Tres enchufes con suciedad y tono amarillento.

Tres enchufes con suciedad y tono amarillento. iStock

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El truco de la abuela para que los enchufes queden como nuevos y sin manchas amarillas

Los enchufes pueden amarillear con el tiempo, pero un truco de la abuela permite dejarlos como nuevos fácilmente y sin esfuerzo.

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Cuando se limpia el hogar, es fundamental no solo enfocarse en las superficies grandes, sino también en pequeños elementos de uso diario. Entre ellos, los enchufes suelen pasar desapercibidos, a pesar de que con el tiempo pueden acumular suciedad y volverse amarillentos.

Este problema es común en casas antiguas o en enchufes expuestos al sol, lo que provoca un desgaste visible. Aunque pasar un trapo con frecuencia ayuda a mantenerlos limpios, muchas veces no es suficiente para que conserven su color blanco original.

Para devolverles su apariencia inicial, existe un truco casero muy efectivo. Lo primero es desatornillar la tapa del enchufe, con cuidado y asegurándose de desconectar la corriente eléctrica antes de manipularlo para evitar accidentes.

Una vez retirado, se necesita agua oxigenada en crema de 30 volúmenes. Se aplica con un pincel limpio sobre toda la estructura del enchufe, cubriéndolo completamente con la pasta para que el tratamiento actúe de manera uniforme.

Después de aplicar la crema, se envuelve el enchufe con papel film, asegurándose de cubrirlo por completo. Luego, se deja reposar en el exterior durante al menos 24 horas, permitiendo que el producto haga efecto y elimine el tono amarillento.

Pasado este tiempo, la crema habrá cambiado de textura y será momento de retirar el film y limpiar la superficie con un trapo húmedo. Una vez seco, solo queda atornillarlo de nuevo y disfrutar de un enchufe como nuevo.

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Cómo mantener los enchufes en buen estado

Mantener los enchufes en buen estado no solo garantiza una mejor estética, sino que también es clave para evitar riesgos eléctricos. Siguiendo algunas recomendaciones, es posible alargar su vida útil y prevenir problemas en la instalación.

Es fundamental revisar regularmente su estado, asegurándose de que tanto la clavija como el cable y el enchufe no presenten daños. Si se detectan chispas, calambres o cualquier anomalía, es señal de que la conexión puede estar deteriorada y requiere revisión.

Antes de manipular cualquier toma de corriente, se debe desconectar el interruptor general de la vivienda o bajar el diferencial correspondiente. Si no se tienen conocimientos eléctricos, lo más seguro es contactar con un profesional para evitar riesgos innecesarios.

Otro aspecto clave es reparar cualquier daño de inmediato. Una quemadura en el enchufe o un cable defectuoso pueden suponer un gran peligro tanto para la instalación eléctrica como para los habitantes de la casa.

Es importante proteger los enchufes del agua, especialmente en zonas como la cocina, el baño o exteriores. La humedad y la electricidad no deben mezclarse, por lo que se deben tomar medidas para evitar su contacto.

Para reducir la acumulación de polvo y mejorar la seguridad, se recomienda usar protectores de enchufes. Estos accesorios no solo evitan la entrada de suciedad, sino que también son una gran medida de prevención cuando hay niños en casa.

No hay que olvidar que los enchufes tienen un límite de carga. Enchufar demasiados dispositivos o exceder la potencia máxima permitida puede generar sobrecargas peligrosas, incluso si se utiliza una regleta.

Por último, antes de conectar cualquier aparato, es esencial comprobar el voltaje y la potencia máxima permitida en la instalación. Además, siempre se debe desenchufar los dispositivos con cuidado, sujetando la clavija en lugar de tirar del cable, para evitar daños en el sistema eléctrico.

Cuándo cambiar un enchufe en lugar de limpiarlo

Aunque limpiar los enchufes puede ayudar a mantener su estética, hay situaciones en las que es mejor reemplazarlos por completo para garantizar la seguridad del hogar.

Si un enchufe presenta quemaduras, decoloración excesiva o signos de derretimiento, es señal de que ha sufrido un sobrecalentamiento y debe cambiarse de inmediato.

También es recomendable sustituirlos si no hacen buen contacto, si la clavija queda floja o si se detectan chispas o calambres al conectar un dispositivo.

Otro indicio de que es momento de cambiar un enchufe es si los cables están deteriorados o expuestos, ya que esto puede aumentar el riesgo de cortocircuitos o descargas eléctricas.

Por último, si los enchufes son muy antiguos y no cumplen con las normativas de seguridad actuales, es conveniente renovarlos por modelos más modernos con protección extra, como los que incluyen toma de tierra o sistema de seguridad para niños.