Las largas jornadas de guardias médicas ponen en peligro a paciente y profesional.

Las largas jornadas de guardias médicas ponen en peligro a paciente y profesional. E.P.

Salud Sanidad

El peligro de coger un bisturí tras 20 horas de guardia: "Acabas poniendo en riesgo a los pacientes"

La obligatoriedad de las guardias se extiende hasta los 55 años. Sindicatos denuncian que Sanidad pretende elevar ahora la cifra a los 60.

13 mayo, 2023 02:51

"Imagínate que tienes que hacer un artículo después de 20 horas de trabajo. Te puede salir un churro bastante interesante, ¿no?". Con esta comparación Pascual Piñera intenta explicar a una servidora el drama de las guardias médicas. Y la verdad es que es bastante acertada. Vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) y jefe de servicio de Urgencias del Hospital General Universitario Reina Sofía, Murcia, denuncia ante este periódico, por propia experiencia y con evidencia en mano, cómo de perjudiciales pueden ser las jornadas maratonianas a las que son sometidos los profesionales de la salud en España. 

El asunto, que lleva tiempo entre las reivindicaciones más importantes de los sindicatos médicos, está más candente que nunca ante el temor de que el Gobierno amplíe hasta los 60 años la obligatoriedad de realizarlas. Hasta el momento, es a los 55. "El derecho al descanso ha sido uno de los grandes logros de los trabajadores. En una civilización que se supone avanzada no se debería penalizar a determinados grupos profesionales", apostilla Tomás Toranzo, médico de Urgencias y presidente de la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM). 

De momento, es sólo una propuesta de un grupo de trabajo que negocia cambios en el Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud. El Ministerio ha negado que se esté planteando, pero cuando el río suena… De hecho, los sindicatos ya han advertido de movilizaciones en el caso de que llegue a materializarse. "Las guardias se llevan mal a cualquier edad, pero hacerlas de manera obligatoria a partir de los 55 es una aberración", sentencia Toranzo.

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La edad, evidentemente, es un aliciente para el problema. Una persona no suele tener el mismo aguante a los 30 que a los 50. Es así. Pero la evidencia advierte que las largas jornadas son un grave problema para los médicos, tengan los años que tengan. El estudio más destacado hasta la fecha sobre este aspecto, publicado en The New England of Journal of Medicine —una de las cabeceras médicas más importantes del mundo— advierte que, con jornadas de trabajo de 24 horas, los médicos residentes cometen un 36% más de errores médicos graves.

A más horas, más errores

Países como Reino Unido han limitado las guardias a las 12 horas. Mientras, la National Academy of Medicine de EEUU ha recomendado que no se hagan más de 16 horas de trabajo seguidas. En España, seguimos a la vieja usanza. Aquí son 17 horas de guardia de lunes a viernes, tras una jornada laboral de siete horas. 24 horas, si se trata de sábados y domingos. "A veces, vuelves a ver cómo evoluciona el paciente y se sorprende de que sigas ahí. Mucha gente no sabe que esto ocurre y es como: 'Sí, soy la misma de antes, pero un poco más cansada y un poco más ojerosa'", cuenta a modo de anécdota Ángela Martínez, cirujana general y secretaria general de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts).

En el caso de una cirugía, por ejemplo, asusta este cansancio en el profesional. Algo tan simple como coger un bisturí a la hora 20 de trabajo se dibuja titánico."Ya te digo que cuando tienes al paciente delante reaccionas, pero es verdad que está estudiado que aumentan los errores conforme aumentan las horas de atención", expone Martínez. Toranzo comparte su opinión: "Llega un momento en el que estás poniendo en peligro a los pacientes, porque no estás en las condiciones adecuadas de tomar las mejores decisiones". 

Las situaciones que se pueden dar durante una guardia son muy diversas. Piñera explica que en un mismo día ha podido atender un infarto a las diez de la mañana y a las cuatro de la madrugada un accidente automovilístico múltiple. "Tienes que tener la misma disponibilidad y la misma capacidad a una hora que a la hora, pero tú no estás igual", lamenta.

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Si bien, todos los entrevistados confirman que antes las guardias no eran igual, que la presión asistencial era mucho menor y que la cosa se llevaba de otra forma. Porque sí, en los hospitales hay lugares habilitados para que los médicos puedan descansar y antaño lo mismo caía alguna cabezadita bastante larga. Ahora, como expresa Toranzo, "si la cosa va mal, estás esas 24 horas de pie".

Cambiarse en una cirugía

Jorge Rodríguez-Roda, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular y jefe de servicio de Cirugía Cardíaca del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, abre por su parte un melón interesante y que a veces queda olvidado en este tema: las alertas. Según detalla, en el caso de su especialidad no hay guardias, que se hacen desde la Cirugía General. Lo que hay son alertas. Tienen que estar disponibles 24 horas y, si es preciso que salgan de la cama a las dos de la madrugada para una operación de máxima urgencia, se hace. Y, ojo, porque aunque son excepciones muy excepcionales, valga la redundancia, hay cirugías que pueden alargarse hasta 17 horas.

"Los de las 17 horas no suele ser lo normal, pero cuando uno ha pasado ya las cuatro o cinco horas de cirugía se nota", matiza. "Lo que puedo decir es que, cuando trabajas en un equipo de verdad, en el que hay complicidad, cuando uno llega al límite físico, se llama a un compañero para que te sustituya un rato. Son pocas, pero hay veces que se llega al límite", confiesa este profesional.

Las consecuencias de todo lo expuesto no sólo se trasladan a la seguridad del paciente. Son los propios profesionales los ponen en juego su salud, derivada de la carga de trabajo, el estrés y la imposibilidad de hacer una vida normal. Esto es algo que refieren todos los médicos consultados y hay datos que lo apoya. Una investigación publicada en The Annals of Emergency Medicine certifica, por ejemplo, que las guardias de 24 horas afectan al cerebro de los facultativos. Al parecer, su desarrollo cognitivo puede reducirse casi una cuarta parte.

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La alteración del ritmo cardíaco, por la modificación de las horas del sueño y el ciclo-luz oscuridad, también se ha constatado que provoca enfermedades crónicas, como diabetes, hipercolesterolemia, trastornos digestivos y/o cardiovasculares. Lo dice un estudio llevado a cabo por servicios de prevención de riesgos de hospitales españoles como el Puerta de Hierro (Madrid) y el Complejo Asistencial Universitario de León. 

"La pérdida de sueño puede desencadenar ansiedad, depresión y burnout, que como indican diversos trabajos conlleva a un incremento de la automedicación principalmente durante el primer año de residencia, así como una disminución de la calidad de vida extralaboral", prosigue el texto.

La trampa de la retribución

"Los suicidios entre la comunidad médica están aumentando y esto es algo que no se termina de estudiar", añade al respecto Martínez. Efectivamente, una investigación española publicada en Psychiatry Research demostró que el suicidio en los médicos es más frecuente que en la población general, con un promedio de 1,3% frente a un 0,8%. "Habría que cuidar más a los médicos, cuidar a los que cuidan", lamenta esta facultativa.

Cuidarles pasa por remodelar este sistema de guardias, pero aquí entra en juego una trampa: "Lo mejor del sueldo del médico sale de las guardias", confiesa Piñera, sobre todo en el caso de los residentes. Como arroja el Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada, las retribuciones mensuales mínimas en jornada ordinaria (sin guardias) van desde los 1.281 euros mensuales brutos en el residente de primer año, que una vez descontado el IRPF y la Seguridad Social queda en una retribución neta de 1.063 euros/mes, hasta los 1.764 euros/meses brutos en el residente de quinto año, que con los descuentos quedan netos 1.375 euros/mes. "El sueldo que tiene el médico en España no está acorde ni con su formación ni con su responsabilidad", observa el videpresidente de SEMES.

Aun con esas, el hartazgo por la situación de las guardias está provocando un rechazo entre las nuevas generaciones, como confirma Toranzo. Según una encuesta elaborada por el sindicato que preside, el 60% de los encuestados no quiere formar parte de este modelo actual, que pone en juego la salud de los pacientes y su propia vida. Tal y como advierte un trabajo de la Asociación Española de Médicos Internos Residentes, el 34,7% de los encuestados afirmó haber tenido un accidente de tráfico al finalizar una guardia.

Muy importante esto porque justo esta semana The Guardian daba en exclusiva los resultados de una investigación que confirma que conducir con menos de cinco horas de sueño es tan peligroso como hacerlo bajo los efectos del alcohol. "A los camioneros y a los conductores de autobús no se les obliga a trabajar tantas horas por el reglamento de accidentes, ¿por qué a nosotros no se nos reconoce como una profesión de riesgo?", cuestiona al hilo Martínez. Es verdad que, en base a lo expuesto por este trabajo, tan peligroso sería conducir como operar.

La reflexión con la que cierra la charla telefónica con esta cirujana es también perfecta para finalizar este reportaje: "Todo esto me preocupa ya no sólo como médico, sindicalista o profesional, también como paciente y familiar de pacientes".