La provincia de Alicante cuenta, a pesar de la sequía que hace especial mella en algunas de sus poblaciones, auténticos jardines históricos y parques imprescindibles para visitar. Gracias a las sombras que proyectan sus árboles e infraestructuras, son susceptibles de ser vistos en cualquier momento del año aunque, por razones estéticas, es durante la primavera cuando más esplendor cobran. 

Jardín del Huerto del Cura

Elche esconde una de sus joyas del Palmeral, declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Nos referimos al Jardín del Huerto del Cura, situado en el extrarradio del casco histórico, fue declarado Jardín Artístico Nacional en 1943. En el siglo que lleva siendo gestionado por la familia Orts, su principal atractivo, la Palmera Imperial, un raro ejemplar de 7 brazos y cerca de 200 años de antigüedad.

Desde poco antes de la pandemia, el jardín se ha abierto a la celebración de bodas y otros eventos y está siendo cada vez más demandado por productoras de cines, publicidad y televisión como las grabaciones recientes de MasterChef o de un videoclip de Carlos Baute.

Parque Municipal de Elche

Pero si no queremos pagar los 6 euros que cuesta la entrada al jardín privado del Huerto del Cura, los que visiten a Elche descubrirán el mayor pulmón verde de su ciudad en pleno centro de su ciudad.

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También se darán cuenta de que no atraviesa por su mejor momento, con su único restaurante cerrado a la espera de su reapertura y con algunos de sus principales atractivos turísticos que no terminan de abrir. Pese a ello, su estanque para aves o su remodelada zona de juegos infantil hará las delicias de los más pequeños. 

Parque de La Glorieta de Alcoi

También construido sobre un huerto, el del convento de San Francisco (fundado en 1569 y desamortizado en 1835), desde 1836 se ha convertido en el primer paseo público de Alcoi.

Pero no fue hasta 1899 cuando, en la remodelación impulsada por el arquitecto Vicente Pascual Pastor, se crearía un gran paseo de circunvalación sobre un espacio elíptico dividido en tres grandes avenidas, que a su vez están subdivididas con parterres a la inglesa. La verja de hierro muestra el motivo art nouveau del latiguillo.

Jardín del Marqués de Fontalba en Jacarilla

En el interior de la Vega Baja destaca un jardín que acaba de cumplir un siglo de vida. Y es que en los 20 del siglo pasado fue construido, con exquisito gusto, este espacio natural por Francisco de Cubas y Erice, Marqués de Fontalba.

Con una extensión de 20.000 metros cuadrados (especialmente grande para una población pequeña), se creó como lugar de retiro, precisamente inspirado en el madrileño Parque de El Retiro. Con una entrada majestuosa, en su interior destacan algunos puntos como la gruta de la Virgen de la Almudena, el reloj del sol o las numerosas estatuas y fuentes del jardín.

Jardín escultórico Klein-Schreuder (L'Alfàs del Pi)

Este particular jardín, un auténtico museo al aire libre, es de los pocos privados y seguramente el más nuevo que existe (abierto al público desde 2004) en toda la provincia.

En sus instalaciones de 20.000 metros cuadrados, Johannes Klein y Johanna Schreuder diseñaron un bellísimo espacio donde numerosas palmeras, rosales y cipreses lucen junto con una imponente colección de 38 esculturas en bronce y hierro de diferentes artistas. En horario matinal de fin de semana, el precio, previa reserva, es de 5 euros. 

El Sueño Jardín Botánico (Ondara)

Aquí encontramos otro ejemplo de jardín privado que se convierte en un lugar imprescindible para visitar en pareja o en familia. Gestionado por un matrimonio que se encarga de cuidar y lucir sus 5.000 metros cuadrados de naturaleza, allí descansan sobre todo cactus, frutales y diferente fauna, además de encontrar productos caseros como la mermelada. Es necesario reservar.