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Sociedad

“No es cierto que un exfumador tenga dependencia psíquica al tabaco toda su vida”

31 mayo, 2021 09:52

Por supuesto, es posible dejar de fumar, pasar página de por vida y estar contento, una actitud que el fumador no termina de imaginar cuando se plantea abandonar esta droga llamada nicotina. Como ocurre con toda droga, no es tarea fácil apartarla de tu vida. El principal escollo con el que se encuentran los fumadores cuando acceden a romper con ella es el síndrome de abstinencia psíquico, aquel que permanece prolongadamente en el tiempo y es más transcendental que la mera dependencia física.

Sin embargo, uno de los aspectos claves para conseguir dejar de fumar es acabar con los mitos y falsas creencias acerca del tabaquismo que contaminan psíquica y emocionalmente al fumador y que se convierten en grandes inconvenientes en la lucha contra el cigarrillo. Uno de los más recurrentes es pensar que la dependencia psíquica dura de por vida y que un exfumador seguirá deseando volver a fumar durante el resto de su vida, una afirmación que niega en rotundo Pablo Rebollo, médico-psicoterapeuta de la Asociación Contra el Cáncer de Valladolid. “Eso no es cierto, hay que hacer las cosas como es debido y trabajarlas en condiciones, partiendo siempre de la base de que el individuo quiera dejarlo”, asegura.

El doctor Pablo Rebollo habla con conocimiento de causa. Trabaja en un programa multicomponente de la AECC con el que ayuda a dejar de fumar a grupos de hasta 15 personas y consigue en tres meses y nueve sesiones que más del 45% de los pacientes consigan su propósito. Un absoluto éxito en esos casos, pero asimismo deja una importante huella en quienes no lo logran, pues se llevan herramientas para poderlas utilizar en otro intento posterior. Aunque ha sido un año inusual, por las limitaciones a causa de la pandemia, y a fin de garantizar la seguridad frente al COVID 19, en 2020 se unieron al Programa de Deshabituación Tabáquica de AECC Valladolid un total 40 personas, de las cuales dejaron de fumar el 68%. Gracias a este curso, se deja de fumar de manera progresiva siguiendo las pautas de este médico-psicoterapeuta.

La motivación que lleva a estas personas a proponerse en firme acabar con el tabaco es principalmente la salud y el riesgo de cáncer, aunque también es significativo que aludan a querer apartar de sus vidas la dependencia. Esa sensación de hacer algo que no controlan y que se plantean abandonar, pero no pueden, de ahí que sientan la necesidad de liberarse del hábito tabáquico.

Los tiempos del Covid han sido especialmente duros para los fumadores. La pandemia genera incertidumbre y ésta se asocia claramente al estrés, por lo que ante esta situación cualquier dependiente al tabaco tiende a consumir más. Y claramente, también la dolorosa soledad. 

Dar el paso para dejar de fumar no es cuestión baladí. Ahora bien, intentar romper con el tabaco recurriendo a los cigarrillos electrónicos y elementos similares “no es aconsejable”, según el médico-psicoterapeuta Pablo Rebollo. De este modo, se sigue utilizando un producto que contiene nicotina en ocasiones y, si no la llevara, se alimenta la dependencia psíquica. “Tenemos suficiente información y estudios para afirmar que es dañino para la salud”, subraya.

Hoy, día 31 de marzo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco y la realidad es aún demasiado cruda. El 22% de la población española comprendida entre los 15 y los 64 años -un total de 8,6 millones- fuma diariamente y, solo en el año 2019, 340.000 personas pasaron a engrosar las estadísticas de fumadores activos. El tabaco es el causante de un tercio de todos los casos oncológicos, con hasta 16 tipos de cánceres vinculados.

Uno de los datos más llamativos es que la normalización del tabaco, que aún persiste en nuestro entorno, promueve que se comience a fumar a una edad excesivamente temprana (la edad media de inicio en el consumo es de 14,1 años). Las razones que influyen entre los niños y adolescentes para comenzar a fumar es ver que sus amigos fuman, querer sentirse más mayores y estar en ambientes de fumadores, entre otros.

No obstante, se ha observado en los últimos años que el descenso en el consumo de tabaco está consiguiendo que los jóvenes se conciencien más, ya que han comprobado que sus mayores ya no fuman y han podido dejarlo, al tiempo que son más conscientes del daño que genera el tabaquismo.

Así, la tasa de fumadores se ha reducido considerablemente desde que se implantó en 2006 la Ley Antitabaco, que generó un descenso inicial del número de consumidores y posteriormente provocó “un repunte”, porque, en opinión del doctor Rebollo, “la ley se quedó francamente corta”.

Los menores, el colectivo más vulnerable

La AECC ha querido hacer hincapié este año en el Día Mundial Sin Tabaco en los perjuicios que provoca fumar delante de menores exponiéndoles a desarrollar cáncer en el futuro: nueve de cada diez fumadores activos fuma en presencia de menores, según el Estudio Espacios sin humo en España. ¿Dónde estamos? ¿Dónde queremos estar? del Observatorio de la AECC.

Casi en la totalidad de espacios públicos frecuentados por niños hay restos de humo de tabaco en el ambiente: en el 95,1% de las terrazas, en el 78,2% de las entradas a locales de hostelería, en el 46% de los accesos a los centros escolares y en el 41% de los parques infantiles. Alineándose con el Plan de Cáncer Europeo, la AECC persigue así reducir la incidencia de fumadores en España para conseguir que para el año 2030 haya una generación libre de tabaco.

Los menores se encuentran ante una situación de especial inequidad, al no poder elegir libremente respirar aire libre de humo de tabaco en los espacios públicos.  Estos representan así un colectivo especialmente vulnerable a la inhalación del humo ambiental pudiendo sufrir, tras una exposición continuada, un 50% más de otitis, un 20% más de crisis asmáticas o un 30% más de infecciones respiratorias. Además, los niños y las niñas expuestos al humo del tabaco durante la infancia tienen más riesgo de desarrollar cáncer y enfermedades cardiacas en la edad adulta que los no expuestos.

Ramón Reyes, presidente de la AECC anunciaba que “como venimos alertando desde hace años en la AECC, el tabaco provoca cáncer y mata. Pero el humo del tabaco también y no podemos consentir que la población no tenga la opción de elegir si se expone o no. Es intolerable que, a estas alturas, los niños y niñas de este país, los jóvenes, sufran las consecuencias del tabaco sin encenderse un cigarrillo y, por ello, hemos pedido a la ministra de Sanidad, que se actualice la Ley Antitabaco existente ampliándose los espacios libres de humo. De ese modo, estaremos reduciendo la exposición de los menores a las más de 70 sustancias cancerígenas que contiene el humo ambiental, además de evitar otras consecuencias físicas a corto plazo”.

Pedro Caballero, presidente de la CONCAPA, reclama “en el Día Mundial Sin Tabaco, espacios públicos sin humo del tabaco para nuestros hijos. CONCAPA y la AECC pedimos un refuerzo de la legislación vigente para blindar como espacios sin humo del tabaco todas las zonas públicas donde exista presencia de menores para poder lograr una generación libre de tabaco”.


Para Leticia Cardenal, presidenta de la CEAPA, “resulta intolerable que los niños y niñas respiren humo de tabaco en cuatro de cada diez accesos a centros escolares y en un porcentaje similar de parques y, como padres y madres, tenemos la responsabilidad de educar con el ejemplo, de salvaguardarlos de ese humo nocivo y de impedir que vean el tabaquismo como una práctica normal”.

La AECC en Valladolid se ha comunicado con la Federación Provincial de Asociaciones de Madres y Padres de Centros Públicos de Valladolid y con la Federación Católica de Madres y Padres de Alumnos de Valladolid. El objetivo es hacer llegar al mayor número de colegios la iniciativa y se vele porque los menores respiren un aire saludable no solo en el entorno escolar, también en las inmediaciones.

Así, propone la extensión de los espacios sin humo de tabaco a todos los espacios públicos al aire libre en los que pueda haber menores: las terrazas, instalaciones deportivas, playas, etc, incrementando, de esta manera, la protección de la salud de los menores. 

Más espacios sin humo, menos tabaquismo

El consumo de tabaco es el primer causante de enfermedad, invalidez y muerte evitable en España. Así, entre los años 2010 y 2014 un total de 259.348 personas fallecieron por causas relacionadas con el tabaco en nuestro país, estableciendo en 51.870 la media de muertes anuales derivadas del consumo de esta sustancia. El tabaco representa así una de las principales amenazas para la salud pública a nivel global, provocando la muerte directa o indirecta de la mitad de las personas fumadoras y situándose como la causa principal del 90% de las muertes por cáncer de pulmón.

Si bien el colectivo de fumadores activos es el principal receptor del humo del tabaco, el 78% de población restante también se ve expuesta a sus efectos nocivos a raíz, esencialmente, del humo ambiental que permanece en el aire al encender un cigarrillo. Así, una de cada ocho personas que fallecen a causa del tabaco en el mundo, nunca ha fumado activamente.

En el marco del Día Mundial Sin Tabaco, la AECC reivindica así la ampliación de los espacios sin humo como vía esencial para la reducción del tabaquismo y como único medio probado para garantizar la protección de la ciudadanía frente a los efectos nocivos del humo ambiental. Prestando una especial atención a la vulnerabilidad de los menores de edad ante esta problemática, la Asociación hace un llamamiento generalizado a la sociedad española para que todos los niños y las niñas del país puedan respirar aire libre de humo de tabaco hoy para preservar su salud en el futuro.

En este sentido, la AECC en Valladolid ha firmado este miércoles, 26 de mayo, un convenio de colaboración con la Asociación de Hostelería de Valladolid. El acuerdo contempla, entre otras acciones de prevención y hábitos de vida saludables, el fomento de espacios sin humo durante el Día Mundial. Para ello, aquellos establecimientos socios que quieran adherirse a la iniciativa, colocarán en las mesas de sus terrazas un distintivo que indique que en ese lugar no se fuma.

Por su parte, diversos ayuntamientos de toda la provincia de Valladolid han manifestado a la asociación su interés por sumarse a esta propuesta preventiva de salud y en las próximas semanas se firmarán los pertinentes convenios de colaboración.