Ribera Salud (su filial en la Marina Alta, Marina Salud), ha informado por carta a todos los alcaldes del departamento de que la Conselleria de Sanidad no les permite la contratación de más personal para cubrir las bajas y reforzar la temporada alta turística que comienza en Semana Santa, dentro de tres semanas, y verano.

Desde la concesionaria que gestiona de forma público-privada el departamento, explican a los primeros ediles que el pasado 31 de enero, la Conselleria de Sanidad "hizo llegar a esta Dirección Gerencia las normas para la recuperación de la gestión directa del servicio público de la atención sanitaria integral del Departamento de Salud de Dénia". Es decir, la reversión como ya hicieran en Alzira o Torrevieja.

Se da la circunstancia de que Ribera Salud ha mantenido desde 2018 muchos desencuentros con el Gobierno Botánico de Ximo Puig (PSPV-Compromís-Podemos) por ambas reversiones, que incluso llegaron al Tribunal Supremo, que exigió una justificación económica clara de los beneficios de la reversión.

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Ahora, como ha venido informando este diario, el objetivo del Botánico es revertir el Departamento de Salud de Dénia, pero no pueden hacerlo hasta enero de 2024 que es cuando cumple la concesión. No obstante, y pese a que hay elecciones en mayo, en enero se enviaron a la concesionaria las normas para la futura reversión.

En la carta a los alcaldes, desde Ribera Salud exponen a los "gobernantes y políticos de la comarca de la Marina Alta, y sobre todo sus ciudadanos" que "las citadas Normas incluyen apartados que, a mí, como director gerente, y en general a Marina Salud, como gestora, nos van a dificultar, y en muchos casos impedir, el cumplir con nuestros objetivos para el año 2023. Por ello, nos vemos con la responsabilidad de explicarlo", asegura Javier Palau.

Y es que la norma dice que "en relación con los cambios que se produzcan a partir de la notificación de las presentes normas (...) así como las modificaciones en las políticas de personal; despidos; nuevas contrataciones (...) que vayan a tener una incidencia más allá del 31 de enero de 2024; así como, cualquier otra de carácter esencial que, a juicio de la Administración, puedan ser consideradas necesarias, deberán contar con el informe favorable de este órgano de contratación.

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Es decir, que la Conselleria debe aprobar cualquier contratación antes de que se produzca. Por eso, para Palau, "independientemente de que se trata de una intromisión en la gestión que le corresponde a Marina Salud", lo más preocupante es que "perjudica gravemente el desarrollo de nuestras obligaciones".

Desde Ribera Salud también exponen que la reciente Reforma Laboral se prioriza la contratación indefinida, "como es lógico y deseable", por lo que la norma de reversión dificultará más la contratación el personal necesario en el Departamento. Así, las contrataciones indefinidas que son las supuestamente prefiere la izquierda, están penalizadas.

Y recuerda que la Conselleria ha impugnado recientemente el convenio de los trabajadores de Marina Salud y no computa su antigüedad de cara a las próximas consolidaciones de personal por entender que no trabajan en el sistema público de salud. Algo que les sitúa en desventaja a la hora de ofrecer puestos de trabajo.

Además, para cumplir sus objetivos de 2023 y "anteponer las necesidades de nuestros ciudadanos a cualquier decisión que se tome en los despachos", advierten de que asumirán sus "responsabilidades de gestión".