Uno de los modelos de Ido Segev y su marca Odis en la pasarela Ego de Madrid.
Ido empezó en Alicante vendiendo gorras con 23 años y ahora es uno de los 9 mejores jóvenes diseñadores de España
Su marca Odis presenta en la pasarela MBFWM su atrevida colección de holgados diseños y con el rojo puntuando en el predominio del negro.
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De vender gorras en su tienda en la ciudad de Alicante a desfilar en la mayor pasarela de España en tan solo tres años con su marca propia Odis. Ido Sergev se siente orgulloso de un camino en el que aún le queda mucho por hacer a sus 26 años.
Este domingo su colección Layers ha subido a la pasarela EGO de la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid donde ha participado como uno de los nueve mejores jóvenes talentos del país: "Empecé con la marca no hace mucho tiempo y me siento muy orgulloso".
Nacido en Israel y con orígenes familiares muy repartidos por el mundo, Segev salió de su país a los 18 para recorrer el sudeste asiático, entre otros muchos rincones. "Estaba siempre buscándome a mí mismo, y la verdad buscaba paz, buscaba disfrutar, buscaba algo diferente", cuenta sentado en su estudio ante sus diseños.
Al volver de uno de sus viajes, recuerda, surgió la opción de trabajar en Vietnam la venta de cosméticos: "Y tenía todo cerrado, y luego mi padre me comentó, pues mira, yo tengo mi socio aquí, que trabajamos juntos, que él vive en Elche, yo prefiero que vayas a España si quieres, que siempre te ha gustado mucho".
Ido, que entonces no hablaba español, aceptó la oferta. Empezó trabajando en la hostelería como coctelero hasta que se decidió a montar su propio negocio. Uno en el que se enfocaría en uno de sus intereses: la moda.
"Siempre me ha gustado vestirme bien", remarca. Y con ello se refiere al estilo informal del streetwear en el que vio un hueco comercial en la ciudad para abrir una tienda de la que se siente pionero en la difusión local, Mono.
Ido Segev, en su estudio de Alicante con los modelos que ha diseñado para la pasarela de Madrid.
De sus padres y su exnovia aprendió a gestionar un negocio en el que pronto tuvo se planteó que "me gustaría hacer algo mío, igual sacar unas gorras, que es una idea que tenía desde 19 años, pero nunca he hecho nada con esto".
Aquellos primeros modelos que sacaba funcionaron "y eso me hizo sentir muchísimo más feliz que vender ropa de otra marca". Unos trabajos de los que concede que "veo lo que estoy haciendo ahora, y digo, bueno, he mejorado un montón".
Con su compañero Fabrizio Fernándes en la producción fueron más allá de las gorras. De los estampados en sudaderas su ambición creció para "crear nuestro propio producto, todo de cero".
Y a eso se lanzaron creando primero una colección como Venom antes de llegar a Layers, la que se ha podido ver este domingo en Madrid, donde competía en el Mercedes-Benz Fashion Talent.
"Yo soy muy extremista, siempre todo lo que he hecho en mi vida, malo o bueno, siempre es hasta el extremo", subraya sobre una forma de entender la vida que él mismo se aplica con el cuerpo lleno de tatuajes y cargado de anillos o gafas.
