Panorámica de la Bahía de Acapulco y el hotel Las Brisas.

Panorámica de la Bahía de Acapulco y el hotel Las Brisas.

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Riviera Diamante (Acapulco): el destino de moda en México con hoteles de lujo, chefs estrella y vistas a La Quebrada

Acapulco renace en 2025 con estilo propio: lujo discreto, gastronomía de autor y el eterno espectáculo de los clavadistas en La Quebrada.

Redacción | EL ESPAÑOL
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Mientras otros destinos luchan por parecerse a Miami o Ibiza, Acapulco ha decidido volver a ser Acapulco. Con sus luces y sombras, sus laderas llenas de bugambilias y su bahía que brilla cada noche. No es un destino prefabricado ni una postal impersonal. Es un lugar con historia, con carácter y, ahora, con un futuro que vuelve a ser prometedor.

Acapulco vuelve a brillar como una joya del Pacífico mexicano. A solo tres horas en coche desde la Ciudad de México o 50 minutos en avión, el legendario puerto vive un renacimiento elegante, silencioso y sofisticado. Olvidado durante un tiempo ante el auge de destinos como Tulum o la Riviera Maya, regresa al radar de la élite capitalina con una combinación única de nostalgia dorada, propuestas de lujo y experiencias exclusivas, que lo colocan nuevamente entre los destinos más deseados del país.

Lejos de los clichés del turismo de masas, Acapulco ofrece belleza natural, tradición, diseño y exclusividad. Su regreso no es una moda pasajera, sino una revalorización auténtica de lo que alguna vez fue, y vuelve a ser, el secreto mejor guardado del México moderno.

¿Por qué Acapulco está de moda otra vez?

El glamour que una vez atrajo a estrellas como Elizabeth Taylor, Luis Miguel o Frank Sinatra está de vuelta, pero con una nueva energía. La Riviera Diamante, al sur de la bahía, es hoy el nuevo epicentro del lujo en Acapulco, con residencias privadas, hoteles boutique y restaurantes de alta cocina donde la exclusividad se impone al turismo masivo.

Vistas desde la habitación del hotel Las Brisas en Acapulco.

Vistas desde la habitación del hotel Las Brisas en Acapulco.

A diferencia de los resorts todo incluido de Cancún o Playa del Carmen en Riviera Maya, Acapulco ofrece un lujo más reservado y personalizado, donde los viajeros buscan desconectar sin renunciar a la sofisticación.

Una escapada de lujo a un paso de la CDMX

Uno de los grandes atractivos de Acapulco es su cercanía con la capital. La Autopista del Sol permite llegar en coche en unas tres horas, mientras que el aeropuerto internacional ofrece vuelos diarios desde CDMX y otras ciudades del país. Incluso el viaje en helicóptero, una opción que se populariza entre empresarios y viajeros de alto perfil, se ha convertido en parte del nuevo estilo de escapada exprés.

Tradición y sofisticación en equilibrio

La fórmula de Acapulco 2025 es clara: mezclar la autenticidad del Acapulco clásico con nuevas propuestas exclusivas que se alejan del turismo convencional. Los atardeceres en la bahía, los paseos en yate por la costa, la arquitectura mid-century modern y los sabores locales se combinan con nuevas formas de hospitalidad y diseño.

El espectáculo eterno de los clavadistas de La Quebrada

Ningún viaje a Acapulco está completo sin presenciar el salto de los clavadistas de La Quebrada. Esta tradición, que data de 1934, sigue siendo una de las imágenes más icónicas del puerto. Cada tarde, al filo del atardecer, jóvenes clavadistas desafían las rocas y el oleaje para lanzarse desde más de 35 metros de altura. Es un ritual, una herencia viva y un espectáculo que impresiona por su belleza y valentía.

La quebrada

La quebrada

Ver a los clavadistas desde el mirador o mientras cenas en el restaurante panorámico del Hotel El Mirador es una experiencia que resume lo mejor de Acapulco: emoción, belleza natural y tradición con estilo.

Hoteles de leyenda y nuevas joyas arquitectónicas

En la oferta hotelera, Acapulco mantiene un delicado equilibrio entre pasado y presente. Las Brisas, el hotel preferido de Luis Miguel, sigue siendo un ícono del lujo retro: casitas rosas con piscinas privadas, traslados en jeep y vistas inigualables de la bahía. Su encanto vintage conquista tanto a nostálgicos como a nuevos viajeros. Además, La Concha Beach Club, a orillas del mar, dispone de dos piscinas de agua dulce y una gran piscina natural donde practicar snorkel o relajarse en sus hamacas con una exquisita margarita en mano.

El hotel Princess Mundo Imperial, ubicado en la exclusiva Riviera Diamante, frente a la playa Revolcadero, es un resort icónico diseñado en forma de pirámide azteca ofrece habitaciones y suites con terraza y vistas al Pacífico, golf o jardines tropicales. Cuenta con cuatro piscinas, incluida una de agua salada, un campo de golf de 18 hoyos, ocho canchas de tenis al aire libre y dos techadas, spa, gimnasio, club infantil y varias opciones gastronómicas, incluyendo dos restaurantes, bar junto a la piscina y lounge.

Hotel Pierre Mundo Imperial en Riviera Diamante (Acapulco).

Hotel Pierre Mundo Imperial en Riviera Diamante (Acapulco).

Tras una inversión de más de 120 millones de dólares para su reapertura en marzo de 2025 tras los daños del huracán Otis, el hotel combina su legado legendario y eventos de clase mundial, como el Abierto Mexicano de Tenis, con nuevos estándares de hospitalidad e infraestructura de primer nivel.

Junto a él, el hotel Pierre Mundo Imperial, ubicado a orillas de la exclusiva Riviera Diamante, es una joya histórica del lujo mexicano con jardines tropicales, piscinas, spa, canchas de tenis y campo de golf. Su oferta gastronómica destaca con el restaurante Tabachín, reconocido internacionalmente, y una propuesta culinaria variada y refinada.

En el otro extremo del espectro está El Encanto, un hotel brutalista y minimalista diseñado por el arquitecto Miguel Ángel Aragonés. Con una estética blanca, limpia y geométrica, balcones infinitos y un enfoque en la sostenibilidad, representa la nueva cara del lujo costero mexicano.

Gastronomía con acento

La cocina acapulqueña está viviendo su propia revolución silenciosa. Más allá de las clásicas pescadillas y los cocteles de mariscos junto a la playa, chefs jóvenes y propuestas renovadas están ganando protagonismo. En el epicentro de esta transformación está Eduardo Palazuelos, hijo de la reconocida chef Susana Palazuelos, que ha llevado su visión gastronómica a varios restaurantes de alto perfil en la Riviera Diamante.

Restaurante Bellavista del hotel Las Brisas en Acapulco.

Restaurante Bellavista del hotel Las Brisas en Acapulco.

Zibu es la joya de la corona, ofreciendo una experiencia culinaria que combina productos locales con técnicas contemporáneas. Desde ceviches reinventados hasta cortes de carne madurados al estilo argentino, el menú cambia según la temporada y los productos del día. El ambiente es relajado pero elegante, con mesas que miran al mar y una carta de vinos curada al detalle. En Acapulco, comer bien ya no es un lujo reservado para unos pocos: es parte integral del viaje.

Actividades únicas y naturaleza privilegiada

Acapulco también brilla por su entorno natural. Las excursiones en yate al amanecer o al atardecer permiten avistar ballenas jorobadas, delfines y tortugas marinas durante ciertas temporadas del año. En playas más escondidas como Majahua, Bonfil o Barra Vieja, el oleaje se presta tanto para el surf como para largas caminatas solitarias. Incluso hay experiencias privadas de paddleboard al amanecer o cenas románticas en plataformas flotantes.