Este sitio se ha convertido en un importante centro de buceo.

Este sitio se ha convertido en un importante centro de buceo. Cortesía

Estados Unidos

El pequeño pueblo de Estados Unidos donde puedes bucear en un oasis en pleno desierto

Con 27 metros de profundidad, visibilidad perfecta y temperatura constante, este oasis esconde historia, aventura y belleza en un solo lugar.

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Milagros Moreni
Publicada

En medio del árido paisaje del desierto de Nuevo México, el pequeño pueblo de Santa Rosa guarda un secreto asombroso: el Blue Hole, un pozo natural de aguas cristalinas que ofrece una experiencia de buceo única en un entorno inesperado.

Un paraíso inédito en un desierto

Con 27 metros de profundidad y visibilidad de hasta 30 metros, este oasis subterráneo ha fascinado durante décadas a buzos, viajeros y exploradores. Lo que alguna vez fue un criadero de peces, hoy es uno de los destinos de buceo más sorprendentes del suroeste de Estados Unidos.

El Blue Hole, alimentado por un sistema de manantiales interconectados, renueva por completo su agua cada seis horas. Su temperatura constante de 17 °C lo convierte en un refugio refrescante durante los calurosos veranos del desierto y en un sitio de entrenamiento de buceo de renombre nacional.

Agua pura y constante: se renueva completamente cada 6 horas

  • Temperatura estable: 62 °F (17 °C) todo el año.

  • Visibilidad excepcional: hasta 100 pies (30 metros).

  • Buceo seguro y regulado: ideal para entrenamiento.

  • Entorno natural impresionante: rodeado de formaciones rocosas.

El Blue Hole es parte de un sistema de siete lagos subterráneos conectados, y ha sido explorado incluso por espeleobuzos profesionales. Su geología única desafía el entorno árido, creando un fenómeno natural que parece más de otro planeta que del desierto estadounidense.

El oasis que marcó la historia del buceo en Estados Unidos

Desde los nómadas nativos hasta los viajeros de la Ruta 66, muchos se detuvieron en Santa Rosa buscando agua y descanso. El Blue Hole fue oficialmente reconocido en 1932 como criadero nacional de peces y transformado en centro recreativo en los años 70. Hoy alberga el Blue Hole Dive and Conference Center, donde se combinan turismo, deporte y eventos.

Sin embargo, también tiene una historia profunda, literal y simbólicamente. En 1976, un trágico accidente durante una inmersión en las cavernas submarinas llevó al cierre del acceso a la red subterránea. Décadas después, exploradores de la ADM Exploration Foundation lograron regresar y mejorar el flujo de agua del manantial, abriendo nuevas posibilidades para el futuro del sitio.