Un abuelo con gorra en la playa con su nieto.

Un abuelo con gorra en la playa con su nieto. istock

Sénior

7 consejos para evitar el golpe de calor en personas mayores: beber agua cada dos horas es básico

La AEMET alerta durante estos días de la ola calor que atraviesa el país. Los especialistas en salud aconsejan proteger especialmente a los mayores de los posibles golpes de calor.

27 junio, 2023 11:45

El termómetro ha subido en los últimos días hasta alcanzar temperaturas extremas. Ya estamos en verano. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha activado alertas rojas por calor por toda la geografía española.

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Las altas temperaturas son peligrosas para todos, pero especialmente para las personas más vulnerables, como es el caso de las personas mayores y los niños. En el caso de los primeros, que suelen ser pluripatológicos o sufrir enfermedades crónicas, son más propensos a sufrir un calor de calor al tener una sensación reducida de calor, y por lo tanto, su capacidad para protegerse es menor.

Los especialistas en salud, instituciones y organizaciones como la Cruz Roja advierten de lo importante que es evitar el golpe de calor entre las personas mayores de 65 años, que por su disminución de la percepción de sed corren un alto riesgo de deshidratación, especialmente entre quienes sufren enfermedades neurodegenerativas, sobrepeso, enfermedades crónicas o tienen prescritos fármacos que favorecen la deshidratación.

Esta temperatura puede desembocar en una situación de shock en la que se produce un fallo multiorgánico (riñón, corazón, cerebro). Es preciso prestar atención a las señales que las altas temperaturas generan en principio en el organismo: debilidad, fatiga, dolor de cabeza, falta de apetito, insomnio o calambres.

Para que esto no ocurra, estos son algunos de los consejos de los especialistas para evitar el golpe de calor en personas mayores:

Hidratación

En verano, se recomienda beber al menos un litro y medio de agua, incluso aunque no tengamos sed o no sintamos calor. Se recomienda a los mayores que se provean de una pequeña botella de agua y que la lleven siempre a mano para beber de ella a pequeños sorbos. También se puede sustituir el agua por otros líquidos, evitando el exceso de cafeína, alcohol o bebidas con azúcares añadidos.

Los mayores no suelen tener demasiada sed por lo que no piden agua casi nunca. Por lo que es conveniente controlar la cantidad de agua que toman los ancianos, invitándole a beber aunque no tenga sed.

Evitar las horas de más calor

Es bueno salir a pasear cuando el tiempo acompaña, pero es preciso evitar las horas de más calor, es decir, entre el mediodía y las seis de la tarde para evitar la exposición directa al sol. Así mismo se recomienda utilizar además elementos de protección como gorras, sombreros o viseras que impidan el efecto directo del sol sobre la cabeza.

Para quienes viajen con personas vulnerables se sugiere prestar atención a los cambios bruscos de temperatura que se producen al entrar y salir de los vehículos y que pueden afectar a los pasajeros.

Una pareja de personas mayores.

Una pareja de personas mayores. istock

Utilizar ropa ligera

Es aconsejable para una mayor comodidad y para disminuir la sensación de asfixia a las altas temperaturas, que la ropa sea ligera y transpirable. Se recomienda el uso de tejidos de lino o algodón en prendas que queden holgadas.

Aumentar el consumo de frutas y verduras

Para una correcta hidratación de los mayores en verano es importante fomentar el consumo de líquidos en su alimentación. Se aconseja aumentar el consumo de frutas y verduras. Y evitar platos que requieran procesos de digestión largos, como los guisos o caldos a altas temperaturas. Es conveniente incluso, consumir más pescado que carne.

La casa fresca

Durante las horas de más calor es conveniente quedarse en casa. Pero también es necesario cuidar la temperatura en el interior para evitar la sensación de bochorno muy incómoda para los mayores.

Se aconseja ventilar la casa por las mañanas, cerrar las ventanas durante las horas de altas temperaturas y abrirlas a última hora de la tarde y por la noche, cuando refresca un poco más. Si se dispone de aire acondicionado, mantener la casa refrigerada es una buena opción, pero no se recomienda reducir la temperatura más allá de los 23 grados.

Usar protector solar

La piel de los mayores es más frágil, por lo que la prevención bajo el sol es más importante incluso para ellos. Es imprescindible la utilización de protección solar al menos de un SPF 20 ya sea para pasear en el campo o en la playa. Los expertos insisten en que hay que aplicarlo 30 minutos antes de salir de casa y de forma generosa. También es preciso el uso de gafas de sol con protección 100% frente a los rayos ultravioletas y la radiación azul visible.

Vigilar la tensión arterial

El calor también puede llegar a alterar la tensión arterial de los mayores. Por ello, vigilarla periódicamente ayuda a prevenir los efectos negativos de las altas temperaturas.