Rubén Torrecilla.

Rubén Torrecilla.

Deporte DEPORTE

Torrecilla: "Este escudo y esta afición exigen que lo dejes todo en cada partido"

El técnico del Hércules analiza para EL ESPAÑOL los primeros meses en Alicante, su filosofía de trabajo, la relación con Ortiz y las expectativas de un equipo obsesionado con el ascenso. 

21 octubre, 2023 11:49

Rubén Torrecilla (Plasencia, 1979) apenas ha necesitado dos meses de competición para devolver la ilusión y el orgullo a los aficionados del Hércules. El entrenador, relevo de emergencia tras la fuga de Lolo Escobar, conectó de forma inmediata con el vestuario y la grada gracias a un discurso positivo y entusiasta.

Como futbolista fue ordenado, fiable y competitivo. Y como técnico ha logrado que el equipo sea su vivo reflejo. Ya ha pasado por Luceros, pero sin mirar demasiado. Pide prudencia “porque no se ha hecho nada”, pero se le eriza la piel sólo con pensar en la que se puede liar en Alicante si su Hércules, que defiende este domingo en Barcelona ante el Europa (12:00 horas) el liderato, acaba logrando el ascenso.

Pregunta (P): Se le nota feliz. ¿Está disfrutando en el Hércules?

Respuesta (R): Estoy muy contento porque nos hemos adaptado tanto mi familia como yo muy bien al club y a la ciudad. Nos sentimos felices gracias al club, que nos ha dado todas las facilidades, y eso es fundamental para venir a trabajar con ilusión

[Un himno épico y de consenso para unir a los aficionados]

P: ¿Qué pensaba del Hércules antes de conocerlo desde dentro?

R: Llamaba la atención su situación. Yo he jugado en este campo y sé la masa social que tiene el Hércules, que es el corazón del club.

P: Cuando le llamó Peña estaba jugando al pádel. ¿Cuál fue su primera reacción? ¿Vértigo, por ser una plaza explosiva, o ilusión por el reto?

R: Yo esperaba ofertas de Primera Federación, pero no dudé cuando llegó la oferta porque aquí se pueden hacer grandes cosas y la repercusión es enorme. Hablé con mi mujer y le dije: ¿Y si somos nosotros los que podemos tirar del Hércules para adelante? Me hace mucha ilusión hacerlo, pero no sólo por la repercusión, sino porque haríamos feliz a mucha gente. El Hércules se merece que alguien trabaje por y para él para conseguirlo.

P:Usted hizo carrera como formador de talentos, pero dejó aquello por el estrés de los equipos profesionales. ¿Dónde se siente más realizado?

R: En los dos lados. Son sensaciones compatibles. He sido formador de muchos jugadores y es una gran satisfacción, por ejemplo, ver ahora a Bryan Zaragoza debutar con la selección, pero tras dirigir al Granada en Primera sentí que mi momento había llegado. Valoré mucho lo que vi y todo lo que genera un equipo importante.

P: Le dieron un equipo de Primera, pero condenado al descenso. ¿Le sirvió esa experiencia?

R: Sí, porque me permitió conocer el fútbol, los medios… Pero cuando te dan un equipo en dinámica negativa que no has construido tú es muy complicado darle la vuelta.

P:¿Se parecen sus equipos al Torrecilla jugador?

R: Yo diría que sí. El que me conoció como futbolista dirá que era ordenado, tácticamente bueno y agresivo. Creo que mis equipos están bien trabajados y son competitivos, como lo era yo.

P:¿Cómo ha convencido en tan poco tiempo al equipo de su filosofía futbolística?

R: Porque se han firmado los jugadores del perfil que yo quería. Pedí a Paco Peña futbolistas jóvenes, con piernas para presionar y con hambre y ganas de crecer profesionalmente con el Hércules. Aquí no se negocia ni el trabajo ni la intensidad. Los partidos son el reflejo de los entrenamientos. Y si uno me da 70 minutos al máximo, pues juega 70. Y si otro da 40, jugará 40.

P: ¿Cómo ha gestionado la situación de Míchel, un jugador llamado para abanderar el proyecto que ahora desempeña un rol marginal?

R: Él sabe que ha venido gente nueva y se está poniendo al servicio del equipo. Está trabajando duro y tendrá su momento de gloria, seguro. Es un futbolista de otra categoría, pero se tiene que adaptar a mi forma de ver este deporte, que es a una altísima intensidad. Nos va a dar alegrías porque es una persona espectacular, aunque sabe que, como nos ha pasado a todos, no le queda mucho tiempo en el fútbol. Puede ser un ejemplo como veterano para la gente joven. A veces se aporta más al grupo fuera que desde el campo.

P: Una de las cosas que más llaman la atención de usted es su vitalidad y entusiasmo. Todo le parece bueno, nunca se queja ni de las lesiones, ni de los viajes, ni de los campos. Cero excusas. ¿De dónde saca las energías?

R: Es mi forma de ser, vengo de la nada. Mi padre me quitó de estudiar con 14 años porque siempre estaba en el patio jugando y me mandó a trabajar con un fontanero para que me metiera caña. Eso me hizo valorarlo todo. Luego llegó el proceso para hacerme futbolista profesional, que fue rápido. Sólo trato de transmitir el agradecimiento, la humildad y la capacidad de trabajo que me inculcaron mis padres.

P:¿Puede desconectar del fútbol cuando llega a casa?

R: Tengo una familia que me quita todos los males. Mi mujer y mi hija me conocen y saben qué decirme cuando sufro. Es importante saber aislarse y rodearse de la gente que te apoya. Y más en el caso de un entrenador, en el que las alegrías no son tantas.

P:Ya sé que está a lo suyo, pero ¿le llega el descontento de la afición con los dirigentes?

R:Yo sabía dónde venía, la realidad del club y lo que pasaba. Desde el primer día dije a los jugadores que al campo del Hércules venimos a divertirnos y que la afición debía sentirse orgullosa de nosotros. Si siendo ordenados e intensos hacemos que estemos todos más felices, mejor. Este escudo y esta afición exigen que te dejes en cada partido todo lo que tienes. Al final hay que saber dónde estás y qué te pide cada club.

P:¿Cómo es su relación con Enrique Ortiz?

R: Estoy súper contento con él. Viene al 95% de los entrenamientos y le estoy agradecido por el trato que me ha dado a mí y a mi familia. Siempre está pendiente del equipo, de la gente joven. Ojalá podamos cambiar todo lo negativo del entorno y lograr una comunión con todos por el bien del Hércules. Él se está desgastando mucho a todos los niveles por el club.

P:El equipo le funciona como un reloj, pero de qué aspecto del juego se siente más orgulloso.

R:De todo, del equipo. No pongo nada por encima del resto. Da gusto verlos entrenar, lo bien que se llevan, el ambiente en los viajes… Ya he dicho en alguna ocasión que los entrenadores somos empresarios. Mi empresa son mis jugadores, el cuerpo técnico, la afición, la gestión con los medios. Tengo que intentar que mis ‘trabajadores’ estén a gusto y con hambre para sacarles rendimiento.

P: ¿Conoce ya la Plaza de Los Luceros?

R: Sí, ya he pasado por allí, pero de momento no visualizo nada. Cautela y paso a paso. Hay que restar presión a los jugadores, queda mucho tiempo y no hemos hecho nada. Lo importante es llegar al último mes bien colocado. Pensar en el Rico Pérez con 20.000 aficionados hace que se me ponga la piel de gallina. Queremos que la gente se vuelva a sentir orgullosa del Hércules. El objetivo lo tenemos que conseguir todos juntos.