El restaurante que enamora a Arturo Pérez-Reverte en Torrevieja: "Cuelgo mi sombrero para calzarme un arroz"

Arturo Pérez-Reverte, novelista y navegante, mantiene desde hace décadas una relación estrecha con la provincia de Alicante, y especialmente con Torrevieja. Esta ciudad costera ha sido para él mucho más que un punto en el mapa: un refugio, un puerto seguro y un escenario literario cargado de memoria.

Este lunes 14 de julio, el escritor dejaba constancia de su paso por la localidad este mediodía.

Concretamente, en la red social X, se podía leer "Cada vez que amarro en Torrevieja cuelgo mi sombrero, para calzarme un arroz, en el restaurante Mar de Levante", a las 13 horas, junto con una fotografía de su sombrero en el restaurante, lo que da entender una nueva visita del escritor a la ciudad del sol y de la sal.

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Esta no es la primera vez que el escritor hace público su paso por la localidad. En agosto de 2016, el autor compartía una crónica en su blog recordando una tarde en el bar La Marina de Torrevieja, entre cañas y marineros veteranos, evocando una ciudad "a salvo del disparate urbanístico".

Durante años, su barco estuvo amarrado en el Club Nautico local, y desde allí inició muchas de sus travesías por el Mediterráneo.

El restaurante

Ubicado en la Plaza de la Ermita de Torrevieja, este local es conocido por ser servir pescado y marisco recién llegado del puerto de la localidad.

En su carta figuran clásicos como cigalas, gambas, ensaladilla de merluza, así como una gran variedad de arroces caseros.

Vínculo con la provincia

Y es que no se trata solamente de una cuestión de afecto personal: Alicante también está presente en su obra. En su novela Falcó (2016), sitúa parte de la trama en lugares como la prisión de Alicante, el castillo de Santa Bárbara, el aeródromo del Altet o la playa del Arenal. La provincia se convierte así en un escenario literario tan importante como cualquier personaje.

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Pérez-Reverte ha sido además crítico con los impactos en el litoral. En 2005 denunciaba los viveros de atún frente a las costas de Alicante y Murcia, y reivindicaba la figura de los pescadores deportivos de Torrevieja, a quienes describía como verdaderos conocedores del mar.

Para el autor de La Reina del Sur, Alicante no es solo una costa conocida, sino un lugar donde confluyen historia, navegación y memoria. Un Mediterráneo que, como él mismo, se resiste a perder su identidad.