Beatriz Polo y su hijo Dylan

Beatriz Polo y su hijo Dylan Cedida

Valladolid

Bea vive en Valladolid y lleva a su hijo a una guardería de Madrid: "Voy por trabajo y allí comprar una casa es inviable"

La vallisoletana lleva 18 años trabajando en la capital española y desde hace uno va acompañada de Dylan.

Más información: Miguel Ángel, 16 años viviendo en Valladolid y trabajando en Madrid: "Pagaba 500 euros al mes, me llamaban loco"

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La conciliación, una palabra conocida por todos, entendida por algunos y complicada para muchos. Beatriz Polo es vallisoletana y desde hace 18 años es viajera habitual del tren que cada día parte hacia Madrid.

Aunque desde hace 13 años lo coge cada día y desde hace 1 lo hace acompañada de su pequeño Dylan. Tiene un año y va a la guardería en Madrid, puede parecer chocante para muchas personas, pero es la única alternativa que esta familia numerosa tiene.

Cada día cogen juntos el tren de las 06:23 horas y vuelven sobre las 15:40. Cuando la luna aún alumbra el cielo, las calles están frías y apagadas y todas las persianas permanecen cerradas. Tiene que entrar a trabajar y no hay un lugar en el que el pequeño se pueda quedar.

"A esas horas no hay ninguna guardería abierta en Valladolid", explica en declaraciones a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León. Sin embargo, tiene la suerte -entre comillas- de que en su trabajo le subvencionan la guardería para el pequeño.

El padre trabaja en Olmedo a turnos y le resulta imposible poder compaginar los horarios de las guarderías para llevarlo o recogerlo. Tampoco cuentan con la ayuda de los abuelos, tan esencial en muchísimas casas, y la madre se tiene que desplazar diariamente a la capital española.

No hay mucha más opción que montarlo en el tren. "La suerte es que la paga el trabajo", reconoce, porque las guarderías no son especialmente baratas en Madrid. Ellos solo se hacen cargo del material escolar, que este año ha sido de unos 50 euros, el resto corre a cargo de su empresa.

En el tren viaja con su plaza y, por tanto, tampoco paga nada el pequeño Dylan. Ella es beneficiaria de los abonos de ida y vuelta, que tienen un descuento de la mitad de precio para los usuarios y que todavía sigue en vilo la decisión del Ministerio para saber si el precio continuará siendo el mismo el próximo año.

Beatriz incide en la importancia de mantener este ahorro: "Si ahora casi nos cuesta llegar a final de mes, imagínate si nos quitan el descuento. Pagar 500 euros al mes es muy complicado para una familia numerosa".

Y, en su caso, visto está que no tiene muchas más opciones. El matrimonio se planteó comprar una casa en Madrid, ya que él es natural de la capital española, pero los precios de la vivienda no lo ponen nada fácil: "Es inviable".

Estuvieron mirando diferentes zonas y las únicas donde podrían encontrar alguna vivienda que no fuera extremadamente desorbitada eran Móstoles y la periferia. Sin embargo, entra en juego otro factor, que ella no tiene carné de conducir.

"Dependeríamos de medios de transporte y creo que hasta tardaría más que viviendo en Valladolid", lamenta. Además de añadir que si comprar está complicado, alquilar es "imposible" y que en la ciudad del Pisuerga ganan en "calidad de vida".

Desde la Asociación de Usuarios de Alta Velocidad de Valladolid trabajan en pedir al Ayuntamiento que ponga una guardería para las personas que se encuentran en la misma situación que esta familia vallisoletana.

"Sería una gran ayuda para atender a los hijos de los que vamos cada día a Madrid. Algunos sí que los pueden llevar a casa de los abuelos, pero también a la misma hora, a las 6 de la mañana", explica su presidente Miguel Ángel García.

Ayuda para las familias

El presidente de Usuarios de Alta Velocidad de Valladolid, Miguel Ángel García, y el de Castilla y León, Carlos Perfecto, aseguran que es "muy importante" que el Gobierno de España continúe ofreciendo el descuento de los abonos.

Una ayuda que se mantiene, en principio, hasta el 31 de diciembre y por la que todos los usuarios están en vilo para saber si podrán prorrogar estos descuentos que tanto facilitan sus vidas.

En casos como el de Beatriz es inevitable tener que ir cada día. Actualmente, el precio es de unos 125 euros al mes, que podría subir de precio si el Ministerio no mantiene la bonificación.

"De los 125 actuales, esperamos que el salto no supere los 200 para no quitar a los ciudadanos de Valladolid la posibilidad de quedarse", añaden los presidentes de las asociaciones.

Perfecto afirma que los ciudadanos necesitan saber "qué va a decidir el Ministerio" sobre si va a implantar "el abono laboral, que llevamos diciendo desde hace 7 años, que es el marco jurídico y tarifario más acorde para utilizar de forma diaria y económicamente asumible por todos el tren".

Una respuesta "urgente" para evitar la "incertidumbre" de quienes cada día se levantan para trabajar en Madrid, pero no quieren renunciar a desarrollar su vida en la ciudad del Pisuerga.