Álex Soler, el hombre calistenia de Elche: 24 horas de dominadas y otros 16 Record Guinness
Este joven, que iba para taekwondista, se puso en el confinamiento a ver vídeos de calestenia y descubrió que ya había superado algunas marcas mundiales.
10 octubre, 2021 01:26Noticias relacionadas
No todo fue malo en el pasado confinamiento, o al menos para nuestro protagonista. Encerrado, como buena parte de España, en casa, "y aburrido como todo el mundo", Álex Soler podía haber optado por cocinar su propio pan o iniciarse en el yoga, pero en lugar de eso, se puso a ver vídeos de calistenia hasta que se le encendió la bombilla. Bueno, en realidad, se le apareció un anuncio del Guinness World Record, se metió y, visionado tras visionado, descubrió que "sería fácil romper el récord" de varios ejercicios. Así comienza la vorágine de un joven de 32 años obsesionado con acumular distinciones en el famoso Libro Guinness, cueste lo que cueste.
También resulta curioso que, el deportista con mayor resistencia del mundo haciendo, por ejemplo, dominadas en una barra durante 24 horas y otras pruebas extremas, prefiera mencionar y describir cada uno de sus 17 Record Guinness porque le agota; "¡es que son muchos!", se excusa. El último, sin ir más lejos, se lo reconoció este viernes tras hacer 45 flexiones -la anterior marca estaba en 39- con una pierna alzada, cargando 20 libras (casi 10 kilos), durante 30 segundos.
El primero de los récord lo logró por los pelos. Tuvo lugar en junio de 2020. Mientras España salía del confinamiento, Álex acometía la prueba de far muscle, que consistía en, colgado de una barra, subir hasta arriba al estilo dominada pero levantando el dorso. Después llegaron muchos de carrerilla. En septiembre, por ejemplo, superó por cuatro el récord mundial de flexiones en un minuto llevando encima un paquete de 100 libras, algo más de 45 kilos, cosechando la cifra de 49 flexiones.
El conocido como "hombre récord" de La Marina, donde vive y trabaja como monitor del gimnasio del camping de esta pedanía ilicitana, se le terminó de ir la cabeza, o como dice su madre: "mi hijo está loco", durante este año, cuando ha protagonizado las pruebas más extremas.
En mayo, por ejemplo, se pasó colgado de unas anillas buena parte de las 24 horas de las que constaba la prueba, conocida por la organización como ring muscle up. No lo tenía fácil. El récord (porque siempre hay alguien que se ha adelantado a tu locura) lo tenía el australiano John Templeton en 2017 con 1.025 movimientos, que consisten en elevar todo el cuerpo sobre las anillas. Soler, quien ya había batido este mismo reto pero de una hora, cuando hizo 156, ahora alcanzaba 1.036.
Records que pasan factura
Y, como no podía ser de otra manera, le pasó factura. "Me costó meses recuperarme en los que apenas podía moverme", rememora. En agosto de este año se propuso otro récord: bar muscle up, elevar el torso por encima de la barra durante 8 horas. El récord estaba en 500 repeticiones, pero él mismo se sorprendió que, a mitad de la prueba, ya lo había superado, así que siguió y siguió hasta las 776 repeticiones. "Terminé perjudicado, y estuve un tiempo en el sofá, no con el dolor que la gente cree de agujetas, es diferente, es como sentir que te han destruido por dentro".
¿Compensa el sufrimiento? "Claro que compensa", dice seguro. Porque lo tiene claro. Para entender cómo funciona la mente de este hombre, tenemos que remontarnos a su pasado. A los 4 años le apuntaron a clases de taekwondo. Sin mucho convencimiento, acabó gustándole hasta el punto de empezar a competir con 8 y lograr varios campeonatos nacionales e internacionales. Su futuro parecía escrito y no parecía importarle: sería taekwondista profesional.
Una trascendental lesión
Sin embargo, en 2009 se rompió el ligamento cruzado de la rodilla y algo también se rompió en su interior. "Noté que necesitaba un cambio tras 20 años haciendo lo mismo, esa lesión me sirvió de señal para cambiar de disciplina", señala Álex. Así que, como debía guardar reposo y no moverse, empezó a usar los brazos para hacer calistenia y le gustó tanto, que no ha parado.
Pero, además de gustarle, lleva aplicando cada día, y en esto no se concede vacaciones, "disciplina y constancia, entrenando e insistiendo", para llegar literalmente a lo más alto. "Suena a tópico pero es así, si quieres estar por encima de la media, tienes que sacrificar cosas".
En su palmarés de récords mundiales "también hay fracasos", y no los oculta, los saca a relucir para dejar constancia de que, a veces, sus anhelos se topan con la realidad. "Mi objetivo es romper todos los que pueda, quiero alcanzar unos 25 en dos o tres años", sostiene.
En el gimnasio del Camping La Marina saben de sus hitos y numerosos clientes le animan en su "ida de cabeza", como lo califican, mientras otros le preguntan que por qué lo hace. "Sé que la vida son etapas y que esta llegará a su fin como llegó la del taekwondo", avanza, "y que en la siguiente espero montar un gimnasio, me hace mucha ilusión", añade. Al parecer, no está tan loco Álex Soler y quiere lo que quiere todo el mundo, alcanzar sus sueños, cueste lo que cueste.