La política como deporte nacional

El líder de Podemos Pablo Iglesias/Sergio Perez/Reuters

El líder de Podemos Pablo Iglesias/Sergio Perez/Reuters

Por Manuel Jesús Overa Zamora

Ayer fueron miles los españoles que en las redes sociales se lanzaron al insulto de quizás uno de los mejores políticos que actualmente tiene el panorama español. Aun no entiendo muy bien por qué esa reacción de aquellos que levantan la bandera de la democracia como si no hubiera demócratas iguales a ellos cuando precisamente el afán de este político es hacer que los dos grandes partidos, los dos partidos más votados, sean capaces de sentarse a hablar en situaciones excepcionales como la que vivimos al más puro estilo europeo.

Pero en España, este país nuestro donde si se presentase Belén Esteban a las elecciones, de seguro acababa como diputada, eso parece algo muy complicado de entender. Las hordas Podemitas, esos que van de listos y yo apodo cariñosamente, o no tanto, "listontos", esos que saltan como fieras en defensa de su "equipo de política" cuando sale algún caso de posible corrupción que los relacione o cada noticia negativa salga en la prensa sobre su equipo, eso, parece que les ofende mucho.

Albert Rivera, cuya única linea roja es quizás la única linea roja razonable, que la unidad de la nación ni siquiera se discute y que intenta que los dos grandes partidos constitucionalistas lleguen a un acuerdo para reformar este país sin que saquemos los pies del tiesto, eso parece demasiado para ellos. Quizás porque se les da de lado en las negociaciones, pero no logran entender que ese afán por dejarles a un lado no es más que el afán porque todos los españoles, con nuestras diferencias, sigamos siendo iguales unos a otros, libres e iguales.

Eso a los "listontos" quizás les venga grande, esos "listontos" que al grito de "sí se puede" llenan estadios cuales ultras de fútbol, a los que solo les falta ir con bufandas moradas y levantarlas por encima de la cabeza al cántico de hola gol norte, hola gol sur, animando al Podemos F.C. Esos que se piensan que "el cholo podemita" va a llegar al gobierno y va a solucionar todos sus problemas cual mago saca un conejo de su chistera y en muchos casos, hasta solucionará su incapacidad para buscarse la vida. A todos esos hooligans que creen que la alineación de sus estrellas en los puestos de justicia, defensa, interior... en 4-3-3 va a conseguir que el dinero a los españoles nos crezca en matas como los tomates y nos hará campeones de la Europa League, no pueden estar más equivocados.

Lo peor de todo no es que "el cholo podemita" vaya de la mano de ex asesinos, ex etarras, chavistas, independentistas o ex delincuentas, lo que realmente es preocupante es que a los "listontos", a pesar de considerarse siempre más listos y demócratas que el resto, eso parece no importarles, al igual que no sienten el más mínimo escozor cuando su "equipo" se pide el Ministerio de Defensa antes que el de Trabajo y Asuntos Sociales, o el de Interior antes que el de Sanidad, todo esto pese a que su equipo lleva de bandera los derechos sociales, de los trabajadores y sanitarios. Sinceramente, para el bien común, quizás se preferible ver a Belen Esteban y a Fran Rivera en los escaños de nuestro cada vez mejor representado parlamento.