Opinión

'Feminazi' es un insulto, no un diagnóstico

El movimiento feminista sale a la calle: 'Ni un paso atrás' en los derechos de las mujeres

El movimiento feminista sale a la calle: 'Ni un paso atrás' en los derechos de las mujeres

Al feminismo, como a tantos otros “ismos”, le hacen un mal inconsciente algunas personas (mujeres y hombres) que lo profesan. Los exabruptos, la ausencia de flexibilidad y otras actitudes negativas con que a veces se expresan ahuyentan a no pocas señoras y muchos varones de este digno y necesario movimiento.

Pero todo ello no debería dar licencia para el empleo del término faminazi. Ninguna mujer lo es. Simplemente, las más exaltadas acumulan una rabia comprensible por la marginación, la invisibilización que han padecido a lo largo de los siglos. Sinónimas, esas dos palabras, de maltrato físico y psíquico. La historia de la humanidad rebosa sufrimiento, y justo es reconocer que a las mujeres les ha tocado apurar ración más que doble de ese amargo plato.

Los hombres debemos comprenderlas, no hacer mofa de ellas ni insultarlas. Hay que establecer una línea infranqueable entre el diagnóstico y el insulto. Así, quien crea conveniente manifestar que una parte de las feministas son torpes, maleducadas, vocingleras, está en su derecho, porque son diagnósticos, no insultos.

Dentro de ese espacio, son mayoría las mujeres y hombres que laboran en pro de un feminismo eficaz. Y, sin ir más lejos, de las "30 obesiones de EL ESPAÑOL" que he leído, dos aluden directamente al tema:

16ª : “Igualdad salarial para la mujer”.

17ª : “La violencia en el ámbito doméstico”.

Bajo diversos títulos, en diferentes diarios y con retoques, publiqué hace años un trabajo en el que establecí el claroscuro entre el 8 y el 9 de marzo: venía a decir que, como las mujeres saben lo que les cuesta gestar, parir y criar, están en los antípodas del ardor guerrero de algunos varones: no desean ver segado el fruto de su vientre por una guerra. ¿Y el 9 de marzo? La mayor acción criminal puntual de la Historia: bombardeo de Tokio, 1945.

Llevo menos de un mes como suscriptor, pero ya he tomado cuenta de que en el equipo del periódico las mujeres brillan por su presencia. Bien, pues ésta es una de las facetas de lo que llamo feminismo eficaz. Mi enhorabuena. Gracias.