Víctor Cura Arconada con su moto de Just Eat
Víctor, de Rusia a Valladolid para trabajar como rider: "Tengo contrato indefinido, vacaciones, y cobro horas extra"
Tiene el sueño de ser guardia civil porque le gusta ayudar a los demás. Desde marzo de 2024 es empleado de Just Eat y ensalza la forma de actuar de la compañía. “Respetan nuestros derechos”, asegura.
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La Ley Rider pasa por ser una normativa que regula el trabajo de los repartidores que trabajan para las plataformas digitales de envío a domicilio. Esos empleados que se esmeran por llevarte la comida a casa en el menor tiempo posible para que llegue recién hecha y aún caliente.
Una normativa que entró en vigor en nuestro país en el año 2021 y que establece una serie de obligaciones con el fin de que las empresas que operan en el sector cumplan para que los derechos de los trabajadores no se resientan.
Hace unas semanas, la Subdelegación del Gobierno en Valladolid informaba de que la Inspección Provincial de Trabajo proponía sancionar a alguna de estas plataformas digitales de reparto que operan en Valladolid por valor de 4.105.314 euros por el hecho de emplear sin dar de alta en el Régimen General de la Seguridad Social a 840 trabajadores.
“Hay compañías que hacen las cosas bien y que respetan los derechos de sus empleados”, asegura, cuando repasamos estos datos con él y en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Víctor Cura Arconada, un rider que trabaja desde marzo de 2024 en Just Eat.
Nuestro protagonista afirma que “desde el primer momento” con esta compañía “tiene contrato indefinido, vacaciones” y añade que “cobra las horas extra”. Charlamos con él sobre su situación. Es “feliz” y lucha, cada día, por hacer su trabajo “de la mejor manera posible”.
Víctor Cura Arconada
De Rusia a Valladolid
Víctor nació en Tomsk (Rusia) hace 25 años. Sin embargo, con sólo dos, llegó a Valladolid. Es, se podría decir, un pucelano de adopción. Tiene la ESO, comenzó el Bachillerato, pero finalmente apostó por realizar un Grado Medio de Instalador de Comunicaciones.
“Me defino como una persona responsable, puntual, que cumple con lo que se le manda. Soy muy proactivo y una persona sensata que valora mucho su tiempo”, asegura nuestro protagonista.
Recuerda su infancia con nostalgia en la ciudad del Pisuerga. Pasó por colegios como el Macías Picavea y también por el Federico García Lorca para trasladarse al Galileo y completar ese Grado Medio.
“Me encanta conducir. También el ciclismo de montaña y la fotografía. Siempre he querido ser guardia civil de tráfico porque me encanta ayudar a los demás, pero eso de opositar no lo llevo nada bien”, afirma Víctor.
Suma, a su corta edad, seis años cotizados. Empezó con su padre en una empresa de soldaduras ayudando en verano. También ha sido teleoperador, analista hipotecario y bancario, y ahora rider.
Entre abril de 2021 y hasta julio del mismo mes fue empleado de una conocida marca de reparto. Lo retomó entre febrero de 2024 y hasta mayo de ese mismo año hasta que Just Eat se cruzó en su camino en marzo. Alternó varias compañías durante unos meses hasta que decidió apostar por Just Eat.
Ser rider
“En enero de 2021 finalicé en una empresa. No encontraba trabajo. Aposté por una compañía de reparto y ahí fue cuando me introduje en el mundo rider. Fue por necesidad, necesitaba tener un salario”, afirma Víctor.
Sin embargo, el hecho de trabajar como autónomo, sin apenas descanso, le “frustró mucho”, confiesa. Tenía que pagar, cada mes, la cuota. Esto le motivó a sacarse el carné A2 para poder conducir motos y ser contratado por Just Eat.
Víctor subido a su inseparable moto
“En marzo de 2024 comienzo con Just Eat. Mi situación personal con esta compañía ha mejorado mucho. Me ofrecieron contrato indefinido desde el primer momento. Estaba dado de alta en la Seguridad Social, tenía vacaciones, cobraba las horas extra… me dieron una gran tranquilidad”, afirma Víctor satisfecho.
Él cuenta con un contrato de 20 horas. Indefinido. Pero confiesa que, a la semana, llega a las 30, y que “son pagadas en forma de extras”. En la actualidad cobra, como el mismo nos explica, entre “1.000 y 1.200 euros al mes” sin “tener que preocuparse por pagar la cuota de autónomos” en algo que valora “muy positivamente”.
Hacer las cosas bien
“Creo que hay que perseguir a las compañías de reparto que no hacen las cosas bien. Pienso que Just Eat siempre ha intentado no jugar con la Ley. Eso es muy importante. A la hora de ofrecer contratos indefinidos, de dar de alta a sus repartidores e, incluso, de tener un convenio colectivo propio”, explica nuestro entrevistado.
Asegura que ve bien que las empresas que “jueguen con los contratos de autónomos” e “intenten hacer trampas” sean “sancionadas” con incluso “cuantías más altas” para “evitar estas prácticas”.
“En la otra plataforma en la que trabajé me hicieron mucho daño con ese tipo de contrato de autónomo. No tenía vacaciones ni días de descanso. Ahora, cada semana, tengo dos. Mi situación ha cambiado considerablemente”, afirma.
El futuro
“Nosotros trabajamos con supermercados, en este caso con la marca DIA y también con restaurantes como pizzerías, chinos, kebabs y demás. Vamos al punto de recogida, cargamos y se lo llevamos al cliente. Una cosa importante que me ocurrió es que si tu horario finaliza a las 23 pero acabas un poco más tarde, incluso un minuto, Just Eat te lo paga. Valora nuestro tiempo y eso es muy positivo”, añade Víctor.
Víctor Cura haciendo un reparto
Nuestro entrevistado es muy optimista con el futuro. Asegura que “se ve como coordinador” en la compañía y afirma que, pese a llevar un año en la marca “ya es persona de confianza”.
“Otra cosa importante en Just Eat es que tenemos representación de los trabajadores. Yo formo parte. Pertenezco a UGT y eso hace que te sientas protegido”, finaliza el joven.