Unas manchas de lejía.

Unas manchas de lejía. iStock

Vivir

Adiós a las manchas de lejía de tus manteles y servilletas: el truco casero que las atenúa al instante

Con ingredientes comunes como vinagre o bicarbonato, puedes minimizar el daño y evitar desechar tus textiles favoritos. 

Más información: Adiós al amoniaco: esto es lo que debes añadir al agua de la fregona para dejar el suelo impecable

Publicada

Eliminar las manchas de lejía en manteles o servilletas puede llegar a parecer algo imposible, unas manchas que realmente cuesta mucho eliminar. Cualquier persona que ha sufrido como un poco de lejía ha caído sobre un mantel o servilletas de tela, habrá comprobado que presentan un descoloramiento instantáneo y permanente en muchos de los casos.

Cuando se da, es habitual que se piense en que es hora de desechar esos elementos y comprar unos nuevos, pero afortunadamente, existe un remedio que podemos aplicar fácilmente y que pasa por utilizar ingredientes de cocina comunes.

La lejía es un potente agente oxidante que se usa para desinfectar y blanquear tejidos, pero cuando entra en contacto con materiales de color, puede destruir sus pigmentos, generando manchas que tienen un tono amarillento, anaranjado o un blanco deslucido.

El problema que surge es que esta reacción química es, en un principio, irreversible, pero si se actúa con rapidez, es posible salvar la tela antes de que se fije de forma definitiva. Para tratar de revertirlo, el primer paso a realizar es tratar de neutralizar su acción usando productos que puedan hacer frente a su efecto.

Aunque hay que ser conscientes de que no es posible restaurar el color original del tejido, algunos remedios caseros pueden atenuar la diferencia de tonalidad y hacer que la marca se note menos, que es lo que podemos conseguir usando algunos remedios caseros muy eficaces.

El mejor ingrediente contra las manchas de lejía

Si la mancha de lejía es reciente sobre los manteles y servilletas de tela, un remedio muy eficaz es la aplicación de vinagre blanco sobre la zona afectada. Este producto ayuda a detener la reacción química del hipoclorito, haciendo que en muchos casos se pueda llegar a suavizar la decoloración propia de este tipo de manchas.

Para ello, se debe mezclar una parte de vinagre con una parte de agua y aplicar seguidamente la solución sobre la mancha en cuestión, usando un algodón o paño limpio. Luego se debe proceder a enjuagar bien con agua fría y dejar que seque al aire.

Una alternativa es recurrir al uso de bicarbonato de sodio, un ingrediente que puede contribuir a reducir la intensidad de la mancha al actuar como un agente limpiador suave. Para aplicarlo, se debe mezclar bicarbonato con un poco de agua para crear así una pasta y extenderla sobre la zona afectada. Una vez aplicada, hay que dejarla actuar durante unos 30 minutos, tras los cuales se enjuaga con agua fría y se deja secar.

Otra opción a la que puedes recurrir es lavar el tejido con leche. Para ello tienes que llenar un balde con leche fría y sumergir la prenda en él, dejando que repose durante varias horas para luego lavarla como lo haces de costumbre. No se trata de un remedio infalible, pero en ocasiones la leche ayuda a restaurar el color en tejidos que han sido dañados por lejía.

La opción más agresiva

En el caso de que la mancha persista o sea muy evidente, una solución drástica a la que puedes recurrir es la de usar un tinte textil. Existen tintes especiales para ropa y tejidos que permiten recolorear la prenda por completo o, en el caso de que lo prefieras, aplicar un tinte de un tono similar al original para conseguir un resultado ideal. Esta es una gran opción para recuperar manteles y servilletas que de otra forma acabarían sin ser utilizadas.

En cualquier caso, recuerda tener en cuenta que es importante manipular la lejía siempre con cuidado, asegurándote de que está bien cerrada cuando no la estés utilizando. A pesar de que eliminar totalmente una mancha de lejía es algo complejo, con estos ingredientes caseros se puede llegar a conseguir hacer frente a las manchas de lejía de manteles y servilletas.

¿Qué causan las manchas de lejía o cloro?

En muchas ocasiones, a la hora de hacer tareas de limpieza dentro del hogar, se produce un derrame accidental de lejía o cloro en la ropa que llevamos puesta o en los textiles que, en el momento en el que se produjo este accidente, teníamos a nuestro alrededor, lo que puede hacer que se mantengan los manteles o las servilletas de tela, con lo que ello supone.

Este derrame puede ser una gran faena, ya que hay algunos tejidos fibras a las que entrar en contacto con este tipo de productos químicos, sobre todo si es lejía y cloro, que son agentes de decoloración potentes por su acción corrosiva, les hace mucho mal, pues pueden afectar notablemente a sus colores e incluso dejar manchas antiestéticas que no tienen solución.

Esto sucede porque, cuando entran en contacto con las fibras de los tejidos, pueden provocar una reacción química que descompone los pigmentos de color y deja manchas pálidas o blanquecinas en la tela. A pesar de que siempre se ha considerado que este proceso de decoloración no tiene solución, cómo has podido ver, existen algunas alternativas a las que puedes recurrir para poder recuperar esos tejidos y recuperar el color del tejido.

Además de los métodos mencionados, te recomendamos que, apenas te percates de la existencia de la mancha de lejía, enjuaga inmediatamente con abundante agua fría, lo que ayuda a diluir la lejía y detener su efecto de decoloración. Si bien es cierto que esta acción no conseguirá eliminar la mancha, puede evitar que se extienda.