Unas manos sujetan los pies de un recién nacido.

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Opinión Te lo puedes quedar

Tener hijos para sentirte realizada

"La integridad no depende de la maternidad, depende de ser fiel a una misma".

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Es una faena ser una mujer independiente a partir de los 30. La crítica y el juicio están a la orden del día y da igual lo que hagas porque nunca va a llover a gusto de todos, pero, ¿a quién le importa eso? Hasta hace dos días ibas tarde para tener hijos y, ahora, tener pareja es vergonzoso porque, por lo visto, muestra debilidad, dependencia y falta de autoestima. Y así estamos pasados los treinta: lo mismo te exigen estar la tarde del viernes jugando con puzles que acabando un sábado de after.

Últimamente escucho mucho eso de “no te pega ser madre” y no tengo claro qué respuesta esperan. Puede que un “gracias, no necesito tener un hijo para sentirme realizada” o quizá un “vaya, no sabía que me veías como una persona fría, insensible y desapegada emocionalmente”. No sé qué es peor. Parece que las mujeres con intereses más allá que la crianza de los hijos no pueden ser madres y las que lo son, ya únicamente son eso: madres.

De vez en cuando pregunto a gente con hijos si volverían a tenerlos, teniendo en cuenta que no los conociesen. La gran mayoría contesta que no, muchas veces por haberse equivocado al elegir con quién. Una vez me dijeron que el padre de tus hijos tendría que ser un buen exmarido. Por si todo sale mal, que al menos con los niños, se reme en la misma dirección anteponiendo intereses personales para llegar a buen puerto. Creo que está en lo cierto.

Por lo que he podido observar estos años, cuando eres madre suelen pasar dos cosas: sigues la vida o desapareces. Las mujeres del primer grupo asumen que tienen una gran responsabilidad (compartida, quien los haya tenido en pareja) de la que hacerse cargo. Pero su vida continúa hacia la dirección que ellas decidan.

Las mujeres que desaparecen son las que ya lo estaban antes, pero disimulaban. Hacen el papel hasta conseguir su objetivo y luego se diluyen entre pañales y leche materna. Porque, por supuesto, dan el pecho hasta que no quede gota. Cuanto más tarde, mejor. Son también las que te miran con desprecio por no pertenecer a un club del que espero no ser socia nunca y cuyo único objetivo es la competición por ver quién es mejor madre. Van a faltar psicólogos para tratar a estas señoras dentro de 15 años.

Creo que antes de todo esto, es importante preguntarte si realmente quieres ser madre. Con honestidad. No porque sea lo que se espera de ti, no por validación, no porque te lo pidan. Es valiente dedicarte tiempo y escucharte. La integridad no depende de la maternidad, depende de ser fiel a una misma.