El sindicato UGT denunció ayer un descenso en 72 millones de euros, hasta los 737 millones, del nuevo contrato para la prestación del servicio, respecto a la cuantía aprobada en el Consejo de Gobierno, antes de la constitución del nuevo Gobierno de PP y Vox, algo que consideraron “los primeros recortes en Sanidad en Castilla y León”.

Pues bien, el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, ha querido explicar en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno esta situación ya que la decisión es reforzar la estructura del transporte sanitario con un contrato único con el 90% del servicio y otros complementarios o específicos con el reto de dotar de “flexibilidad” esta prestación a medida que se vayan definiendo sus necesidades.

Lo hace porque en su opinión, “siempre es más complicado modificar un contrato”. En este punto ha dejado claro que la Junta tiene “claras” las necesidades globales”, pero es preciso seguir “modulando medidas según surjan las necesidades”.

Además, ha avanzado que auditará el contrato plurianual del transporte vigente para poder analizar su funcionamiento y sacar conclusiones.