar, no hay ninguna cifra determinada, pero sí es importante que haya cierto hábito establecido. “Lo idóneo es que lo hagan, como mínimo, una vez al día para mantener el volumen de extracción”, desgrana Marín.

Rotella comenzó el proceso a las cuatro semanas de dar a luz y, aunque es un caso poco habitual, en la actualidad continúa haciéndolo. Durante todo este tiempo ha tenido una gran producción de leche y quería que ese excedente no se desaprovechara.

“Cada gota cuenta”, sostiene. En dos años y medio ha aportado 42 litros al Banco Regional de Leche Materna, de los que se han podido beneficiar 170 pequeños.

“Es una satisfacción enorme”, expresa orgullosa y reconoce que, si volviera a ser madre, lo haría de nuevo. “Al final engancha”, dice sobre la sensación de saber que puede ayudar a otros niños

Una vez extraída, deben congelar la leche y llevarla a uno de los hospitales de la red regional en un máximo de 15 días. Una vez que el centro la recibe, se toman muestras para analizar, se pasteuriza y se deja lista para cuando se necesite.

Para hacerlo más sencillo, el Banco Regional de Leche Materna, dispone de servicio de recogida a domicilio. Rotella es una de sus usuarias y reconoce que ha sido uno de los motivos que la ha llevado a seguir donando tanto tiempo. “Si tuviera que ir al hospital, sería mucho más complicado”.

Mucho mejor que la leche de fórmula

Marín explica que, en el caso de los prematuros tan pequeños, poder tomar leche materna es “infinitamente mejor” que la de fórmula. Este tipo de alimento aumenta la enterocolitis necrotizante, una enfermedad en la que los intestinos grueso y delgado se inflaman y necrosan.

Esta patología implica una mortalidad de hasta el 30%, indica el experto. Si se evita dar a estos recién nacidos este tipo de leche, y se prioriza la leche de su madre o la donada, “obtendrán más beneficios tanto ellos como las familias”, recalca.

La donación en cifras

La donación de leche materna sigue siendo un desconocido, pero cada año que pasa, las cifras aumentan. El año pasado, el banco regional recogió más de 2.100 litros de 234 donantes.

Estas cifras suponen que casi 780 niños pudieron recibir leche materna cuando sus madres no se la podían aportar. Solo en el HUPH tuvieron 41 receptores, dice Marín.

España consiguió en 2022, el último año del que hay datos, 2.527 donantes nuevas, según la Asociación Española de Bancos de Leche Humana. Recogieron casi 13.500 litros y pudieron ayudar a 3.696 niños.

Los datos son buenos, pero todavía no es suficiente. España solo tiene 20 centros: “Estamos mejor que antes, pero sigue habiendo provincias y comunidades autónomas enteras sin banco de leche”, lamenta Marín.

El neonatólogo tiene claro la forma de atajarlo. Requiere el compromiso de los profesionales, pero, también, el apoyo de los cargos políticos. “Son los que pueden facilitar todas estas circunstancias”.