Afinar el primer día siempre entraña sus riesgos. Falta entrenamiento, práctica y soltura, a lo que se añade el gusanillo de la puesta en escena inicial. El pleno de este viernes en la Diputación, el primero de la legislatura tras la toma de posesión, tenía mucho de novedoso para gran parte de los presentes y más de rutinario para los veteranos, aunque eso no ha evitado un clima de despiste general.

La sesión ha comenzado con un guirigay que ha hecho que Conrado Íscar comenzara su intervención en la butaca con el respaldo más alto, la del presidente, llamando al orden y reclamando silencio para empezar. Al dar paso a la votación de los grupos, la primera confusión ha llegado por parte del único diputado provincial de Vox, Mario de Fuentes, que ha confundido el momento de la votación con declinar un turno de intervención. Eso y que el micrófono se resistía más de la cuenta, con algún ruido extraño del que era difícil conocer su origen.

El representante del partido de ultraderecha se ha dado cuenta de la confusión y ha pedido disculpas al presidente, en un momento en el que todavía pesa más la relación personal que el protocolo que marcan los espacios en el salón de plenos. "Perdona, Conrado". Debe ser por esa cercanía de la que Íscar hace gala y que no ha cambiado en este mes en el que está al frente de la Diputación.

El Senado se ha colado también en este pleno iniciático. Virginia Hernández, portavoz de Toma la Palabra, ha criticado la negociación de "sueldos y sillones" de PP y Cs y ha citado uno de los leitmotiv de esta semana política en la Comunidad, la designación del alavés Javier Maroto como senador por Castilla y León, después de su veloz empadronamiento en la provincia de Segovia.

Con Maroto viajará al Senado la aún portavoz del PSOE en la Diputación, Teresa López, exalcaldesa de Medina del Campo y secretaria provincial de su partido. Una amalgama de cargos y nombramientos que le ha llevado a afrontar el pleno como si fuese el primer día, dejando atrás los cuatro años pasados en los que ha ocupado la misma silla que hoy. "No recuerdo su apellido", le ha dicho al actual portavoz del PP, Agapito Hernández, que ha compartido con López toda una legislatura en la bancada de enfrente.

Molesto o no por el lapsus, Hernández ha lanzado un dardo a la socialista, a vueltas con la defensa y la reivindicación del diálogo y la búsqueda de acuerdos; "aunque no sé si usted estará aqui para comprobarlo".

Los turnos de intervención aún están por pulir. La organización establece que el orden lo marca el sentido proporcional de la representación en el Palacio de Pimentel. Es decir, Vox, Toma la Palabra, Ciudadanos, PSOE y PP. Pero claro, a veces en la vorágine del debate, te apetece apostillar y aunque hayas pasado en tu turno, si ves la oportunidad de tener la última palabra de la pugna, la aprovechas. Eso ha hecho la portavoz de Ciudadanos y ya vicepresidenta segunda, Gema Gómez, que ha replicado a López tras declinar intervenir cuando correspondía; algo que la socialista ha afeado ante el presidente.

"Nadie nace enseñado", ha zanjado Íscar al final del pleno y ha recordado el orden de intervenciones; "pido disculpas, todos somos nuevos; que tengan buen fin de semana".

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