Cocentaina lleva siete siglos reuniendo en el 1 de noviembre a vendedores y compradores de todos los territorios en la Fira de Tots Sants. Durante esa semana las actividades se suceden y se puede probar desde el que será el almuerzo más contundente hasta descubrir un buen descuento en la compra de un coche.

Jordi Pla se estrena como alcalde en la que será la edición 677 de una cita creada en 1346. Si hace siete siglos se iniciaba en Europa una de las mayores pandemias de la historia con la peste negra, en este rincón del Mediterráneo el rey Pere el Cerimoniós decreta que se pueda montar una gran feria en esta localidad.

"Ordeno que en Cocentaina sin interrupción una feria se haga", recoge el texto. "Y para que la Feria se convierta en una de las mejores, no podrá interrumpirse sino por fuerza mayor", marcaba este privilegio en el que también se invita a la participación porque "a nadie podrán detener ni en la cárcel".

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Y es Pla quien ejerce ahora de guía para EL ESPAÑOL de los que son los días más grandes que vive este municipio en el interior de la provincia. Mantenerla en activo durante siete siglos refleja la voluntad de sus gentes por vivir la feria. Y a la hora de atraer a los visitantes ofrecen las mejores soluciones para que el cansancio no frene el recorrido por los ocho centenares de puestos.

El almuerzo sin fin

"Una buena manera de empezar es con el tradicional almuerzo de Cocentaina", asegura el alcalde. A primera hora de la mañana propone ya lanzarse con la ensalada fría de la escalivada, el espencat, con los pimientos rojos y berenjenas o probar una más de la comarca como es la pericana, que también apuesta por el pimiento, pero seco, con bacalao y aceite.

Eso es solo el entrante porque las proteínas llegan con el embutido tradicional, como recomienda. Y ahí se suma longaniza, butifarra, tocino y huevo. "Vas a cualquier bar y con ese almuerzo casi que no comes, porque te aguanta hasta la tarde que te puedes hacer un crep. De ahí a disfrutar", promete.

En la presentación de esta edición, dos de representantes de la asociación de las amas de casa, que estarán estos días friendo todos estos productos para ofrecer el mejor aporte calórico con el que combatir el frío, aseguraban que ellas se pueden hacer dos mil bocadillos en una mañana. Es solo un ejemplo de la magnitud con la que se organizan las actividades en esta feria que ya se olvida de las restricciones sanitarias vividas durante la pandemia de la Covid.

Parque temático

Los 139.000 metros cuadrados que ocupan todos estos puestos garantizan que haya de todo para todos. Una idea que subraya el alcalde: "Esos días es como un parque temático porque tenemos el zoco árabe, el mercado medieval, la de innovación, las exposiciones en el Palau, la música…". ¡Una enumeración que aún se deja cosas fuera!

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La variedad es una de las bases por las que Pla considera que se ha mantenido tan vivo este encuentro. "Tenemos la capacidad de unir la tradición con la modernidad, porque otras ferias han perdido la identidad y la nuestra siempre tiene ese aspecto y también está abierta a la innovación", razona.

"La Fira es un escaparate ideal para apostar por productos de calidad como los gurmés", asegura. Él mismo lo cata porque aún recuerda las paradas que en 2022 visitó para comprar anchoas de Santoña, miguelitos o probar zumo de Granada —estaban buenísimos, apunta— "y comprar los primeros turrones del año porque hay muchas paradas de Xixona. Así que aprovecho para comprar productos alimentarios de calidad".

El tamaño de la Fira de Tots Sants es lo que permite que su oferta sea mucho más amplia que las que se pueden ver en mercados medievales de la provincia. Y ahí Pla destaca que "mucha gente se compra los coches en la Fira porque los concesionarios tienen ofertas con descuentos alrededor de mil o dos mil euros. Así que es una oportunidad espectacular". "Y se suelen vender muchos", remarca, ya que hay concesionarios que agotan los vehículos disponibles.

Deportistas y aficionados a la lectura tienen también la oportunidad de encontrar material para su ocio. Pla lo sabe bien como ciclista que es y lector, así que espera encontrar mallas y algún libro nuevo del autor de novela histórica Just Sellés.

Eso sí, la compra este año la realizará con blusón negro. Esta es una de las dos nuevas campañas que han lanzado este año y con la que este 1 de noviembre se verá a las diversas autoridades de la Comunitat Valenciana que pasarán ataviados con esta prenda tradicional. Estos podrán aprovechar también las paradas extra de Correos dispuestas con las que se podrán enviar postales.