Sálvame se acaba, y todos sus colaboradores tendrán que buscarse las habichuelas en otros medios de comunicación. Esa es la idea que se ha transmitido desde el programa producido por La Fábrica de la Tele en la entrega de este lunes, que arrancó con un asesor laboral que enseñará a todos los presentes en el plató a hacer un currículo atractivo, para que no les falten ofertas profesionales.

Belén Esteban fue la primera en pedir la vez. “Belén Esteban: artista”, decía muy seria, después de haber estado tomando notas de las indicaciones del experto. Y poco después la veíamos sentadas frente al asesor, Jesús Ripoll, al que desglosó todo lo que puede ofrecer la que fuese pareja de Jesulín de Ubrique.

“Soy varias cosas. Lo primero, copresentadora”, decía Belén, recordando aquellos años en los que ella se veía a sí misma tan importante como Jorge Javier Vázquez para el buen desarrollo del formato. “Lo segundo, relaciones públicas. Usted necesita lo que sea que yo se lo consigo”, continuaba diciendo, muy seria, mientras que algunos compañeros le daban la razón en esa facilidad para conseguir lo que se requiera. El tercer punto de su currículo es que es empresaria: “Tengo mi empresa de sabores”, decía, detallando que vende gazpachos, salmorejos y patatas fritas de churrería, campesinas o de jamón.

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Pero Belén no había acabado su carta para buscar nuevos empleos, y aseguró ser “bailarina, porque gane Más que baile”. Y también afirmó ser “cantante, porque aunque cante mal, animo a la gente”. “Canto en eventos, comuniones, bodas y bautizos, y sobre todo animo a la gente”, insistía, poniendo en valor alguno de sus puntos más fuertes. Sus compañeras le recomendaban que vendiese también sus virtudes en la cocina. “Soy la dueña de la empresa tengo socios, pero la que manda soy yo”, añadía también.

Más allá de sus trabajos conocidos, Belén recordó cómo en su día estuvo empleada en una conocida cadena de hamburguesas y fue cuidadora de niños. “Y no se nos olvide que soy empresaria, cantante y bailarina”, volvía a decir, para enumerar, una vez más, todos los productos de su empresa. En televisión, además, contó que ha estado 23 años, “pero el programa de mi vida es Sálvame. Es mi casa”. Jesús Ripoll auguraba que volverá a coincidir con compañeros en otros proyectos, y ella también pensaba que sería así.