En la esperpéntica semana política que hemos vivido, que ninguna de las obras de Valle Inclán hubiera podido relatar porque como solemos decir la realidad ha superado la ficción, el colofón a la misma lo ha venido a poner la carcajada que la señora Nogueras soltó cuando la preguntaron en una entrevista de radio por la negociación que Junts había desarrollado con el Gobierno de España para dar su visto bueno a los tres decretos que se estaban tramitando en el Congreso de los Diputados.

Me parece un insulto a todos los españoles y a la ciudadanía en general que una persona se ría en nuestra cara cuando se está hablando de algo serio. Este tipo de actitudes y de comportamientos no son propios de personas a las que se les supone unos mínimos de educación y de respeto al prójimo. Ya sucedió algo parecido cuando Pedro Sánchez, estando en uso de la palabra en el Congreso de los Diputados en la última sesión de investidura como presidente, se rio de Feijóo a carcajada limpia refiriéndose a las aspiraciones que había tenido este último de llegar a ser presidente.

No es una actitud ni un comportamiento digno que se espere de personas que han obtenido la confianza de los ciudadanos para representar nuestros intereses a través de su presencia desempeñando su papel en las instituciones.

La Ley Electoral española

Nunca antes había visto este comportamiento, claro que quizás tampoco antes escuchabas con tanto desahogo jactarse a un independentista de que las instituciones del Estado español no le importan en absoluto y que los intereses de España y de los españoles menos aún. Esto es lo que la señora Nogueras también exhibió con absoluto desparpajo durante el debate de los últimos días en la tramitación de los decretos. Todo esto sucede porque en nuestro país de manera completamente anómala nuestra Ley Electoral permite obtener representación a partidos nacionalistas que solo obtienen sus votos en una pequeñísima parte de nuestro territorio.

Es el caso de los partidos nacionalistas catalanes y vascos de manera fundamental. Pero además en esta ocasión que es cuando los votos obtenidos por Junts y ERC han descendido de manera pasmosa respecto a la anterior legislatura, más peso tienen y sus posiciones son determinantes para sacar adelante los proyectos de ley que se votan en el Congreso.

Se rio en nuestra cara, en la de todos los españoles, no sólo porque consiguen todas sus pretensiones, hasta las más rocambolescas salen adelante, sino porque además pueden pedir y conseguir que se apruebe cualquier cosa que se les ocurra y lo obtienen vulnerando todas las reglas del juego y con el allanamiento permanente del Gobierno socialista y la vulneración de la Constitución Española.

Competencias de inmigración

Han conseguido el compromiso del traspaso de competencias en materia de inmigración, siendo esta una competencia que es exclusiva del Estado español, tal y como aparece recogido en la Constitución. En nuestro Estado hay competencias que están reservadas al Gobierno central porque garantizan las políticas que el país necesita para seguir manteniendo una posición única de las políticas que lo requieren. Claramente la competencia en esta materia tiene que ser de Estado ya que implica las relaciones con otros países y la uniformidad de las mismas.

Estamos hablando de la aplicación de normas internacionales, tratados con otros países, relaciones con los cuerpos de seguridad y policía, etc. Todo ello exige una posición única de país, razón lógica por la que nuestra Norma Fundamental reserva las competencias en esta materia al Estado. Una vez más el gobierno en esa huida hacia delante permanente vulnera la Constitución Española.

Incentivos a empresas catalanas

Otra de las concesiones realizadas a los independentistas es la creación de incentivos o penalizaciones a las empresas que se marcharon de Cataluña cuando se declaró la independencia de esta Comunidad Autónoma por parte de Puigdemont y sus secuaces.
Hemos llegado al colmo del absurdo, ya que tradicionalmente ha sido objeto de análisis en el contexto nacional la competencia desleal que representan las políticas del País Vasco y de Navarra derivadas de sus regímenes forales basados en el cupo económico y sus competencias en relación con la regulación del impuesto de sociedades que les permite rebajar esta tasa a las empresas situadas en sus respectivos territorios.

Esta capacidad supone un agravio para los territorios limítrofes de Burgos o La Rioja. Una situación que provoca la marcha permanente de empresas de estos dos últimos hacia el País Vasco y Navarra con el subsiguiente perjuicio y empobrecimiento que supone para estas zonas de nuestro país que necesitan el apoyo y la revitalización necesaria para garantizar el crecimiento sostenible.

También el Gobierno de España tiene entre sus competencias garantizar la ordenación del territorio y el equilibrio en su desarrollo y crecimiento para asegurar el mismo bienestar en todas las zonas del país. Pues bien, habiéndose exigido en múltiples ocasiones que se adoptaran medidas para frenar esta situación durante los últimos 45 años de democracia nunca se ha hecho nada. Y nos encontramos con que se quieren aumentar las situaciones de desequilibrio y desigualdad en nuestro país con la reivindicación catalana.

Dumping en Europa

Por otra parte, la Unión Europea, penaliza cualquier acción de dumping o competencia desleal y existe una persecución permanente hacia cualquier iniciativa que lo represente. Siendo esto así ¿cómo se le ha podido ocurrir a alguien dar el visto bueno a esta exigencia de los nacionalistas? Las instituciones europeas no permitirán ninguna norma o medida que declare ex novo el dumping para favorecer o penalizar la instalación de empresas en Cataluña. Esto es un insulto a la inteligencia elemental en materia de política económica ya que el libre mercado es un básico.

Y para remate de fiesta, tenemos al siempre y permanente adalid de la protesta, el señor Page proclamando que no va a tolerar más concesiones a los catalanes. Es un excelente predicador que solo sabe decir lo que todo el mundo quiere escuchar pero que sus acciones no se compadecen con sus palabras. Esto es lo que se denomina autenticidad: cuando tus acciones se identifican con tus palabras, siendo esto algo que cualquier líder debería de acreditar siempre. Solo hay que ver lo que votan los diputados socialistas que representan a Castilla-La Mancha en el Congreso. Exactamente lo mismo que el resto de diputados socialistas.