Una vez más, la factoría de engendros jurídicos que regenta Irene Montero ha sido, y sigue siendo, motivo de escándalo nacional, elaborando un proyecto de ley llamado “Ley de garantía integral de libertad sexual”, conocida como ley de 'sólo sí es sí', ley cargada de una tremenda ideología, como la del aborto, la de la eutanasia, la ley trans… y tantas otras que pretenden imponer una conciencia comunista en la ciudadanía española.

Lo que ocurre es que una vez más la facción podemita del Gobierno Sanchezstein se niega a solicitar los informes correspondientes del consejo de Estado, del CGPJ y de tantos otros organismos independientes cuyo informe es preceptivo, pero no vinculante.

Y por mucho que se empeñe en negarlo la marquesa de Galapagar, fue repetidamente advertida de las consecuencias que la aprobación del proyecto de ley presentado en el consejo de ministros, y que conseguiría unos efectos justamente contrarios a los que se pretendían obtener. (Basta con revisar la hemeroteca o la videoteca.) Pero la osadía, prepotencia e ignorancia jurídica de la ministra y el numeroso equipo de podemitas enchufados en el mal llamado ministerio de Igualdad, delincuentes incluidas, hizo ceder al consejo de ministros y aprobó el proyecto de ley en cuestión para evitar males mayores…con lo que todo el Gobierno se hizo compatible con el desafuero.

El núcleo central de la ley es calificar como violación cualquier relación sexual no consentida, desapareciendo del Código Penal el delito de abuso sexual, pues ahora todo son agresiones sexuales, olvidando aquel viejo principio jurídico del “in dubio pro reo” y la obligación que impone la Constitución Española y el artículo 2.2 del código penal de aplicar a los delincuentes la pena más favorable cada vez que se modifique la legislación que se les aplicó, incluidos aquellos que tengan ya sentencia firme. Es decir, una ley que pretendía defender a las mujeres consigue justamente lo contrario y disminuye la pena a los agresores.

La ley entró en vigor hace dos meses y sus efectos no pueden ser más contradictorios: ya se ha reducido la pena a una cincuentena de violadores y han sido excarcelados una quincena de ellos.Y la ex de Pablo Iglesias, en lugar de rectificar y aprestarse a modificar la ley como aconsejan todos los expertos, ministras socialistas juristas incluidas, se agarra al “no es no” del Pedro Sánchez de la época de Rajoy.

Mientras tanto, Su Sanchidad se pone de perfil pidiendo calma, esperando que el Tribunal Supremo dicte sentencia y siente jurisprudencia. Pero la Sala Segunda del Alto Tribunal se ha pronunciado con ocasión del caso de la arandina y ha dejado claro que hay que aplicar la reducción de pena que establece la nueva Ley, analizando cada caso de forma individual, y son más de 200 los que hay en la lista de espera.

No obstante, con los presupuestos aprobados en el Congreso, SuperSanchez parece tranquilo y puede hacerse fuerte frente a sus socios de gobierno, y especialmente ante la división que se observa en la izquierda de la izquierda.

Desde el primer momento Núñez Feijóo advirtió de las consecuencias que traería el mantenimiento de la Ley en su formato actual, pero una vez más es la voz que predica en el desierto. Cs, que votó favorablemente el proyecto de ley de la mano de su portavoz y prestigioso penalista Edmundo Bal, ahora se apunta a los que quieren su inmediata modificación. Por supuesto Vox está en la misma línea.

Y mientras tanto la cajera-ministra, pierde los papeles en el Congreso, acusa a los populares nada menos que de fomentar la cultura de la violación, y a los jueces de machistas y de carecer de formación jurídica de género, olvidando que más del 60% de los jueces son mujeres, y es que… oír hablar a Irene Montero de formación jurídica es mucho.

En estos días, las dos ministras socialistas con formación jurídica, la de a Defensa y la de Justicia, admiten que habrá que modificar la Ley, pero los podemitas siguen negándose a ello, aunque tampoco ellos están para muchos trotes: La vicepresidenta segunda va por libre y cada día se distancia más de Pablo Iglesias y sus ministras Belarra y Montero, mientras Garzón sigue pariendo chorradas y repartiendo ayuditas, pero en voz baja para que no se entere nadie. Y el de Universidades, ni está ni se le espera.

En definitiva, el Gobierno está tensionado como no lo ha estado en toda la legislatura, pero me atrevo a asegurar que SuperSanchez está tranquilo, pues la facción podemita del gobierno se limitará a gritar, y poco más. ¿Dónde van a ir si no? Despachos, coches oficiales, oportunidad de colocar a un montón de amigos y de repartir subvenciones…los ata al sillón ministerial.

Pero debería pensar que la fragmentación de la izquierda a su izquierda puede darle un susto, a pesar de las permanentes concesiones a la izquierda catalana, a los golpistas, a los separatistas vascos y a tantos otros que quieren acabar con la unidad española. Y la fiscalía general dando instrucciones a los fiscales para que se opongan a la reducción de las penas, por aquello de ¿”de quien depende el fiscal general”? Pues eso”. Menos mal que los jueces todavía no.

Pero, una vez más quiero recordaros que está buscando su futuro en algún organismo internacional, porque lo de la internacional socialista se le queda pequeño. A lo mejor Bibiana Aido o Leyre Pajin pueden echarle una mano. Y si no, el rey de Marruecos. ¿Por qué no? A él y a la Bego.

Como en las novelas por entregas, “continuará”. Hasta el viernes que viene.