A quien madruga Dios le ayuda. Eso ha debido pensar el respetable del Municipal esta tarde tras la vistoria de su equipo ante el Alavés B (1-0). Un tanto tempranero de Cristóbal sirvió a los de Ángel Sánchez para anotarse la victoria ante el cuadro vasco. Al final, tras la expulsión de Jesús Muñoz, tocó milagro y lo puso un acertado Guille Vallejo

El Guijuelo arrancó el choque por todo lo alto. No se había cumplido el primer minuto de juego cuando se adelantó en el marcador. Balón a la espalda de la zaga alavesa y Bolaños, muy rápido, conectó con Cristóbal que colocó el primero en el marcador del Municipal. El tanto apaciguó el ímpetu local y espoleó al cuadro vitoriano. No en vano, apenas tardaron un minutos en certificar que los guantes de Guille Vallejo estaban ajustados. Hasta el descanso, partido espeso, sin apenas ocasiones, y un conjunto chacinero que navegaba a gusto con viento a favor.

Tras el paso por vestuarios la película no cambió en demasía. Los de Ángel Sánchez trataron de amasar más el balón se soltaron en ataque a ráfagas. Carmona asomó al balcón del área al paso por por el 50', pero estuvo atento el meta Gonzi. Poca profundidad. La reacción por parte del filial alavesista llegó por medio de Paulino que enganchó un venenoso remate que se marchó junto al poste de Guille Vallejo. A la vuelta, Carmona, el más incisivo, pudo sentenciar pero no acertó en una ocasión con dos yemas. Al final, tocó sufrir tras la expulsión de Jesús Muñoz, pero Vallejo se vistió de héro al filo del 90' para retener los tres puntos en el Municipal.