Desde hace unos años Telecinco utiliza en sus realities secciones en las que los participantes repasan los momentos más duros de su vida. En Gran Hermano VIP fue La curva de la vida, y en Supervivientes, El puente de las emociones. Ahora, con La casa fuerte en emisión, Cristini Couto ha inaugurado el llamado Espejo del alma.

“Veo una niña que es una mujer empoderada”, dijo Cristini al empezar, cuando vio su reflejo en un espejo en el que aparecían diferentes palabras. La brasileña dejó claro que pese a ser joven ha vivido experiencias muy duras, vinculadas en gran parte a su condición de mujer transexual y a la transfobia que hay en la sociedad. “Mujer es lo que he logrado ser. Me ha costado muchísimo que me reconozcan como mujer”, aseguraba.

Sobre su infancia, relató que fueron “muchos días de lágrimas”, que sufrió acoso escolar y que los otros niños le tiraban piedras y le pegaban. Además, explicó que ni siquiera su madre ni su hermano la reconocían como mujer, y en concreto, que su hermano la maltrató psicológica y físicamente. Con su madre la situación ha mejorado, pero no con su hermano. “Después de haberle perdonado, haberle ayudado mucho, ahora, hace cinco o seis años ha vuelto a tirarme una cosa en cara y para mí ha sido la palabra final… Me gustaría un abrazo de mi hermano y una palabra amiga. Nunca he oído un te quiero, nunca… Él no me entiende, no me acepta y por sus frustraciones también”.

Pese a que sus experiencias han sido complicadas, Cristini sacó el lado bueno a lo vivido. “He podido vencer, he podido llegar a ser la mujer que soy hoy gracias a mi fuerza, a mi fe, sobre todo a mi fe”. Por otra parte, aseguró haber perdonado a todos los que le hicieron daño en el pasado.

“Gracias por haberte convertido en la mujer empoderada en la que te has convertido para ser capaz sin dar detalles a muchísima gente que nos está viendo. Es muy injusto que te tiren piedras y te rechacen por luchar y ser como quieres ser. Muchísimas gracias por haber recordado esa infancia”, le agradeció Sandra Barneda desde el plató de La casa fuerte: código secreto.

Cristini terminó su relato con un mensaje de aceptación y de amor propio. “Lo más importante es quererte a ti mismo y enfrentarse a todo aunque tengas miedo, porque nada es imposible”.