Mujer pelando patatas.

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Con solo tres ingredientes mi abuela gallega hace la mejor receta de patatas del mundo: siempre triunfa

Se trata de una receta muy versátil, así como sencilla pero deliciosa, que se basa en solo tres ingredientes: patatas, leche y mantequilla.

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Las patatas son un ingrediente fundamental en la gastronomía gallega, tanto por su versatilidad como por su presencia en numerosas recetas tradicionales. Su cultivo en Galicia se remonta al siglo XVIII, cuando comenzaron a reemplazar otros cultivos básicos, y desde entonces han sido parte esencial de la cocina de la región.

Las patatas gallegas son conocidas por su calidad y sabor, especialmente las amparadas bajo la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Patata de Galicia. Se cultivan en suelos ricos y con un clima húmedo que favorece su desarrollo, lo que les da una textura más firme y un sabor característico. Las variedades más utilizadas dentro de esta denominación son Kennebec, Agria, Fina de Carballo y Desireé, aunque la Kennebec es la más emblemática.

Las patatas están presentes en numerosos platos de la gastronomía gallega, ya sea como base, guarnición o incluso como protagonista. Es el caso del caldo gallego (un plato tradicional que combina patatas con grelos, berza, unto y carne de cerdo (chorizo, lacón, etc.). Son esenciales para aportar cuerpo y espesor al caldo), el lacón con grelos (auí las patatas se cuecen junto con el lacón y los grelos, absorbiendo todo su sabor) o el pulpo á feira (se sirve sobre una base de patatas cocidas (cachelos), que absorben el aceite, el pimentón y el sabor del pulpo).

Sin embargo, hay otras recetas de las abuelas gallegas que se basan en la utilización de las patatas. Es el caso de un plato que se elabora a base de tres ingredientes (con las patatas como protagonistas) y que siempre triunfa: el puré de patatas.

El puré de patatas de las abuelas gallegas es una receta sencilla pero deliciosa, que se basa en solo tres ingredientes: patatas, leche y mantequilla. Su textura es cremosa y su sabor, auténtico, destacando la calidad de las patatas gallegas.

Ingredientes

1 kg de patatas gallegas (preferiblemente Kennebec)

200 ml de leche entera

50 g de mantequilla

Paso 1

Cocer las patatas: Pela las patatas y córtalas en trozos medianos. Ponlas en una olla con agua y sal y cuécelas hasta que estén tiernas (unos 20-25 minutos).

Paso 2

Escurrir y machacar: Una vez cocidas, escurre el agua y, aún calientes, machácalas con un pasapurés o un tenedor. No uses batidora, para evitar que el puré quede elástico.

Paso 3

Añadir la mantequilla: Incorpora la mantequilla y remueve bien hasta que se funda con el calor de las patatas.

Paso 4

Agregar la leche: Calienta ligeramente la leche y viértela poco a poco mientras sigues mezclando, hasta obtener la textura deseada.

Paso 5

Ajustar la sazón: Prueba y, si es necesario, añade un poco más de sal.

Este puré de patatas es ideal como acompañamiento para carnes, pescados o, simplemente, para disfrutarlo solo, con su sabor puro y reconfortante. ¡Como lo haría una abuela gallega! 

Si quieres un puré más cremoso y decides añadir más leche caliente o mantequilla al final, puede llevarte un par de minutos más. En cualquier caso, en unos 35 minutos tendrás listo un puré casero, cremoso y delicioso. 

El puré de patatas es un plato reconfortante y nutritivo, con un equilibrio de carbohidratos, grasas y proteínas que lo hacen una opción energética y fácil de digerir. Estas son sus principales propiedades nutricionales:

Las patatas son ricas en carbohidratos complejos, principalmente almidón, lo que proporciona energía sostenida. Esto lo convierte en un plato ideal para personas activas, niños y quienes necesitan un aporte calórico moderado.

Además, este puré es rico en vitamina C (aunque parte se pierde en la cocción, sigue aportando antioxidantes y ayuda a la absorción del hierro). También en vitaminas del grupo B (B6 y B1), esenciales para el metabolismo energético y el sistema nervioso, así como en potasio, fundamental para la función muscular y el equilibrio de líquidos. Igualmente, en magnesio y fósforo, que contribuyen a la salud ósea y muscular.

Al estar triturado y tener una textura suave, el puré de patatas es ideal para personas con problemas digestivos, niños pequeños y personas mayores. Además, no contiene fibra dura ni sustancias irritantes.

La mantequilla aporta grasas saludables y ayuda a mejorar la absorción de algunas vitaminas liposolubles. Si se usa con moderación, mantiene un equilibrio entre sabor y nutrición. Y con respecto a las proteínas, el puré en sí tiene pocas proteínas, pero si se acompaña con carne, pescado o huevos, se convierte en un plato más completo y equilibrado.

¿Es saludable el puré de patatas? Sí, siempre que se prepare con ingredientes naturales y sin exceso de mantequilla o leche. Es un plato saciante, reconfortante y adecuado para todas las edades. En su versión más ligera (con menos mantequilla o con leche desnatada), es apto para dietas bajas en grasa.

En resumen, el puré de patatas es un plato nutritivo, energético y fácil de digerir, ideal como acompañamiento o base para muchas comidas. ¡Y además delicioso