Arturo Valls vuelve con ‘Mask Singer’: “La gente me quería emborrachar para que diese pistas”

Arturo Valls vuelve con ‘Mask Singer’: “La gente me quería emborrachar para que diese pistas”

Bluper ENTREVISTA

Arturo Valls vuelve con ‘Mask Singer’: “La gente me quería emborrachar para que diese pistas”

El programa estrena nueva temporada, y con la incorporación de Mónica Naranjo y Ana Obregón como investigadoras.

10 mayo, 2023 12:58

Mask Singer pone toda la carne en el asador esta noche. Y es que Antena 3 estrena su nueva temporada, en la que hasta 12 máscaras competirán por conseguir el título de ganador, tal como lo obtuvieron en el pasado Paz Vega y Joaquín Cortés.

Al frente del formato, que viene con nuevas reglas y giros en su mecánica, vuelve a estar Arturo Valls, su maestro de ceremonias desde el primer año (y máscara invitada del formato en su versión uruguaya). El programa se enfrenta a retos como el de volver a conectar con el público casi dos años después de su última entrega, y con el morbo de ver a Ana Obregón como investigadora justo cuando está en el ojo del huracán informativo.

¿Ha sido una estrategia esto de dejar tanto tiempo entre ediciones para crear más interés?

No sé si estaba premeditado o no. Lo que sí creo que le viene bien, cuando echas de menos algo lo pillas con más ganas. Yo creo que también hay una acumulación de formatos, de estrenos, dado lo bien que le va ahora a Antena 3, y han esperado al momento adecuado, con el hueco que se merecía. Todo funciona, todo va bien y hay que elegir bien su emisión.

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¿Hay cierto miedo a que el retraso del estreno juegue en contra del formato?

Siempre jugamos con la atemporalidad. Intentamos no hacer comentarios a la actualidad del momento, ni chistes. Otras cosas son hechos como que Ana Obregón no supiese que iba a ser abuela cuando se grabó la temporada, nadie va a hacer un comentario. Pero bueno, son cosas que pasan con las cosas que están grabadas, podrían haber pasado cosas peores.

¿Cómo se han adaptado Ana Obregón y Mónica al formato?

Se han adaptado fenomenal. Ana parecía que llevaba toda la vida jugando, ella ya estuvo como invitada, y lo ha hecho fenomenal. Las dos lo han hecho genial, una más tirando de técnica, de la cosa vocal, para ver si son cantantes o no. Y Ana, con un conocimiento del mundo social y del audiovisual muy importante, tiraba de agenda, y decía esta máscara puede ser tal persona, porque yo la conocí así…

El programa lleva un cambio de mecánica para los investigadores.

Ha sido muy divertido ver cómo se manejaban con el delatador que es una novedad del programa que ha generado grandes momentos, y que en cualquier momento del programa tú puedas destapar una máscara. Si estás convencido, podrías apretar el botón y obligar a la máscara a la revelar su identidad. Pero claro con el riesgo que tenías de que si fallabas tenías una penalización, un castigo, y entonces estos castigos han sido muy divertidos. De las veces que han fallado, han generado momentos muy míticos. Ya veréis.

¿Cómo ves el reto de las audiencias?

Si te digo la verdad, hace tiempo que el mundo de las audiencias y del dato no me afecta tanto como antes. Por una cuestión ya de tiempo en la tele le hago menos. Pero creo que ahora mismo hay una inercia muy positiva ante todo lo que se estrena. Yo creo Mask Singer tiene esa cosa que tú quieres saber el tramo final de la edición quién es la máscara para la ganadora. O una máscara que has visto durante varios programas y ya tienes la curiosidad de saber quién es. Puede haber un poco de curva, es lógico, desde el estreno, de la novedad. Que luego haya un poquito de valle y luego al final casi siempre sube. O sea, que en ese sentido, yo creo que va a ir bastante bien de audiencia.

Mask Singer desenmascara a famosos a los que no solemos ver en este tipo de formatos y ha creado escuela, después hemos visto a Anne Igartiburu en Tu cara me suena o María Zurita en MasterChef.

Lo que pide el formato es que tengas gente que no hayas visto en otros platós, o casi nunca. Como el caso de Isabel Preysler, Esperanza Aguirre. Pero sí que ha pasado eso, gente que a raíz de atreverse con Mask Singer la hemos visto luego en otros programas. Yo creo que es lo suyo, el aliciente es ver a gente que no estás acostumbrado a ver en la gente.

Como presentador, pero también espectador, qué máscaras te han sorprendido.

Claro, es que yo voy a presentar, pero soy un espectador más, e intento adivinar la jugada a veces, pero si me pongo a hacerle caso a las pistas y a adivinar me vuelvo loco. Pero de lo vivido creo que es la mejor de las tres en cuanto a espectáculos, a máscaras, a los personajes que hay dentro.

Ha sido muy divertido porque lo vivo muy en primera persona, con la máscara a veces demasiado cerca, porque les oigo reírse o les oigo hablar.

¿Cuánto de difícil es morderse la lengua con los amigos o la familia sobre lo que sucede en el programa?

Yo he notado un cambio de la primera temporada a la tercera. En la primera temporada era una locura, la gente te quería emborrachar o torturar para que le dieses datos o pistas. Tú hijo diciéndote “papá, dime quién es león”. Pero con el tiempo a la gente no le apetece tener pistas extras, como que quiere jugar como juega todo el mundo. Y es que si pierde un poco la gracia si tú llegas y cuentas: pues mira quién ha venido hoy. Se pierde el aliciente. Y entonces yo noto que ahora ya te insisten menos, y también es que saben no vas a soltar prenda.