Carmen Guillén, presidenta de la Asociación Salmantina contra el Bullying, en una entrevista para EL ESPAÑOL de Castilla y León
“El acoso escolar debe ser un delito": Carmen Guillén, presidenta de la Asociación Salmantina contra el Bullying
Denuncia la falta de leyes claras, pide un protocolo nacional y alerta del aumento de casos en Salamanca desde edades cada vez más tempranas.
Más información: “Este sí es tu problema”: Salamanca alza la voz y convierte mayo en un grito contra el bullying
Noticias relacionadas
Cuando tres familias salmantinas se unieron hace años para fundar una asociación contra el acoso escolar, no lo hicieron desde la teoría ni por activismo abstracto. Lo hicieron desde la herida.
Habían vivido el bullying muy de cerca, en sus casas, en sus hijos y no encontraron respuesta suficiente ni en la escuela, ni en la ley, ni en el sistema. De ahí nació la Asociación Salmantina contra el Bullying y el Ciberbullying, que hoy preside Carmen Guillén y que se ha convertido en referencia en la provincia y más allá.
“El acoso escolar nació de un fracaso del sistema jurídico, educativo y social”, explica con contundencia.
Y aunque la asociación se ha consolidado con un equipo técnico especializado, programas educativos, atención psicológica, recursos jurídicos y convenios como el que mantienen con el Ayuntamiento de Salamanca, Guillén es clara: “Nos sigue faltando apoyo institucional real. Lo que tenemos hoy es insuficiente”.
Acoso a los 7 años y silencio a los 40
Uno de los problemas más graves, afirma, es que se sigue viendo el bullying como un problema puntual y no como lo que es: una agresión continuada con consecuencias profundas. “No hay conciencia de que esto es una forma de violencia, y de las duras. Hay gente que sigue callando con 40 años lo que sufrió con 10”.
Hoy, los casos no solo no se reducen, sino que se detectan cada vez antes: “Antes lo veíamos en los últimos cursos de primaria. Ahora ya lo estamos viendo en los primeros ciclos, a niños y niñas de 7 años”, alerta Guillén. Además, el acoso digital ha cambiado las reglas: “No hay que demonizar las redes, pero sí educar para usarlas. Estamos viendo casos muy graves de exclusión social, abuso psicológico y amenazas online”.
“La víctima está desprotegida”
La presidenta de la asociación insiste en que España carece de una normativa clara y eficaz. “El acoso escolar no está tipificado como delito. Nos dicen que se incluye en otras figuras, pero no es suficiente. En Francia ya se está haciendo. Aquí seguimos a años luz. No hay protocolo nacional, ni borrador, ni voluntad política”.
Desde su equipo exigen que se implante de verdad la LOPIVI (Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia), pero aseguran que no se está aplicando como debería. “La infancia está completamente desprotegida. Se finge que no pasa. Lo que no se ve, no existe. Pero nosotros lo vemos cada día”.
Cómo detectar el acoso escolar
La asociación trabaja con familias, centros educativos, servicios sociales y policía para identificar casos. Utilizan entrevistas, test, conversaciones y herramientas de ciberseguridad. “A veces es un padre el que se acerca; otras veces es un docente. También nos derivan desde servicios sociales”, explican.
Cómo ayudar desde Salamanca
“Lo primero es conocer nuestro trabajo. A veces somos grandes desconocidos”, lamenta Guillén.
“Invito a los salmantinos a que se acerquen, a que nos escuchen. Necesitamos manos, apoyo, visibilidad. Y, sobre todo, que no se calle más. No se puede seguir ocultando lo que ocurre bajo la alfombra”.
Hoy, en el Día Internacional contra el Bullying, su mensaje es claro y directo: “Los niños son el futuro. Pero también el presente. Y el presente hay que cuidarlo”.