El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Reuters
Miami contraataca a Trump y su política migratoria: se seguirán impartiendo clases de ciudadanía
En meses anteriores la administración de Trump había recortado los fondos de este apoyo.
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En medio de un clima político marcado por restricciones migratorias, la ciudad de Miami ha decidido mantener vigentes sus clases gratuitas de ciudadanía, desmarcándose de las medidas adoptadas a nivel federal. A pesar de que el gobierno de Donald Trump eliminó el financiamiento a estos programas, las autoridades locales han garantizado su continuidad mediante recursos propios.
Una resolución municipal que protege el acceso a la ciudadanía
El comisionado Ralph Rosado presentó una resolución que fue aprobada por el gobierno de la ciudad para destinar 10,000 dólares al programa Fast Track to Citizenship, asegurando su operación durante el resto del año.
La propuesta surgió como respuesta al recorte federal que amenazaba con poner fin a una herramienta clave para miles de residentes inmigrantes del sur de Florida.
El alcalde de Miami, Francis Suárez, respaldó públicamente la iniciativa y destacó que la ciudad tiene el deber de seguir promoviendo la integración cívica. “Miami es una ciudad diversa, formada por inmigrantes, y creemos firmemente que el acceso a la ciudadanía fortalece a nuestras comunidades”, declaró el alcalde.
La decisión refuerza la postura de la ciudad de apoyar a quienes desean formalizar su estatus migratorio, aún en un contexto nacional adverso.
La cancelación previa del programa y su impacto
En marzo de 2025, el Departamento de Seguridad Nacional, bajo la administración Trump, retiró los fondos asignados a los cursos de ciudadanía. La decisión fue justificada con el argumento de que estos programas no se alineaban con los objetivos del gobierno federal.
Como resultado, el distrito escolar local tuvo que suspender las clases, dejando sin acceso a cientos de residentes en proceso de naturalización.
La cancelación generó una fuerte reacción entre organizaciones comunitarias y líderes locales, quienes consideraron la medida una barrera innecesaria para quienes ya habían iniciado el camino hacia la ciudadanía.
Florida, en el centro del debate migratorio
El caso de Miami ocurre en un estado que ha estado en el centro del debate migratorio durante los últimos años. Florida, con una de las poblaciones inmigrantes más grandes del país, ha sido escenario de medidas restrictivas, operativos de detención y políticas estatales que endurecen la vida diaria de quienes no cuentan con un estatus migratorio regular.
La decisión de continuar ofreciendo clases de ciudadanía contrasta con otras acciones recientes en el estado, como leyes que penalizan a empleadores y hospitales que atiendan a personas indocumentadas. Para muchos activistas, esta resolución municipal representa un contrapeso simbólico y práctico a las tendencias más restrictivas, y un gesto de apoyo hacia una comunidad que históricamente ha sostenido la economía y la cultura de la región.