Este poblado destaca en todo Estados Unidos por su gastronomía única.
El pequeño pueblo de California de 2,000 personas: es hogar de una cocina única entre Francia y Estados Unidos
Este rincón escondido del Valle de Santa Ynez ha pasado de ser un destino casi olvidado a convertirse en una joya gastronómica que fusiona la sofisticación francesa con el espíritu rural estadounidense.
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Los residentes de Los Alamos, un diminuto pueblo al norte de Santa Bárbara, lo describen con humor como "Lost, almos" ("Perdido, casi"), una expresión que resume su encanto discreto. Con apenas siete cuadras que componen su calle principal, Bell Street, durante décadas fue un refugio silencioso para quienes buscaban alejarse del ruido y la atención, incluidas celebridades y figuras influyentes que encontraban en este rincón una pausa del mundo. Sin embargo, es su escenario gastronómico el que verdaderamente ha llamado la atención.
“Franch”: hogar de una cocina única entre Francia y Estados Unidos
Ubicado estratégicamente a solo tres horas en auto desde Los Ángeles por la autopista 101, este poblado de apenas 1,890 personas ha sido escenario de historia, mitos y cultura desde su fundación en 1876. Hoy, ese mismo espíritu pionero es el que impulsa una revolución culinaria inesperada.
El alma de esta transformación lleva el nombre de Bell’s, un pequeño restaurante que ha puesto a Los Alamos en el radar de los amantes de la gastronomía. Fundado por los chefs Daisy y Greg Ryan, una pareja que dejó atrás las cocinas de alta gama en Nueva York para apostar por algo propio, Bell’s representa una fusión única de bistró francés con ingredientes locales del campo californiano.
Desde un edificio centenario que alguna vez fue un banco, los Ryan diseñaron un espacio acogedor y auténtico, con pisos originales, detalles vintage y un menú que cambia con las estaciones. Aquí, los productos frescos mandan: el 90% de los ingredientes provienen de menos de 20 millas a la redonda.
Entre los platos más aclamados se encuentran:
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Canapés de crêpe con erizo de mar de Santa Bárbara y caviar.
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Ensaladas frescas con lechugas locales y vinagreta de dátiles.
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Clásicos como atea ah pobre con papas fritas caseras.
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Galletas de chocolate con pimienta negra y el tradicional gâteau bretona.
Bell’s ha recibido una estrella Michelin y Daisy Ryan fue nombrada una de las mejores chefs emergentes por Food & Wine. No sorprende que ahora el pueblo reciba visitantes de todo California y más allá, atraídos por esta propuesta culinaria llamada cariñosamente “Francho”: una combinación de French y ranch, que refleja la esencia del restaurante.
El pequeño pueblo de California tiene más que buena comida
El renacimiento de Los Alamos va más allá de Bell’s. Hay panaderías como Bob’s Well Bread, pizzerías artesanales como Full ef Life Flatbread, y una creciente escena de vinos naturales con salas de degustación como Lo-Fi Wines y Casa Dumetz. Jóvenes etnólogos que no pudieron establecerse en Napa o Sonoma han encontrado aquí un nuevo hogar para elaborar vinos únicos como pino nocir, chardonnay y espumosos.
Y para quienes buscan quedarse más de un día, las opciones de alojamiento también están creciendo. Desde moteles cetro como Skyview o Alamo Motel, hasta casas de campo restauradas disponibles en Airbnb, el pueblo ofrece una experiencia completa. Además, a pocos minutos, el lujoso Inn ap Mattei’s Tavern, operado por Auberge Resorts, brinda una opción de alta gama.
Un futuro con raíces firmes
Cada año, durante el último fin de semana de septiembre, Los Alamos celebra su historia con el evento Los Alamos Old Days, un homenaje al legado vaquero con feria de artesanías, desfiles, asados y música. Es una ocasión ideal para descubrir este lugar que, pese a su transformación, no ha perdido su esencia.