Imagen de archivo de el símbolo del árbol de la vida.

Imagen de archivo de el símbolo del árbol de la vida. iStock

Vivir

Regalar el árbol de la vida: descubre cuál es su mensaje

Estas son las distintas interpretaciones que han surgido alrededor de un símbolo muy presente en la decoración y accesorios que llevamos a diario.

24 agosto, 2023 14:08

A lo largo de la historia, el ser humano ha sostenido en su cultura símbolos que trascienden fronteras y se convierten en portadores de significados. Uno de ellos gira en torno al árbol de la vida, elemento que viaja desde la mitología a la vida cotidiana, y que puede verse en accesorios, regalos e incluso en la decoración del hogar. ¿Qué historia esconde y por qué se usa tanto en España?

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La primera vez que se acuñó la expresión que pone nombre a este amuleto fue como una metáfora y de la mano de Charles Darwin. En El origen de las especies (1872), su obra cumbre, el naturalista británico habló de este como referencia a las múltiples conexiones que se dan entre las especies con una descendencia común. Hablaba, entonces, en un sentido evolutivo, pero lo cierto es que los árboles de la vida llevan siglos retratándose en el folclore, la cultura e incluso la ficción, a menudo siendo relacionados con la inmortalidad y la fertilidad.

Motivo oriental de animales enfrentados, expuesto en el Museo de Arte de Cincinnati.

Motivo oriental de animales enfrentados, expuesto en el Museo de Arte de Cincinnati.

Remontándonos a la mitología persa previa a la emergencia del Islam, el árbol del mundo, Gaokerena, se representaba como un gran arbusto sagrado que lleva en su interior todas las semillas de la humanidad. En el Antiguo Egipto también se encuentran algunas representaciones similares del mismo que hoy forman parte de la cultura popular.

El mito de Isis y Osiris cuenta que la pareja nació del árbol de acacia de Saosis. Una maravilla de la naturaleza a la que los egipcios consideraban como "el árbol en el que se encierra la vida y la muerte", según documentó en sus libros Ernest Wallis Budge, filólogo que trabajó activamente para el Museo Británico entre los siglos XIX y XX.

Lo traen los celtas

El árbol de la vida ha formado parte de mitos y leyendas a lo largo de la historia. En realidad, la naturaleza siempre ha sido muy venerada por las poblaciones del pasado antiguo. Los árboles protegen del frío y de la lluvia, dan madera y proporcionan frutos para el alimento de los pueblos, por lo que no extraña que sean de gran relevancia para religiones y culturas por todo el mundo. 

En cualquier caso, es a los celtas a quienes se atribuye la aportación definitiva del símbolo del árbol de la vida. De ellos llega la leyenda del crann bethadh, un gran árbol que, según ellos, representaba los hilos invisibles que conectan todos los elementos del mundo.

Las raíces de este árbol colosal descienden desde el inframundo y llegan hasta los antepasados. El tronco sirve para representar el plano terrenal en el que vivimos el presente. Las hojas, siguiendo con la estructura del árbol, serían las encargadas de elevar al ser humano al plano divino y espiritual.

Las distintas interpretaciones que se han dado en la historia del árbol de la vida parten del análisis de las partes que componen al mismo: las raíces, el tronco, las ramas, las hojas y los frutos. Todos esos elementos conforman la estructura del árbol y también la existencia del ser humano

La cultura nórdica, años después, da una visión pagana a este árbol, desvinculando su simbología del plano religioso y relacionándolo más con el concepto que se mantiene hoy en día.

Para ellos, el árbol era un ser infinito, sin principio ni fin en el que se concentra un importante "torrente de energía" que circula de forma ascendente y descendente. De ahí viene que quienes creían en su mito consideraran que comer los frutos de este árbol mantenía a las personas jóvenes y en plena forma.

Su presencia en la vida cotidiana

Pese a que a su alrededor tan solo hay mitos que forman parte de la cultura popular, y cuya base no va más allá de los mitos y las leyendas, el árbol de la vida es un símbolo muy presente en nuestro día a día.

Lo hemos visto en la literatura y en el cine, con títulos desde En la rueda del tiempo (Robert Jordan, 1990) a The Fountain (Darren Aronofsky, 2006). También en las artes plásticas, como un símbolo que el propio Gustav Klimt trasladó a sus cuadros.

Representación de la pintura al óleo 'Árbol de la vida' (Klimt, 1909).

Representación de la pintura al óleo 'Árbol de la vida' (Klimt, 1909). iStock

Igualmente, se ha documentado en varias ocasiones la existencia de árboles de la vida físicos en entornos naturales, así como representados como esculturas y en forma de árboles artificiales. En Managua (Nicaragua), muchos de los turistas visitan las estructuras lumínicas ubicadas en la capital en representación del árbol de la vida. Fue la ex Primera Dama Rosario Murillo quien decidió que se instalaran como elementos decorativos.

Más allá de todas esas representaciones, en España no es difícil encontrarse con alguien que haya recibido alguna vez un regalo con una representación del famoso árbol.

De izquierda a derecha, colgante de Myka, marco decorativo de Estudio Delier y pulsera de Fulanito y Menganita.

De izquierda a derecha, colgante de Myka, marco decorativo de Estudio Delier y pulsera de Fulanito y Menganita.

Muy presente en el mercado de la joyería, suele verse en cadenas, pendientes y pulseras. Además de por su apariencia, quienes lo regalan suelen hacerlo para desear la buena fortuna a las personas especiales. Los momentos en los que más se utiliza como obsequio suelen ser coincidiendo con el inicio de una nueva etapa, como en un matrimonio o por el nacimiento de un hijo, pero también para mostrar afecto a parejas, amistades y otros seres queridos.

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