Pedro Mauricio, un migrante guatemalteco, llega en un vuelo de deportación desde Estados Unidos a Ciudad de Guatemala.

Pedro Mauricio, un migrante guatemalteco, llega en un vuelo de deportación desde Estados Unidos a Ciudad de Guatemala. Cristina Chiquin Reuters

Estados Unidos

La nueva estrategia financiera de la comunidad migrante para prepararse ante las deportaciones del ICE

Esta medida busca blindar a los migrantes y sus familias en sus países de origen. 

Más información: Alerta: Esto es lo que necesitan las autoridades migratorias para iniciar un proceso de deportación contra un residente

Publicada

Frente a un contexto de creciente incertidumbre migratoria en Estados Unidos, miles de migrantes centroamericanos han comenzado a implementar una estrategia financiera concreta: enviar la mayor cantidad de remesas posible a sus países de origen como medida preventiva ante una eventual deportación. El temor a ser detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha llevado a muchos a priorizar el resguardo económico de sus familias en caso de no poder seguir trabajando desde EE. UU.

Remesas por adelantado: una medida de resguardo familiar

De acuerdo con un reportaje reciente de The Washington Post, se ha detectado un notable incremento en el envío de remesas desde Estados Unidos hacia países como Guatemala, Honduras y El Salvador.

Sólo entre enero y marzo de 2025, las transferencias aumentaron un 21 % para Guatemala, 20 % para Honduras y 14 % para El Salvador. En contraste, países como México registraron una caída del 12 % en ese mismo periodo.

Este cambio responde, según el analista Manuel Orozco, del centro de estudios Inter-American Dialogue, a una estrategia planificada por muchas familias migrantes. “Si eres detenido, no podrás seguir enviando dinero. Así que tu única opción es tratar de enviar todo lo que puedas ahora”, explicó al Post. En otras palabras, no se trata de evitar una redada, sino de blindar a los seres queridos ante un posible corte total de ingresos.

El mismo medio también menciona que algunos migrantes están transfiriendo sus ahorros a cuentas en el extranjero o a familiares cercanos, ante el temor de perder acceso a sus fondos en caso de detención o deportación. Además, preocupa la posibilidad de que se reanuden políticas como el cobro de impuestos sobre remesas o la eliminación de protecciones migratorias como el Estatus de Protección Temporal (TPS).

Una respuesta silenciosa al endurecimiento migratorio

Según la misma investigación de The Washington Post, este patrón creciente de remesas coincide con un aumento de operativos de ICE y un endurecimiento del discurso migratorio a nivel federal. Si bien muchas medidas aún están en discusión, el clima de miedo ya ha provocado reacciones concretas dentro de las comunidades migrantes.

Algunas organizaciones de apoyo han señalado que la incertidumbre genera no solo ansiedad, sino también decisiones financieras cruciales. PYMNTS, un medio especializado en tendencias financieras, reportó que este flujo de remesas responde también al temor de no poder enviar dinero más adelante, debido a bloqueos bancarios o detenciones sin acceso a sus cuentas.

Incluso en entrevistas citadas por El Comercio y Univisión, migrantes salvadoreños y hondureños confirman que han comenzado a enviar dinero cada semana en lugar de hacerlo de forma mensual, como una manera de asegurar que sus familias puedan resistir económicamente en caso de su ausencia repentina.