'GH VIP 5': altibajos, nuevos perfiles y un mismo protagonista: el victimismo

'GH VIP 5': altibajos, nuevos perfiles y un mismo protagonista: el victimismo

Televisión

'GH VIP 5': altibajos, nuevos perfiles y un mismo protagonista: el victimismo

El reality show de Telecinco cierra temporada como la menos vista de la historia del formato.

10 abril, 2017 13:47

Telecinco cerrará el próximo jueves, 13 de abril, las puertas de la casa de Gran Hermano VIP 5 tras estirar el reality show, otorgándole una gala más con el objetivo de no ceder demasiados puntos de audiencia a la competencia durante las vacaciones de Semana Santa.

Pese a ello, el concurso producido por Zeppelin TV finalizará etapa ostentando el dudoso honor de ser la temporada menos vista de la variante con famosos del reality show estrella de Telecinco.

Por el momento, a falta de ser emitidas sus dos últimas galas, GH VIP 5 ha logrado cosechar una audiencia media del 17,9% de share y poco menos de 2,1 millones de espectadores. Esto supone una pérdida de 5,7% de share y 858.000 espectadores si es comparada con la edición anterior y un 11,9% de cuota de pantalla y 1,9 millones de fieles si se compara con GH VIP 3.

¿En que ha fallado esta edición del reality show para cerrar etapa con mínimo histórico? ¿Tiene su casting la culpa de este descalabro? ¿Es GH VIP 5 la víctima de un acusado desgaste de un concurso que no ha sabido reciclarse?

Con motivo de su inminente final, BLUPER ha decidido hacer balance de esta edición del formato presentado por Jordi González y analizar sus errores y aciertos.

Un casting acertado lejos del resultado esperado

Telecinco y Zeppelin TV se encargaron de cuidar con mimo el estudiado casting de la quinta edición de Gran Hermano VIP. Un despampanante elenco, formado en su mayoría por nombres de primer nivel, llegó a la cadena el pasado domingo, 8 de enero, para desquitar al reality de todos aquellos titulares que pusieron al formato en jaque durante la decimoséptima edición de su versión estándar.

El programa pobló su casa con personajes cuya mera y única función fue la de dar caché suficiente al programa para dotarlo de la etiqueta "VIP" y carne fresca que acercaba el programa al público millenial con nuevas celebrities e influencers hambrientos de minutos en televisión y sin miedo al qué dirán.

Pese a ello, el elenco de concursantes quedó a años luz de generar el contenido que el programa esperaba de ellos y el reality show tuvo que tirar de estímulos externos para revitalizar la convivencia.

La improvisación, la máxima de GH

Pese al potencial de su casting, GH VIP 5 llegó a convertirse toda una decepción. A pesar de la multitud de estímulos y refuerzos enviados desde más allá de los muros de la casa de Guadalix de la Sierra, los concursantes pasaron su primer mes en el programa adormilados, sin producir actividad, como si fueran una panda de volcanes inactivos.

Es por ello que, de manera incoherente, durante su cuarta gala, Zeppelin TV y Telecinco decidieron liarse la manta en la cabeza y reabrir la selección de concursantes para "manchar" con un polémico nombre su plantel de VIPs, dando de lado al arquetipo de famoso con el que el reality quería convocar a la audiencia en un principio.

Aída Nízar llegó a Guadalix de la Sierra como concursante de pleno derecho poco después de hacerlo Terelu para intentar levantar los datos de audiencia del programa. Poco después, el programa haría lo propio con Kiko Matamoros y Aylén Milla, novia de Marco Ferri, que revolucionaron la convivencia plagando de contenido el formato.

El mártir, una vez más, el protagonista absoluto

GH 15, GH 16, GH VIP 4GH VIP 5 cuentan con varios patrones idénticos que amenazan con seguir repitiéndose a medida que el formato evolucione si la audiencia no hace nada para frenarlo.

Paula González, Sofía Suescun, Laura Matamoros y Daniela Blume, que cuenta con todas las papeletas de alzarse con la victoria de la vigente edición del reality, no solo tienen en común su género: además de ser mujeres, todas forman parte del mismo prototipo de concursante.

Las ganadoras del formato han protagonizado tramas de amor, odio o desamor en el programa que las han acercado al maletín al convertirse en una especie de víctima o mártir por su interés amoroso dentro del concurso o al ser rechazadas y marginadas por el resto sus compañeros.

La historia de La Cenicienta sigue vendiendo y la victoria de estas es solo un ejemplo de ello: el público sigue apiadándose del rival más débil.

Renovarse o morir

Gran Hermano está en crisis y las audiencias de sus dos últimas ediciones son una muestra de ello. El formato necesita una serie de cambios que revolucionen y hagan evolucionar un espacio que lleva dando alegrías de manera ininterrumpida a Mediaset España desde el año 2002.

¿Se atreverá el formato a dar un giro de 180 grados con medidas demandas por el público desde hace años que aumenten y primen la participación, la integración de la audiencia y la democracia?

¿Veremos en GH 18 la posibilidad de poder en votar en positivo por los concursantes expuestos a abandonar el formato evitando así que se cuelen muebles que no enamoran a la audiencia en la final del reality?

¿Se atreverá Telecinco a devolver al público general el rumbo del programa en detrimento de perder millones de euros de llamadas a líneas 806 y SMS al permitir que la audiencia vote de manera gratuita?

¿Seremos testigos de nuevas pruebas, tramas y mecánicas en próximas ediciones del formato de telerrealidad en vez de reciclar por enésima vez el juego de los gemelos, los secretos y las pruebas que envuelvan a criados y señores?