Por fin, el pasado domingo se celebraron en el País Vasco las primeras elecciones de las tres convocatorias que se van a celebrar en España en poco más de dos meses, pues anoche iniciamos la campaña electoral de las catalanas, y poco después llegarán las europeas.

Y el primer comentario que me viene a la cabeza, es lamentar el resultado electoral que ha hecho del pasado 21 el domingo más negro del año, si tenemos en cuenta que de los 75 escaños en litigio 54 serán ocupados por representantes de EH Bildu y el PNV, es decir, por parlamentarios separatistas, la mitad de ellos en un partido integrado por los herederos de la banda terrorista ETA. Esperemos que el Presimiente Sánchez esta vez no eche la culpa a Mariano Rajoy, como decís del crecimiento independentista catalán, pero seguro que no reconocerá ser el responsable del blanqueo de EH Bildu.

Es habitual, y de ello he escrito en alguna ocasión que, nada más celebrarse un proceso electoral, aparecen en los medios representantes de los diversos partidos concurrentes a las elecciones atribuyéndose el triunfo electoral, pero es que en esta ocasión casi todos tienen razón. Veamos:

El ganador indiscutible ha sido el PNV, pues ha sido el partido más votado, lo cual supone que el candidato de este partido será el nuevo lehendakari en el caso de que no haya mayoría en una primera votación. El sistema electoral previsto en el Estatuto Vasco, además de dotar a las tres provincias vascas del mismo número de escaños, 25, independientemente del número de votantes en cada una de ellas, (Vizcaya tiene el 52% de la población, Guipúzcoa el 33% y Álava el 15%), con lo que el coste electoral no es el mismo en las provincias y además no permite producir bloqueo electoral. Sin embargo, es preciso recordar que en estas elecciones el PNV ha descendido en número de votos y ha perdido cuatro escaños, con lo que ganador si, pero con sabor agridulce.

El segundo partido ha sido el que la mayoría de las encuestas señalaban como ganador, que igualando en número de escaños al PNV sin embargo ha obtenido menos votos, pero ellos presumen de haber sido los auténticos ganadores teniendo en cuenta que sus listas son las que han conseguido mayor crecimiento en número de votos respecto de las últimas elecciones, y han igualado al PNV en número de escaños, incrementando en cuatro los que tenían. Está claro que la negativa de su candidato a incluir a ETA entre las bandas terroristas no influyó en sus votantes… o lo que es peor, lo hizo en sentido contrario a lo esperado por los demócratas.

En tercer lugar aparece el Partido Socialista Vasco, que de forma incomprensible ha crecido en número de votos y aumentado en dos el número de escaños, con lo que previsiblemente continuará en el gobierno de coalición con el PNV donde los socialistas ya han anunciado que exigirá más carteras, lo que además asegura el respaldo de los nacionalistas vascos al Gobierno Sanchezstein, en un momento en el que el Presimiente Sánchez y sus ministros, y muy especialmente el ministro Puente, que en esta mañana suena como posible sucesor de SuperSanchez,  cuestionaban el carácter democrático de EH Bildu, algo que sí reconocían unos días antes, hasta que el candidato abertzale se negó a calificar a ETA como una banda terrorista.

Está claro que la amnistía no le ha restado votos, y que el Gobierno Sanchezstein les garantiza la aceptación de todas las exigencias nacionalistas, muchas de las cuales siguen siendo secretas. Los dos últimos escaños alcanzados por el PSOE quedan pendientes del recuento de los votos CERA y podrían ser arrebatados en Guipúzcoa por EH-Bildu y en Vizcaya por Sumar.

Otro partido que presume de sus resultados es el PP, pues ha aumentado en un 37% en número de votos y conseguido un escaño más que en las últimas elecciones en las que concurrieron en coalición con Ciudadanos.

Ciertamente el candidato popular ha conseguido frenar la sangría de votos padecida de forma creciente en las últimas cinco elecciones, sin embargo, no creo que sea para sacar pecho. y una vez más me temo que la campaña electoral no ha sido especialmente buena y además, el crecimiento que anunciaban las encuestas a favor de Bildu es posible que haya provocado que votantes del PP hayan inclinado el voto hacia el PNV, la verdad es que aunque reducido, el grupo parlamentario del PP será el único grupo constitucionalista de la Asamblea Legislativa Vasca, pero su papel en el Parlamento vasco será residual.

Esperemos que los cerebros pensantes en Génova tomen nota del resultado y modifiquen la estrategia electoral en Cataluña, siendo más ideologizada si no queremos ceder el terreno a Vox y aunque suene fuerte, una campaña más agresiva.

Como partido que ha permanecido en el Parlamento vasco contra pronóstico, Vox ha mantenido su único escaño por la provincia de Álava al conseguir 5.623 votos y superar el 3% del censo electoral en una circunscripción electoral en la resultó ganadora por primera vez la candidatura de Bildu. En toda la Comunidad Autónoma alcanzó el 2,07%, por debajo incluso de los votos obtenidos por Podemos. Ciertamente no es para presumir y habría qué pensar que el gran perjudicado por los votos obtenidos por Vox fue el PP, al tiempo que estimuló la movilización de los votantes radicales.

Algo parecido ha ocurrido con la candidatura de SUMAR que ha obtenido un único escaño. Está visto que por muchas declaraciones de su presidenta, los fracasos de Yolanda Díaz se repiten elección tras elección. Es la historia política de Yolanda Díaz por los distintos partidos en los que ha militado, y parece seguir buscando ese “espacio político” que le atribuía SuperSanchez. Ciertamente ella se ha escondido en la campaña y no ha dicho ni pío. Siempre se dijo que más que sumar restaba y ahí la tenemos derrota tras derrota hasta el fracaso final.

En fin, que el gran perdedor ha sido PODEMOS que ha perdido los seis escaños que poseía en la anterior legislatura. Parece que es un grupo político en trance de desaparición y sus votantes se han repartido entre Bildu, SUMAR y el PSOE. Un nuevo éxito electoral.

Finalmente, queda el recuento de los votos CERA, es decir, de los vascos censados en la comunidad vasca pero residentes en el extranjero, algo que los vascos que tuvieron que huir al resto de España por la amenaza terrorista no pueden hacer. El censo electoral Vasco asciende a 1.795.212 electores, de los que 82.919 viven permanentemente en el extranjero y de ellos 8.219, es decir, el 10% han ejercido el derecho al voto frente a un 3,5% que lo hizo en las últimas elecciones.

Como consecuencia del recuento de estos votos, en Guipúzcoa, cuyo último escaño fue obtenido por el PSOE, podría pasar a EH Bildu si éste superara en 1.360 votos a los conseguidos por los socialistas. En Vizcaya el último escaño también fue adjudicado a los socialistas que lo perderían a favor de Sumar si este partido les superara en 738 votos en el censo de residentes en el extranjero. En Álava el último escaño corresponde a EH Bildu y no es posible que cambie, pues el PNV necesitaría superar en 3.714 para superarlos y el censo CERA en esta provincia asciende a 954 votos.

Parece evidente que, tan sólo si el Partido Socialista perdiera los dos escaños en litigio, no se lograría la mayoría absoluta que garantiza un gobierno de coalición entre el PNV y los socialistas.

P.D.: terminada de escribir mi columna semanal, en la tarde del pasado miércoles el Presimiente Sánchez soltó una bomba informativa que va a restar interés a las recientes elecciones vascas, al anunciar que suprimía su agenda pública para reflexionar hasta el próximo lunes, si vale la pena permanecer en el Gobierno ante la imputación de su mujer por los temas relacionados con la corrupción que salpican los medios de comunicación, las redes e incluso los debates parlamentarios. Será verdad o será una nueva estrategia electoral pretendiendo aparecer como una víctima de la derecha y la ultraderecha ?Sólo él lo sabe¿

Y más P.D.: esta misma mañana leemos en los medios y redes que Pedro Sánchez propone como sucesor a Óscar Puente. Que Dios nos coja confesados…

Hasta la semana que viene.