Daniel con sus piñones en Valdestillas

Daniel con sus piñones en Valdestillas

Valladolid

El ceramista que busca batir un Récord Guinness con miles de piñones de barro

Daniel Serna Sigüenza quiere llegar al medio millón de piezas, pasar a la historia, y exhibirlas por la provincia de Valladolid

8 febrero, 2023 07:00

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Valdestillas es un pequeño pueblo de la provincia de Valladolid que se encuentra a unos 20 kilómetros de la capital. En el valle del Adaja, rodeado todo él de pinares. Tiene en la actualidad, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, un total de 1.599 habitantes y está dentro de la DO Rueda, con unos vinos que quitan el sentido

Uno de ellos es Daniel Serna Sigüenza. Es nacido en la localidad pucelana. Suma más de 10 años como alfarero y, en la actualidad, es ceramista y elabora auténticas joyas y obras de arte, de quilates, con técnicas variopintas.

Además de mi labor como ceramista, me gusta mucho la arqueología. En ocasiones paseo por el campo en busca de distintas piezas. Además, me gustaría destacar que estuve siete años dando cursos de cerámica a los presos en la cárcel”, asegura orgulloso.

Una persona “humilde y feliz”

Me considero una persona muy humilde y feliz. Sin muchas pretensiones. Creo que así hay que ser en la vida. Me gusta lo que hago y disfruto mucho con ello”, confiesa nuestro entrevistado, que en la actualidad se dedica a la cerámica pero que a lo largo de su vida ha hecho muchas cosas más.

De pequeño, en Valdestillas, le gustaba dibujar y hacer manualidades. De ahí se fue a trabajar en el mundo de la madera durante casi 10 años, a Gerona. Fue en los años 80 esto. Momento en el que vuelve a su localidad natal para comenzar a trabajar el barro. “Estuve en la Escuela de Artes y Oficios de Valladolid. Comienzo a hacer objetos que gustaban a la gente cuando se los regalaba”, añade.

De ahí a la alfarería y posteriormente a la cerámica. “Las ferias me condicionaban mucho a la hora de hacer piezas. Tenía que elaborar objetos que pudieran venderse, me gustaran más o menos. Ahora hago lo que quiero, estoy a mi aire y tengo mucha más libertad”, nos explica.

Daniel en su taller

Daniel en su taller Juan Carlos Rebollo

Un Récord Guinness

En la actualidad, Daniel ha realizado, aproximadamente, 470.000 piñones de barro. La idea surgió en el primer año de la pandemia del coronavirus. Como no se podía salir de casa, se llevaba hasta allí las pastillas de barro para confeccionar estos objetos. “En la cabeza tenía la idea de hacer muchos piñones, pero no pensaba en tantos. Poco a poco me he ido metiendo y hasta aquí”, apunta.

Hasta el casi el medio millón. Son piñones de barro, hechos a mano, cocidos como si estuvieran para comer. Cascados, sin cascar, y piñas. Todo hecho uno por uno. Todo tiene su magia. Son piezas diferentes, de orfebrería.

Quiero llegar al medio millón de piezas y llamar a la organización del Récord Guinness para que lo controlen y registren”, añade nuestro entrevistado que asegura además que ya ha hablado con Pedrajas de San Esteban, el municipio piñonero por excelencia en la provincia de Valladolid, para realizar una exposición.

“A últimos de abril y principios de mayo voy a hacer un mosaico en Villanueva de Duero y mi idea pasa por extender todos los piñones formando el dibujo de un pino. Allí hay una asociación de pinariegos. Es algo muy interesante pero raro, una locura, vaya”, confiesa Daniel, sumamente ilusionado.

Pasión por ser ceramista

El natural y vecino de Valdestillas tiene allí su taller. Va por la mañana, se toma un café y disfruta trabajando. “He colaborado con los pueblos de alrededor. Me encargan trofeos, estoy haciendo esculturas y murales”, confiesa. También hace esculturas de Miguel Delibes y conserva, aún hoy, un horno árabe.

Nos recuerda cuando, con este elemento, hacía cocciones y elaboraba jarrones. También cuando llegaban hasta su centro de trabajo curiosos desde Salamanca, Burgos o Palencia y les “enseñaba a cocer”.

Como ceramista ha hecho piezas de gran formato para Tordesillas, en Villanueva también cuenta, en la carretera, con varios murales cerámicos. Y en Valdestillas, como no podía ser de otra manera, con una imagen que sale en procesión y varios trabajos en la iglesia.

Un hombre que no deja de trabajar y que busca ahora conseguir un Récord Guinness, ni más ni menos, a ritmo de unos curiosos piñones.