Castilla y León

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Economía

El empleo cooperativo resiste durante el primer año de pandemia

16 mayo, 2021 23:11

Las cooperativas de Castilla y León fueron un refugio para el empleo durante el primer año de pandemia, aunque estas actividades de la economía social no fueron ajenas a la crisis y desaparecieron 70 empresas.

Los datos de cooperativas cotizantes a la Seguridad Social facilitados a Ical, por la Dirección General de Presupuestos y Estadística de la Junta, indican que a finales de marzo de 2020, cuando se acababa de declarar el primer estado de alarma y se confinó toda España, había en la Comunidad, operando 1.295 de estas actividades, y en el mismo periodo de 2021, quedaban 1.225.

Sin embargo, estas cooperativas daban empleo a finales de primer trimestre de 2020, a 8.619 trabajadores, mientras que este año, esa cifra ascendía a 8.749, lo que revela un ligero crecimiento, pese a la crisis generada por la pandemia. Las cifras de actividades y empleo distan sin embargo, de las registradas a finales de marzo de 2019, cuando el sector contaba con 1.434 actividades en Castilla y León, con 9.259 trabajadores.

Cabe destacar también que un informe de Ministerio de Trabajo y Economía Social expone que a pesar de la crisis fue un sector dinámico, ya que el año pasado se constituyeron en Castilla y León 45 cooperativas, el mejor dato desde 2011, solo superado por las 46 de 2019, las mismas que en 2016. El número de socios ascendió a 153, los mismos que en 2019, pero muy por debajo de los 852 de 2018, el máximo en el decenio. Del total de socios, 91 fueron varones y 61 mujeres. Asimismo, se precisa que de las 45 cooperativas, 29 fueron de trabajo asociado, con 72 socios, 37 hombres y 35 mujeres.

El director general de Economía Social y Autónomos, Juan Pablo Izquierdo, destacó a Ical, que una de las principales características de las cooperativas en la “resiliencia”, porque son entidades económicas que se adecúan “más rápido y mejor” a las crisis porque sus objetivos son “más democráticos y solidarios, y anteponen a las personas por encima de la rentabilidad productiva”.

Izquierdo remarcó que esto se ha visto durante la crisis generada por la pandemia del COVID al igual que se puedo comprobar durante la recesión de 2008. El director general asumió, no obstante, que “obviamente, las cooperativas también lo han pasado mal, porque han reducido sus ventas, aunque son más resilientes y más flexibles para adaptarse a los cambios del mercado”.

“Sus objetivos buscan más el beneficio de las personas y se consigue porque su gestión es solidaria, democrática”, dijo. Asimismo, puso de relieve la importancia que tienen las cooperativas, porque “la mayor parte están fijadas en el mundo rural”, por lo que defendió su papel esencial como generadoras de actividad económica en los pueblos, como base esencial para crear empleo y fijar población y luchar así contra al reto demográfico. “Somos de los que creemos que para combatir la despoblación se hace partiendo de la generación de empleo”, comentó.

Juan Pablo Izquierdo expresó además su satisfacción porque se trata de un sector dinámico y recordó que si el año pasado se crearon en Castilla y León, 45 cooperativas durante un ejercicio marcado por la pandemia, en lo que va de 2021, ya se han registrado 20 nuevas, que es un “número muy representativo”.

El director general de Economía Social y Autónomos explicó que desde la Junta de Castilla y León, siguen trabajando con los representantes de las cooperativas de la Comunidad, para utilizar un fondo que la propia ley del sector contempla, con el reto de la divulgación y la promoción del cooperativismo, “para vender las virtudes de esta forma jurídica” y que se adopte como salida profesional en un contexto difícil como el actual, por emprendedores. Al respecto, también recordó que la Administración regional cuenta con ayudas para acometer inversiones, así como para incorporación de socios.

Izquierdo también precisó que el 52 por ciento del global de cooperativas que están inscritas en el registro de la Comunidad, corresponde a agrarias y de explotación comunitaria de la tierra. En este sentido, indicó que estas cooperativas en general se han sostenido, porque la crisis no ha afectado al sector como a actividades como el comercio o la hostelería, pero apuntó a que es preciso distinguir entre los diferentes subsectores, porque el ganadero ha tenido un profundo impacto en todos aquellos productos dependientes del Canal Horeca, así como el vino.

Por último, apostó por algún sistema que permita ajustar los datos del registro de la Comunidad, a la realidad del sector, ya que aparecen recogidas 2.186 cooperativas, 688 de trabajo; 566 agrarias; 555 de explotación de la tierra o 272 de vivienda, a 32 de marzo, dato muy superior al de cotizantes en la Seguridad Social. Una cooperativa cuando se da de baja debería comunicarlo pero no lo hace, habría que establecer un mecanismo automático, como el del registro mercantil, que da de baja a las sociedades si no presentan las cuentas”, concluyó.