En Antena 3 han dejado respirar el formato Tu cara me suena durante un año en el armario. El programa lo necesitaba después de dos ediciones demasiado seguidas que ahogaron sus audiencias. Por eso la cadena y la productora sabían que necesitaban un golpe de afecto para que el programa recuperase la llama perdida. Y ese golpe pudo haber llevado el nombre de Kiko Rivera.

Según ha conocido Bluper, el hijo de Isabel Pantoja fue tentado para la cuarta edición del programa de Antena 3 que se estrenará el próximo otoño. Según confirma a este portal su representante, el equipo del programa se puso en contacto con ellos el pasado mes de mayo. No hubo negativa por ninguna de las partes, pero las conversaciones se paralizaron y no se volvieron a poner en contacto con ellos. Al no haber retomado las negociaciones, desde su agencia dan por sentado que no estará este año en el programa.

Acostumbrados a verle por los pasillos de Telecinco, Kiko Rivera habría cambiado de cadena y entrado en nómina de uno de los programas más familiares de la casa Atresmedia. El hijo de la tonadillera ya ha participado en varios realities de televisión muy diferentes a lo que ahora se persigue con este programa. En 2011 formó parte del casting de Supervivientes y a principios de este año entró en la casa de GH VIP.

Rivera, que se ha estado ganando la vida estos últimos años como DJ y cantante, sería la primera vez que sacase provecho a esta faceta de su vida en un programa de televisión. Una carrera en la pequeña pantalla siempre mucho más ligada a desvelar los secretos de Cantora.

El programa de Antena 3 nunca había tenido entre sus filas un nombre de este perfil. El casting de concursantes de sus tres primeras ediciones siempre ha estado formado por cantantes, humoristas, actores o colaboradores de la casa. Un nombre como el de Kiko Rivera hubiese roto con esta tendencia más familiar.

No sería la primera vez que el hijo de Isabel Pantoja trabajase para la de Atresmedia. Ya en 2010 fue uno de los fichajes estrella de La jaula, un formato de corazón para la sobremesa en el que se mezclaba humor y papel couché a partes iguales.