Imagen de Bocos de Duero en Valladolid

Imagen de Bocos de Duero en Valladolid ICAL

Valladolid

El municipio más pequeño de Valladolid está en la zona del mejor vino: solo tiene 6 km² y su nombre genera debate

La provincia cuenta con 225 pueblos de los cuales cuatro no llegan a tener 10 kilómetros cuadrados.

Más información: El municipio más grande de Castilla y León no es una capital: es dos veces mayor que Valladolid y ocupa 457 km²

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Un paseo por la provincia de Valladolid es un paisaje lleno de llanuras agrícolas, valles fluviales y muy pequeñas elevaciones. Una amplia red de municipios, algunos con una extensión muy pequeña y otros que abarcan espacios más amplios.

En total son 225 municipios los que estructuran el territorio vallisoletano, una cifra elevada para una superficie provincial relativamente contenida.

Si un pueblo de Soria, no muy conocido, es el municipio más grande en extensión de toda Castilla y León, en este caso, en Valladolid no hay sorpresas, porque es la capital la más grande. Aunque lo más llamativo son esos pequeños pueblos en espacio, pero grandes en ideas.

Estos son los diez municipios con menor extensión de la provincia de Valladolid.

Bocos de Duero – 6 km²

El municipio más pequeño de la provincia, un ejemplo claro de cómo los pueblos vinculados al valle del Duero pueden desarrollarse en áreas muy limitadas, con un caserío compacto y tierras vitivinícolas alrededor.

Bocos de Duero se esconde en el extremo oriental de la provincia de Valladolid, a unos 60 kilómetros de la capital y a escasos minutos en coche de Peñafiel, corazón turístico de la Ribera del Duero.

Rodeado de viñedos, nogales y laderas suaves, el pueblo aparece como un oasis verde entre grandes extensiones de cereal, un respiro paisajístico en una de las comarcas vitivinícolas más prestigiosas de España.​

El propio nombre del pueblo, “Bocos”, sigue generando debate entre los especialistas, que apuntan incluso a una posible relación con las bocas de acceso a las bodegas tradicionales excavadas en el terreno.

Bocos de Duero alcanzó su máximo demográfico en la década de 1950, con cerca de 300 habitantes, para ir perdiendo población de forma paulatina hasta rondar hoy algo más de medio centenar de vecinos censados.

La economía sigue apoyándose en la agricultura de secano, el viñedo y un cultivo cada vez más visible en la zona: el de las nueces, producto que ha ganado prestigio en el mercado comarcal.

En el término municipal operan bodegas adscritas a la Denominación de Origen Ribera del Duero, que elaboran tintos de crianza y vinos de autor bajo marcas como “Señorío de Bocos” o “Autor de Bocos”, situando al municipio en el mapa del enoturismo.

El segundo municipio más pequeño de Valladolid es Torrecilla de la Torre con 7 km². Un término municipal mínimo, marcado por un núcleo concentrado y un dominio de cultivos de secano.

El tercer puesto del minúsculo podio es para San Miguel del Pino con 8 km².

A pesar de su reducido tamaño, posee una ubicación estratégica junto al río, lo que influyó en su origen y estructura. Está muy cercano a Valladolid.

Robladillo – 9 km² Un microterritorio eminentemente agrario, caracterizado por una baja densidad y un caserío recogido.

Cabezón de Valderaduey y Villafranca de Duero – 10 km²

Ambos comparten la quinta posición, con extensiones similares, aunque pertenecen a zonas con realidades agrícolas y paisajísticas distintas.

Gallegos de Hornija, Puras, San Pelayo y San Salvador 11 km²

Cuatro municipios empatados, cada uno con una superficie que apenas supera las mil hectáreas. Representan bien la configuración típica de los pequeños pueblos castellanos: núcleos compactos rodeados de tierras de labor.

En contraste con los anteriores, la provincia también presenta municipios de gran extensión, muchos de ellos asociados históricamente a importantes villas, centros de servicios comarcales o antiguos núcleos con amplios aprovechamientos agrícolas y ganaderos.

Los 10 más grandes

Valladolid – 198 km² La capital es el municipio más extenso, que integra no solo la capital provincial sino también una amplia superficie periurbana y espacios naturales asociados a los valles fluviales.

Medina del Campo – 153 km² Históricamente una de las villas más relevantes de Castilla, su amplio término se relaciona con su pasado económico y comercial.

Mayorga – 151 km² Ubicado en la comarca norte, combina su historia con una gran superficie agrícola que define su paisaje.

Tordesillas – 142 km² Famoso por su relevancia histórica, posee también un extenso término influido por su situación estratégica.

Olmedo – 129 km² Un municipio con una importante herencia histórica y una amplia superficie vinculada a la campiña del sureste.

Nava del Rey – 126 km² Su extensión está ligada a un territorio de larga tradición vitivinícola y cerealista.

Castronuño – 124 km² Destaca por incluir uno de los entornos naturales más valiosos de la provincia, el embalse y reserva natural del mismo nombre.

Medina de Rioseco – 115 km² Antiguo enclave comercial, su término refleja siglos de actividad agrícola y ganadera.

Alaejos – 102 km² Un municipio histórico con un amplio espacio agrario.

Villalba de los Alcores – 101 km² Su extensión incluye zonas de transición entre valle y páramo, con una geografía variada.

Estos municipios configuran la parte más amplia del territorio provincial y representan una realidad muy distinta a la de los microterritorios: su superficie permite acoger una mayor variedad de paisajes, usos del suelo e infraestructuras.