
El pueblo más pequeño de Oregón tiene solo 3 habitantes: con edificios históricos y paisajes naturales
El pueblo más pequeño de Oregón tiene solo 3 habitantes: con edificios históricos y paisajes naturales
Un rincón casi olvidado de Oregón: historia minera, naturaleza y la vida en un pueblo de muy pocos habitantes.
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En el estado de Oregón, al noroeste de Estados Unidos, se encuentra Greenhorn, un diminuto pueblo que, según el censo de 2020, tiene una población de solo tres habitantes. A pesar de su reducida comunidad, mantiene su estatus como ciudad incorporada, lo que la convierte en una de las localidades con menos residentes registrados en todo el país.
Su historia, sus edificios antiguos y su impresionante entorno natural lo han convertido en un destino peculiar para los curiosos que buscan conocer rincones poco convencionales de Estados Unidos. Este lugar fue fundado en la década de 1860 durante la fiebre del oro en el oeste de Estados Unidos. En sus inicios, la ciudad prosperó gracias a la actividad minera y llegó a albergar cientos de personas que llegaron con la esperanza de encontrar riquezas en sus montañas.
Sin embargo, como muchas otras localidades mineras de la época, la disminución del oro y las difíciles condiciones de vida llevaron al declive de la población.Hoy en día, aunque quedan muy pocos residentes permanentes, el legado de su pasado sigue visible en las estructuras históricas que se conservan, incluyendo antiguas cabañas, edificios municipales y restos de equipos mineros.
Un refugio en medio de la naturaleza
Ubicado en una zona montañosa del este de Oregón, esta ciudad está rodeada de bosques, senderos y paisajes que atraen a excursionistas y entusiastas del aire libre. A pesar de su tamaño, el pueblo ha logrado mantenerse en pie gracias al interés de visitantes que buscan explorar su historia y disfrutar de su tranquilidad.
A diferencia de muchas otras ciudades abandonadas, sigue siendo una comunidad oficialmente incorporada, lo que significa que aún tiene un gobierno local, aunque su número de habitantes sea extremadamente bajo. Esto lo convierte en un caso único dentro de Estados Unidos, donde la mayoría de los pueblos con poblaciones tan reducidas han sido absorbidos por condados cercanos o simplemente desaparecido de los registros oficiales.
Con su combinación de historia, paisajes y el título de uno de los pueblos más pequeños del país, Greenhorn sigue atrayendo la curiosidad de quienes buscan rincones apartados en Estados Unidos, lejos del bullicio de ciudades más grandes como Portland o Salem.