Un total de 15 personas han llegado este domingo a las costas de la provincia de Alicante en dos pateras, una localizada por la mañana en Orihuela y otra por la tarde en Santa Pola. 

Con respecto a esta última, ha tocado tierra a la altura de la zona del Faro de Santa Pola donde se han podido localizar y trasladar al puerto de Alicante para su recepción por Cruz Roja. Estas fuentes explican que a bordo iban siete personas, seis de las cuales eran menores (con edades comprendidas entre los 16 y 17 años) y un adulto de 32 que ha requerido su hospitalización para realizarle una diálisis. 

Con respecto a la primera del día, han sido ocho los migrantes, seis hombres y dos mujeres, los han llegado en la mañana de este domingo en patera a la playa de la Glea Campoamor de Orihuela Costa (Alicante) y posteriormente han sido trasladados por la Guardia Civil al Puerto de Alicante, donde han sido atendidos por la ONGD.

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Según fuentes de la Guardia Civil, la embarcación ha sido avistada sobre las 8.15 horas a cuatro millas de Cabo Roig y su llegada a tierra ha sido vigilada por una Patrulla Fiscal y de Fronteras (Pafif) y otra de Seguridad Ciudadana, ambas del cuartel de Torrevieja.

A bordo de la patera, una lancha de fibra blanca y azul de unos 4,5 metros de eslora y con un motor de 40 CV, viajaban ocho personas, todos de nacionalidad argelina y en buen estado de salud. Una vez interceptados, han sido trasladados al muelle 25 del Puerto de Alicante.

En las instalaciones portuarias, los tripulantes de la patera, todos mayores de edad, han sido atendidos por efectivos de la Cruz Roja, que han constatado el buen estado físico de los migrantes salvo en un caso, el de un varón que presentaba una fractura en un pie, por lo que ha sido trasladado al Hospital de Alicante Doctor Balmis, han señalado fuentes de la organización. 

Captar mujeres inmigrantes

ESte próximo lunes, 17 de octubre comienza el juicio a once personas acusadas de formar parte de una organización criminal especializada en captar mujeres en su país de origen, Nigeria, y engañarlas con falsas ofertas de trabajo para, al llegar a España, obligarlas a ejercer la prostitución.

La acusación pública mantiene que los procesados actuaron desde el año 2015 hasta que fueron detenidos en el año 2016. En este periodo captaron a, al menos, ocho mujeres a las que sometieron en origen a un ritual de vudú y, posteriormente en España, obligaron a prostituirse con el pretexto del pago de una deuda de 30.000 euros que las víctimas habrían contraído con los procesados.

Los integrantes del grupo, que actuó en Bilbao y Benidorm, tenían claramente distribuidas sus funciones de recaudación, traslado y control de mujeres, a las que agredían y amenazaban si era necesario, para que continuaran prostituyéndose. La banda también disponía de pasaportes falsos que usaban para resolver trámites oficiales.

La Fiscalía pide para los procesados penas que oscilan entre los diez y los 95 años de prisión por ocho delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, otros ocho delitos contra los derechos de los extranjeros por inmigración ilegal, cuatro delitos de falsedad en documento oficial, dos delitos leves de lesiones y maltrato y un delito de pertenencia a organización criminal. El juicio tendrá lugar en la sección tercera de la Audiencia Provincial.