La imagen habla por sí sola: dos largas playas, en forma de media luna, con un puerto pesquero en el centro. Conforme el blanco y negro se va transformando en sepia, Benidorm va ganando dimensión, avenidas, y los primeros edificios de un skyline que hoy es célebre por abanderar el turismo de masas que se popularizó en España a partir de los años 60. 

No fue fácil, pero en ese proceso de transformación nació una ciudad de 70.000 habitantes que genera más de 12 millones de pernoctaciones al año. 

Uno de los primeros testigos de ese Benidorm moderno fue el mítico Hotel Don Pancho. Situado en la zona de la Avenida Mediteráneo más cercana al Rincón de Loix, se inauguró en mayo de 1972, hace justo medio siglo.  

Su primer impulsor fue Manuel Torrubia, uno de los cinco hermanos Torrubia, una familia muy conocida de Benidorm. Este empresario dedicó su vida al turismo y a trabajar con los operadores internacionales que traerían alemanes, suecos y británicos a la capital turística. 

Para canalizar ese flujo de visitantes los hermanos decidieron construir un hotel de cuatro estrellas, uno de los primeros con esta categoría en la capital turística. El objetivo, según fuentes de la empresa, era crear "un hotel de prestigio que ofreciera alojamiento de calidad con vistas al mar para todos los huéspedes".

Inauguración del Hotel Don Pancho, con la visita del entonces ministro de Turismo.

Comenzaron su proyecto mediante la contratación del "arquitecto más prestigioso de Alicante" y la compra de un terreno a pocos metros de la playa de Levante. Así se puso la primera piedra del Hotel Don Pancho en 1971. 

Finalmente, el 13 de mayo de 1972 el establecimiento de 256 habitaciones abrió sus puertas a sus primeros huéspedes. El día de su inauguración asistió el por entonces Ministro de Turismo de España, Alfredo Sánchez Bella, demostrando que el éxito de Benidorm y de su cambio de modelo era una cuestión de Estado. El hotel es a día de hoy propiedad de los descendientes de los hermanos Torrubia.

De la fama a la actualidad

Durante décadas Don Pancho se ha convertido en uno de los símbolos hoteleros de Benidorm. En sus habitaciones han dormido algunas de las personas más famosas de España, como Julio Iglesias, Rocío Jurado, Raphael, Camilo Sesto, Miguel Bosé, Jose Luis Perales, Joan Manuel Serrat, Camarón de la Isla, Sergio Dalma, Tino Casal, Manuel Carmona, Lolita, José Carreras, Marifé de Triana, Rafaella Carrá, Celia Cruz, Juan Luis Guerra, o Los Panchos, entre otros.

En los últimos años ha sufrido un proceso de reconversión para modernizar sus instalaciones, lo que le ha valido varios premios y reconocimientos. Para el alcalde de Benidorm Toni Pérez, el hotel es fruto del "esfuerzo y visión" de la familia Torrubia por apostar por el emplazamiento del hotel en la Avenida del Mediterráneo, en la mitad de la playa de Levante y por seguir siendo un referente de calidad.

Lobby actual del hotel.

En un acto para conmemorar su aniversario, Pérez recordó a profesionales que desde el hotel han contribuido a crear una marca propia "de hospitalidad y felicidad que se suma a la marca Benidorm" y señaló que "el turismo es una gran industria que se centra en las personas proporcionando felicidad directa a unos y oportunidades laborales a otros".

El Secretario Autonómico de Turismo, Francesc Colomer, felicitó al hotel destacando el vínculo emocional que hila entre el huésped y el destino y agradeció el esfuerzo, la inversión y la sensibilidad de los promotores. Para Colomer, Benidorm ha conseguido que la hotelería en sí sea un producto turístico. En este capítulo de productos turísticos, Colomer elogió las playas de Benidorm como tal, especialmente, recalcó, la Playa de Poniente.

El director general del Grupo Don Pancho, Francisco Quiles, recordó momentos claves del proceso, desde el 21 de agosto de 1969, cuando se fraguó la iniciativa a hoy, deteniéndose en la inauguración del hotel, un 13 de mayo de 1972, y en el 23 de febrero de 2014 en que tras el fallecimiento de Manuel Torrubia, la propiedad emprende, en la línea tradicional permanente de calidad, una nueva etapa.