Mario Sandoval podría enfrentar una pena de hasta 10 años.

Mario Sandoval podría enfrentar una pena de hasta 10 años. ChatGPT

Estados Unidos

Sentenciado un exguardia por esta acción que “benefició” a inmigrantes: “Logramos desenmascarar su plan”

Mario Sandoval usó su posición para contribuir al ingreso de inmigrantes de forma ilegal.

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Un exmiembro de la Guardia Nacional de Texas fue declarado culpable por participar en un esquema de contrabando de personas mientras servía en la frontera sur de Estados Unidos. Se trata de Mario Sandoval, quien utilizó su posición como parte de la Operación Lone Star para facilitar el ingreso ilegal de inmigrantes. Las autoridades federales calificaron su actuar como una traición directa al juramento militar y a la confianza pública.

De soldado fronterizo a cómplice del contrabando

Según reportó Reuters, Mario Sandoval fue arrestado y juzgado en el Distrito Sur de Texas tras descubrirse que había coordinado múltiples cruces de inmigrantes de forma clandestina.

En julio de 2024, Sandoval fue desplegado en la frontera como parte de los esfuerzos estatales de vigilancia migratoria. Sin embargo, y después de finalizar su misión en este sitio, Sandoval decidió permanecer en el mismo sitio, y hacer uso de su acceso y conocimiento para organizar traslados ilegales.

El Departamento de Justicia de EE. UU. reveló que Sandoval enviaba mensajes de texto a posibles colaboradores para transportar migrantes desde el Valle del Río Grande hacia el norte del estado.

Utilizaba su conocimiento de los puntos de revisión migratoria para evitar controles, y fue ubicado físicamente cerca de estos sitios mientras operaban los cruces, lo cual fortaleció las pruebas en su contra. Durante el juicio, que duró apenas un día, el jurado tardó menos de una hora en declararlo culpable.

“Una violación impensable de la confianza pública”

En un comunicado oficial, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) señaló que Sandoval fue descubierto gracias a un trabajo conjunto de varias agencias y que sus acciones pusieron en riesgo a otros miembros de las fuerzas de seguridad.

Las pruebas incluyeron mensajes codificados, ubicación GPS y coordinación con redes externas de tráfico humano.

El fiscal federal Nicholas Ganjei declaró que “el acusado no solo violó la ley, sino también el deber fundamental de proteger su país”, y que su conducta fue “una violación impensable de la confianza pública”. El exguardia fue dado de baja en octubre de 2024 y ahora enfrenta una sentencia de hasta 10 años de prisión federal.

Este caso pone de relieve los riesgos internos en operativos fronterizos y cómo incluso integrantes de cuerpos de seguridad pueden formar parte de redes ilegales. La condena de Sandoval es también un mensaje claro por parte del sistema judicial estadounidense: el uniforme no protege a quienes se aprovechan del poder para traicionar la ley.